Esta semana en la reunión cumbre celebrada en Campeche, el presidente Calderón, acompañado de los presidentes centroamericanos y el de Colombia, dio un significativo impulso al Plan-Puebla-Panamá que fue lanzado en julio de 2001 por Vicente Fox.
Esta gran visión mesoamericana para impulsar su integración y el desarrollo sostenido de que muchos creían abandonado, recibe gracias a la vocación latinoamericanista de Calderón una fuerte inyección de nueva vitalidad. Este renacimiento coincide en momentos en que se intensifica la lucha por labrar nuestro desarrollo independiente y digno dentro de un difícil escenario internacional de competencia económica despiadada.
El PPP es una respuesta. A diferencia de un mercado regional o área de libre cambio, el Plan no sólo se propone continuar, ahora reforzados, proyectos de infraestructura en comunicaciones, energéticos, ambientales, turísticos y esquemas logísticos, sino que también ahora une esfuerzos en el dramático combate contra el tráfico de personas, drogas o conjurar las amenazas terroristas que nos llegan desde fuera. Para ello, ya cuenta con una Comisión Ejecutiva que coordina los grupos de trabajo.
Sus proyectos se dirigen a dos grandes rubros: el de desarrollo humano y de entorno y el de productividad y competitividad. Sus 6 proyectos ejecutados, 48 en vías de ejecución y 54 en etapa de financiamiento. Las inversiones ya suman 8,000 millones de dólares
Llama la atención el proyecto para montar en Centroamérica una gran refinería de gasolina a la que México aportará 80,000 barriles diarios. Otros proyectos tienen que ver con la interconexión de las redes eléctricas, energías alternativas y de telecomunicaciones.
El Plan-Puebla-Panamá al que contribuyen nueve estados mexicanos del sureste y los seis países centroamericanos a los que ahora se une Colombia, ha sido descalificado y acusado por grupos de izquierda de ser un instrumento de los propósitos hegemónicos del Gobierno y empresas norteamericanos. Se afirma que, al promover el PPP, México se presta a esos propósitos imperiales.
No hay tal. El espíritu que anima el PPP, propuesta mexicana, refleja una genuina solidaridad con América Central como la siente con toda la familia latinoamericana.
Hay que reconocer, empero, que nuestras relaciones contienen ingredientes contrastantes. Nuestras escuelas y universidades gozan de gran prestigio. Son miles los profesionistas centroamericanos que a lo largo de los años se han formado en nuestro país y la invariable hospitalidad que hemos brindado ha hecho que muchas docenas de asilados de esa área hayan hecho de México su segunda patria.
El intercambio comercial con el área ha crecido constantemente, mientras que numerosas empresas mexicanas han hecho inversiones en Centro América y sus productos son ya parte de la vida cotidiana.
Hay, sin embargo, los tristes y a veces dramáticos episodios de abusos y hasta vejaciones que nuestros vecinos sufren a manos de nuestros agentes oficiales como los de migración, de aduanas o de caminos. Muchos migrantes centroamericanos que arriban a nuestro país, sea en calidad de trabajadores temporales o que transitan hacia Estados Unidos, son objeto de tráfico de personas y reciben un trato que avergüenza a cualquier mexicano bien nacido.
A pesar de ello, el claroscuro de nuestra relación con Centroamérica deja, afortunadamente, un saldo más bien positivo.
Cada uno de los programas ofrece una oportunidad atractiva para inversionistas privados mexicanos que así ampliarán sus mercados y sus horizontes tecnológicos en un área que suma 114 millones de habitantes.
Para que el PPP realmente promueva la prosperidad del área, nuestros empresarios lo tienen que utilizar. De otra forma, como ha sucedido en otros esquemas multinacionales, sólo las empresas internacionales acaban aprovechando estructuras creadas por los gobiernos después de largas y a veces arduas negociaciones.
El PPP puede aportar mucho a estimular la producción y el empleo en el área y desde luego, es una buena oportunidad para México.
¿La vamos a dejar pasar?
Abril de 2007
juliofelipefaesler@yahoo.com