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El Síndrome de Esquilo

Vicente Alfonso

Tumbando al Doctor Simi

Reproducida millones de veces en carteles, volantes, anuncios panorámicos, programas y spots de televisión y radio; obras de teatro, periódicos, relojes, tarjetas telefónicas, llaveros, condones, pañales, vasos tequileros y cientos de medicamentos, la imagen del Doctor Simi es, sin duda, una de las más promovidas en México. A pesar de la intensa campaña publicitaria que pretende ganarle simpatías, el barrigón representante de un emporio farmacéutico que comprende 3530 establecimientos a lo largo del país y 182 en el extranjero, se ha convertido en los últimos meses en blanco de una ola de ataques premeditados que consisten en golpear y derribar botargas. Las agresiones, documentadas en videos caseros publicados en Internet, comenzaron a aparecer en el segundo semestre de 2006 en portales como www.youtube.com, y son tan populares que algunas acumulan ya decenas de miles de visitas.

Con títulos como Tumbando al Doctor Simi, Golpeando al Dr. Simi, Massiosares VS Dr. Simi y Ataque al Dr. Simi, los videos provienen de distintos puntos del país, entre ellos Torreón, Tijuana, Guadalajara, Culiacán, Nogales, Acapulco, Saltillo, Cuernavaca y la Ciudad de México. En una de las páginas electrónicas puede leerse la siguiente introducción: “Una nueva tendencia recorre las calles de las ciudades mexicanas y hace furor entre la chaviza: tumbar a las botargas del popular Doctor Simi y qué mejor si se tiene una cámara o celular cerca. Lo que puede ocurrir con esto es que 1) El Dr. Simi requerirá guaruras permanentes, 2) Nadie querrá ahora esa chamba o lo que es peor: 3) (Los empleados) van a exigir aumento de sueldo y mayor seguro de accidentes laborales”.

La preocupación por posicionar al personaje es tal que su creador, el contador público Víctor González Torres, fundó en 2002 la compañía Simimex, cuyo único propósito es “promover, comercializar y difundir la imagen del Dr. Simi, el simpático personaje que representa las cualidades y valores del Grupo por un País Mejor. González Torres, quien buscó sin éxito una candidatura para competir por la Presidencia de la República en 2006, es presidente del grupo farmacéutico y defensor de un conjunto de iniciativas que ha bautizado como “simisocialismo”. Ha dicho públicamente que le agrada que le confundan con su personaje.

“Es muy pesado estar metido en esto entre siete y ocho horas al día, lo que nos gritan cosas no se ponen a pensar que somos personas, que lo hacemos por necesidad”, dijo un botarguero, como oficialmente llama la empresa a los más de tres mil empleados que diariamente portan el disfraz del doctorrechoncho y bigotón. El empleado, quien pidió que sus datos no fueran revelados, aseguró que sus jefes directos le indicaron que tuviera cuidado durante las horas que pasa bailando en la banqueta, generalmente de doce del día a siete de la tarde. También le advirtieron que no debía hablar al respecto, bajo amenaza de perder su empleo.

Y es que videos como Tumbando al Dr. Simi, muestran que los ataques van más allá de simples bromas. Tras exhibir varias repeticiones del momento en que el personaje es derribado, un letrero festeja cómo el empleado ya no quiere salir a bailar, y termina con una foto de la botarga custodiada por dos policías. Otra de las grabaciones, titulada Doctorsimi Tlakeado en Tlaki, comienza con una advertencia: “Dr. Simi está en peligro”. Segundos después un empleado es lastimado en una pierna a tal grado que, tras levantarse, se quita la parte superior de la botarga y suspende su labor. El Grupo por un País Mejor no se ha pronunciado oficialmente al respecto.

Otra de las consecuencias de la racha de agresiones es el aumento de vacantes para el puesto de botarguero. La empresa exige sexo masculino, secundaria terminada, disponibilidad de horario, edad de 22 a 30 años, estatura mínima de 1.70 metros y gusto por el baile. El sueldo base es 2 mil 630 pesos mensuales. A eso se agrega lo que los empleados llaman “compensación día ocho” es decir, un bono entregado el octavo día de cada mes. Así, de acuerdo a las cifras de la empresa, un botarguero puede ganar hasta 5 mil 260 pesos más prestaciones de ley y vales de despensa; sin embargo el trabajador entrevistado aclaró que las compensaciones dependen de las ventas de cada sucursal, y por eso “a veces el bono día ocho es de mil pesos, o hasta menos”.

Comentarios: vicente_alfonso@yahoo.com.mx

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