Así levanta la copa el capitán de los Tuzos del Pachuca, Miguel Calero al ganar el Torneo Clausura 2007 luego de vencer en el marcador global al América. (Fotografías de Jam Media y AP)
Cacho se convierte en verdugo de América, a quien le quitan un penal.
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Pachuca, Hgo.- Pachuca se convirtió por quinta vez en monarca del futbol mexicano al empatar 1-1 (3-2 global) anoche ante América, que se vio afectado con una pena máxima que no marcó el silbante Marco Antonio Rodríguez, que pudo mandar el juego a tiempos extras.
Juan Carlos Cacho marcó a siete minutos del final su tercer gol de la final del Torneo Clausura 2007 para ser el verdugo del cuadro americanista en esta final, al anotar todos los tantos de su escuadra, mientras Cuauhtémoc Blanco anotó por Águilas a los 69 minutos, para empatar el global de forma momentánea.
Es la cuarta final consecutiva que ganan los pupilos de Enrique Meza bajo su tutela en el año reciente, al proclamarse monarca en el Torneo Clausura 2007, luego de vencer a sus oponentes en el Clausura 2006, la Copa Sudamericana y la Copa de Campeones de la Concacaf.
Cuando América jugaba mejor, ganaba por la mínima diferencia con un golazo de Cuauhtémoc Blanco y tenía dominado a un Pachuca nervioso y hasta espantado, llegó la anotación de Juan Carlos Cacho que dio el empate en el partido de vuelta a un tanto pero, más importante, para tomar ventaja en el marcador global.
Sin embargo, el título se vio empañado porque el silbante Marco Antonio Rodríguez perdonó al Pachuca una pena máxima por falta de Fausto Pinto al paraguayo Salvador Cabañas dentro del área en el minuto 85.
Mucha lucha en medio campo y pocos arribos a las áreas se dieron en los minutos iniciales del encuentro, donde América intentó tomar el control de las acciones con presión en todo el campo en busca de una rápida recuperación del esférico para evitar que Tuzos lo hiciera ver mal con su dinámica y velocidad.
Ante la marca cerrada de ambos cuadros faltó también ingenio y movilidad para generar huecos en territorio rival. Por momentos los ataques también fueron muy centralizados y poco se buscó generar peligro con arribos por las bandas.
Con el ingreso del paraguayo Nelson Cuevas para el complemento, pues los visitantes necesitaban mínimo un gol para empatar el marcador global, los pupilos de Luis Fernando Tena empezaron a encerrar en campo propio a los anfitriones, quienes además regalaron muchos balones para facilitar el juego a su rival.
Cuauhtémoc Blanco abrió el marcador y puso a vibrar a sus aficionados con un golazo de tiro libre a los 69 minutos, al ejecutarlo con gran efecto, que ingresó en el ángulo superior izquierdo para el 1-0 y emparejar el global a dos tantos.
Ya con la ventaja en el juego, América se tiró atrás, mientras Pachuca por fin fue al frente, como su afición esperaba desde un principio. Entonces fue el argentino Damián Álvarez quien puso el futbol por los anfitriones y el pase para el gol del empate en este juego y la ventaja que les dio el título.
Corría el minuto 83 cuando la “Chilindrina” puso un servicio en diagonal para Juan Carlos Cacho, quien apareció a las espaldas de Óscar Rojas para vencer a Guillermo Ochoa para el 1-1 (3-2 global). Pero América no quería perder el campeonato y a los 85 vino una clara falla del silbante, pues Fausto Pinto trabó en el área al “guaraní” Salvador Cabañas antes de que fusilara a Calero, que al final incidió en el marcador, aunque en el juego de ida se vio beneficiado con una falta similar que dio dramatismo a este juego.
Tras esta acción, Pachuca tuvo tres aproximaciones para ganar el juego, sólo que ni Luis Ángel Landín ni el propio Damián Álvarez pudieron concretarlas, aunque con el empate se prolongó a ocho visitas americanistas al Estadio Hidalgo sin conseguir un triunfo.
‘Temo’ se va con un gol de crack
Con un golazo en la final del futbol mexicano, Cuauhtémoc Blanco se despidió del América. Aunque ese tanto no fue tan valioso como él hubiera deseado, porque no bastó para añadir un logro más al salón de trofeos de las Águilas.
El festejo del perrito sobre la línea de gol, las rabietas a los árbitros, sus jocosos comentarios, su desfachatez dentro y fuera del campo y también, sus jugadas brillantes se echarán de menos.
Blanco jugó su último partido usando la camiseta del América, dejando tras de sí, una estela de anécdotas, polémica y recuerdos de su andar en el futbol mexicano.
En el Clausura 2005, después de una larga espera, Blanco logró un título con América. Esta vez no pudo repetir la hazaña.
Agrega Pachuca quinta estrella a su escudo, al ganar Clausura 2007.
Tuzos del Pachuca sumó su quinto título de campeón del futbol mexicano, aunque aún está lejos de Chivas, que suma 11, y América, con diez, que son los máximos ganadores de títulos en el balompié azteca.
Detrás de Chivas y Águilas se encuentra Cruz Azul y Toluca, con ocho campeonatos, León y Pumas, a su vez, se encuentran empatados con Pachuca, los tres con cinco coronas.
Guadalajara consiguió su primer título de la mano del uruguayo Donald Ross, en la temporada 1956-1957, mientras América logró su primera corona en la temporada 1965-1966 cuando era dirigido por Alejandro Scopelli. Cruz Azul fue campeón por primera ocasión en la temporada 1968-1969 de la mano de Raúl Cárdenas.
Los Diablos Rojos del Toluca conocieron las mieles del título en la temporada 1966-1967, dirigidos por Ignacio Trelles. El León, que ahora milita en la Primera División A, ganó el título por vez primera en la temporada 1947-1948 siendo dirigido por José María Casullo.
Los Pumas de la Universidad Nacional Autónoma de México se llevaron la primera corona de campeones en la temporada 1976-1977 dirigidos por el húngaro Jorge Marik. El Pachuca obtuvo su primer trofeo de campeón en el torneo de Invierno de 1999, manejados por Javier Aguirre.
El primer equipo campeón del futbol mexicano en la época profesional fue Asturias en la temporada 1934-1944 dirigidos por Ernesto Pauler.
Reciben Tuzos trofeo de campeones y rinden tributo al América
PACHUCA, HGO.- Los Tuzos del Pachuca recibieron el trofeo de campeones del Torneo Clausura 2007 en medio de una fiesta llena de lágrimas de felicidad, a pesar de que ganar es una costumbre en el equipo hidalguense.
Antes, un buen gesto de caballerosidad y deportivismo, los jugadores del Pachuca hicieron una valla a sus rivales del América, al momento en que los capitalinos subieron al podium para recibir su trofeo de subcampeón y las medallas correspondientes al segundo lugar del Clausura 2007.
El portero de los Tuzos del Pachuca, Miguel Calero, se paró al final de la fila y tomando por la cabeza a los americanistas en un ademán de reconocimiento, los felicitó como quien reconoce a un gran rival que vendió cara la derrota.
Casi todos los jugadores del América subieron por su medalla, pero los más emblemáticos, Cuauhtémoc Blanco y Germán Villa, no aparecieron a la hora de la premiación, quizá porque la derrota y su carácter les impidió tomar un segundo lugar que no quisieron.
Los que estuvieron rebosantes de felicidad fueron los jugadores del Pachuca, quienes fueron encabezados por el capitán Miguel Calero, el primero en recibir la medalla de primer lugar, quien fue recibido con el "Palo bonito, palo hey, somos campeones otra vez", así como también el trofeo de campeones del Torneo Clausura 2007.
Jesús Martínez, presidente de la institución hidalguense, también formó parte del festejo, y como un niño gritó y hasta soltó alguna lágrima que le caminó por el rostro.
Todo fue alegría como las palabras sentidas del eterno Gabriel Caballero, o el llanto de Juan Carlos Cacho que poco pudo hablar. Enrique Meza, técnico de los Tuzos muy a su manera y dando gracias a Dios, dejó ver que la humildad sigue siendo su carta de presentación, ya que quizá intentando motivar a los de Cruz Azul, envió un saludo a todos sus integrantes, en especial a la directiva presidida por los hermanos Álvarez.
La fiesta fue grande, perfecta para un equipo que mereció el título, el cuarto en un año, un equipo que rompió la llamada "maldición del superlíder", ya que terminó primero en la tabla general y supo sacar ventaja a su localía en esta liguilla.
Calero levantó el trofeo de campeón del Torneo Clausura 2007, mientras una lluvia de confeti blanco y azul, los colores de los Tuzos, se elevaba por los aires del cielo hidalguense, ayudados por los fuertes vientos que corren por la "Bella Airosa": Pachuca.