El retorno del Santos
Porque un guerrero nunca muere, hoy más que nunca la afición lagunera se prepara para ver el partido de vuelta en la semifinal del Torneo Apertura 2007, mañana la tribu estará lista, los rituales fueron enumerados y puestos en práctica religiosamente, rezos, veladoras, y las gargantas claras a fin de cantar en coro desde todos los rincones donde haya un aficionado, “Santos... Santos... Campeón”.
En contra de todos los pronósticos que anuncian mal tiempo en la Comarca para el onceno lagunero, y aún con la certeza de que los once pumas afilarán sus garras para defender el marcador conseguido en el CU, mañana se prenderán todos los televisores, radios, o cualquier aparato que sintonice en vivo esta campal batalla futbolística que definirá uno de los finalistas del Apertura 2007.
En el Estadio Corona es a otro precio, los Pumas tienen en contra el peso del clima, de la afición e incluso la estadística que indica que el Santos no ha perdonado a ningún equipo que haya pisado su estadio durante este torneo, pero quizás lo que más le pesará a los Pumas el domingo en la tarde es la barra que estará dispuesta a cortarle las uñas a los felinos por medio de cantos y gritos de victoria.
No es difícil, es el grito común que se escucha en La Laguna después del partido en el CU, Santos es grande y más aún en su estadio, no es la primera vez en la historia del futbol que un equipo, alentado por los desgarradores gritos de aliento de su afición, remonta un abultado marcador; en el Verano de 1998, cuando Toluca fue campeón, el partido de ida lo jugó en el Estadio Azteca, contra el Necaxa, donde perdió por un marcador de 2-1 a favor de los Rayos.
Pero luego, en el partido de vuelta, en la casa de los Diablos Rojos, el Necaxa anotó otros dos tempraneros goles, poniendo al Toluca con una diferencia de tres goles en contra y menos de 90 minutos para remontar, cuando la famosa “Perra Brava”, quizás una de las barras más apasionadas del futbol mexicano, empezó a corear la frase que aquella tarde se inmortalizó, “¡sí se puede!, ¡sí se puede!”, el Toluca de la mano del profesor Enrique Meza venció a Necaxa con un marcador de 5 por 2 y un global de 6 por 4.
Como este resultado hay muchos, no sólo en los anales del futbol mexicano, también en el balompié mundial, esto demuestra que ningún resultado es imposible remontar, ya que como dicen los expertos en el futbol, no hay nada escrito, y si algo le sobra a Santos en este partido es el apoyo de sus aficionados, quienes seguramente al lado de los once guerreros cantaran emocionados cuando los Pumas dejen de rugir.
De la misma manera que cuando el Santos estuvo en peligro de caer en el descenso, los fieles seguidores de la camiseta verdiblanca estuvieron tan presentes al lado de los once del anillo, que era común ver un desfile de carros recorriendo las calles de La Laguna, con un letrero en el parabrisas trasero que sostenía la inmortal frase: “Porque un guerrero nunca muere”, la misma que mañana a las cinco de la tarde irrumpirá en el silencio del desierto para cantarle a los felinos, que la santosmanía nos hace fuertes.
