La educación en México ha tenido, desde sus inicios como sistema educativo, que convivir con un sindicato enorme, poderoso, corporativo, pesado políticamente y adherido siempre al poder. Más ahora que nunca, ya que de todos es conocido el enorme apoyo que recibió el entonces candidato a la Presidencia de la República Felipe Calderón, de parte de la presidenta nacional del CEN del SNTE, la Maestra Elba Esther Gordillo, apoyo que surgió a raíz del rompimiento que tuvo con Roberto Madrazo y que la llevó inclusive a crear un nuevo partido político: Nueva Alianza.
La noticia que recibimos en estos días, fue que el SNTE presentó al presidente Calderón en un acto de carácter privado y que tuvo lugar en el salón Venustiano Carranza de la residencia oficial de Los Pinos, un documento denominado “Un nuevo modelo educativo para el siglo XXI”, documento de 159 páginas donde se sintetizan 33 mil 925 trabajos seleccionados de un total de cien mil propuestas presentadas en el IV Congreso Nacional de Educación que organizó el propio SNTE.
El protagonismo al que hago mención, se fundamenta en la presentación que hizo la Maestra de un video (no quiso dar el discurso de viva voz, sino en multimedia) en el que menciona que con el Gobierno que inicia es posible entenderse y discutir las dimensiones del problema educativo y que se dispone de tiempo para tomar las decisiones que se reclaman, además puntualizó: “Aspiramos a que se comparta la visión de que el régimen político que le sirvió al país por cerca de 70 años terminó y que no sólo se requiere uno nuevo, sino que es la educación la vía privilegiada para construirlo” (Elba Esther Gordillo, México, D.F. 22 de junio de 2007).
Lo que vale la pena reconocer es el extraordinario esfuerzo que realizaron los profesores que participaron en el IV Congreso del SNTE y que constituye un amplio diagnóstico del sistema educativo nacional, arrojando datos reveladores por su dimensión; aunque de todos es sabido lo mal que se encuentra dicho sistema. Algunos de los datos relevantes son:
*Cerca de 25 millones de niños viven en situación de pobreza y en el caso de niños indígenas el analfabetismo alcanza hasta un 44% (el promedio nacional es del 8%).
*40 mil niños se quedan sin instrucción primaria cada año.
*Un millón de niños entre 4 y 15 años de edad, no asisten a la escuela.
*La deserción escolar es un fenómeno alarmante, que en el nivel de secundaria alcanza hasta un 30%.
*El capital humano en México tiene un 65% de conocimientos inferiores en matemáticas.
*Más del 50% de los alumnos tiene problemas para leer y comprender textos.
*El sistema educativo mexicano es poco flexible, centralista, descontextualizado de la realidad productiva y desfasado en contenidos y métodos.
*Existen escuelas de primera y de segunda y las escuelas privadas ofrecen un 30% más de conocimientos promedio, en relación con las públicas.
A partir de este diagnóstico la Maestra presentó una serie de conclusiones y recomendaciones que en el papel me parecen acertadas y que, de lograr ser su gestora, le darán más poder del que ya tiene, dichas propuestas son:
*El sistema educativo mexicano tendrá que reformularse porque no satisface los objetivos académicos y escolares.
*La necesidad de una educación obligatoria de 15 años con una nueva organización curricular y una nueva concepción de la instrucción centrada en el aprendizaje.
*Debe hacerse un “sellado” de las fugas del sistema para abatir la deserción escolar.
*Que las escuelas estén siempre abiertas, que la flexibilización sea la constante y que se construyan programas de asistencia educativa vía tecnologías de la información.
*Reformular programas de desarrollo social, salud e ingreso dirigido a niños y jóvenes, para que dejen de ser asistencialistas y se transformen en programas de inversión en capital humano.
*Instaurar programas obligatorios de aprendizaje de un segundo idioma, música y computación.
*Intercambios temporales de maestros norteamericanos para la enseñanza del inglés y de mexicanos para la enseñanza del español.
*Corregir la distorsión de los ingresos de los maestros, ya que algunos ganan 14 veces menos que profesores de otros países, esto a través del incremento evaluable de la calidad de la enseñanza.
*La construcción de un segundo piso en carrera magisterial, que dote a los profesores de los conocimientos amplios sobre las prácticas pedagógicas aplicables a las NTIC (Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación), así como que se conviertan en guías y asesores de sistemas de aprendizaje.
Como podrá observarse las propuestas de la Maestra Gordillo, aunque en el papel pudieran parecer correctas, son un listado de buenas intenciones que ni la SEP, ni el SNTE podrán poner en práctica, debido sobre todo al enorme rezago que nuestro profesorado presenta en actualización, capacitación, superación y profesionalización docente.
El enorme poder y la presencia que Elba Esther Gordillo Morales está adquiriendo en el Gobierno calderonista, la ha llevado a solicitarle al jefe del Ejecutivo su apoyo y autorización para lograr tres acuerdos específicos en la materia:
1º Integrar la Comisión Nacional de Concertación y Coordinación para la Transformación del Sistema Educativo Nacional (integrada por la SEP, SNTE, Conago, ANUIES y Padres de Familia).
2º Generar iniciativas de reforma para incluir a la SEP como dependencia normalizadora, a fin de operar la Norma Mexicana de la Calidad de la Educación.
3º Construir con la Conago y la Secretaría de Hacienda la iniciativa de Ley de Gasto e Inversión para el Sistema Educativo Nacional (poder contar con presupuestos de inversión multianuales, así como un calendario de ejercicio presupuestal ajustado al nuevo ciclo escolar).
Nos damos cuenta que la Maestra Gordillo en esta ocasión “no se midió” y pretende colarse “hasta la cocina” del Gobierno Federal, al considerar que le permitirán en este sexenio involucrarse en asuntos que tradicionalmente no han sido de la competencia del SNTE, ¿la dejarán hacerlo?, el Señor Presidente de la República, tiene la palabra.
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