Muchos alumnos no han podido realizar sus exámenes o han abandonado definitivamente sus estudios por la inseguridad.
El clima de odio religioso y la situación de caos y descontrol que vive Irak tienen un reflejo tan insospechado como dañino en los exámenes que estos días se celebran en los colegios del país, en medio de una anarquía absoluta.
Aparte del riesgo que entraña para la mayoría de los escolares iraquíes el mero hecho de acudir a clase, las autoridades educativas han informado que se ha disparado el robo y la venta de exámenes en la enseñanza secundaria.
Este ambiente de desorden alcanza su paroxismo en acciones como las de algunas milicias que difunden con altavoces las preguntas de los exámenes frente a las escuelas.
“El retroceso de la situación, la pérdida de respeto a la Ley y el Estado y el creciente papel de las milicias en las zonas que controlan han afectado al proceso educacional”, reveló Mohamed Jalaf, director de un colegio en el oeste de Bagdad.
Por esa razón, Jalaf recordó que muchos alumnos no han podido realizar sus exámenes o han abandonado definitivamente sus estudios. La educación secundaria en Irak está dividida en dos etapas, de 13 a 15 años y de 15 a 18, y al final de cada una de ellas se celebran unos exámenes estatales cuyo desarrollo se está viendo seriamente afectado por las divisiones religiosas.
Haidar Ahmed, un estudiante bagdadí, contó su sorpresa cuando vio cómo en el centro en el que se examinaba había milicianos dando las respuestas del examen sólo a los alumnos que pertenecían a la misma confesión religiosa.
Al profesor Salam Hachem le tocó presenciar un incidente similar en el colegio donde trabaja, en el barrio bagdadí de Al Yamea.
“Un grupo de hombres armados irrumpió en la escuela y obligó bajo amenaza de muerte a los maestros a resolver las preguntas del examen”, explicó.
Otro fenómeno frecuente es la venta de las preguntas de los exámenes, que según el área, se comercializan a un precio de entre 250 y quinientos dólares (entre 180 y 360 euros).
Mientras, las autoridades del Ministerio de Educación han anunciado que, pese a todas esas irregularidades, los exámenes no se anularán y los resultados serán dados a conocer a fines de mes.
Sin embargo, los alumnos que han conseguido realizar las pruebas, aun en esas pésimas condiciones, pueden sentirse unos afortunados.
Son muchos quienes ni siquiera acuden a los centros de examen por las condiciones de inseguridad que se viven en las calles de Bagdad.
Samir Ehsan, un joven estudiante que vive en el barrio Al Tubyi, en el noroeste de la capital, expresó su temor por el futuro incierto que le espera, después de no poder examinarse, ya que no ha asistido regularmente a clases por temor a ser secuestrado.
“Estoy en el tercer año de la segunda etapa de la secundaria y mi colegio está ubicado en el barrio Al Eskan, controlado por grupos armados, por lo que mi familia me ha impedido ir a la escuela para que no me secuestren, como ha sucedido con otros alumnos”, explicó Ehsan.
Proponen voto de censura contra Bush en el Congreso
El senador demócrata Russ Feingold propuso ayer que el Congreso emita un voto de censura contra el presidente George W. Bush por la forma en que ha manejado la guerra en Irak y por políticas que algunos consideran violaciones de la Constitución.
Pero el propio líder de la bancada demócrata en el Senado, Harry Reid, mostró poco interés en la idea. Un intento de Feingold de censurar en el 2006 a Bush por el programa de interceptaciones de comunicaciones telefónicas sólo logró tres adherentes.
Feingold, un fuerte crítico de la guerra, anunció que presentará pronto dos mociones de censura que podrían allanar el camino a una condena formal del presidente republicano.
La primera buscará reprender a Bush por conducir al país a una guerra sin la preparación militar adecuada, según Feingold, y por realizar declaraciones públicas engañosas.
