El sol se escondió ayer en el Corona
TORREÓN, COAH.- Había la certeza de que Santos lograría la marcha invicta en el Corona, pero el Tolo sacó su fórmula de no gano pero me salvo.
Sol plateas le canta a Matías Vuoso Las Mañanitas por su cumpleaños, sólo falta el pastel. La confianza es grande, "¿cuántos van a meter?", se preguntan algunos, "unos cuatro" les responde un amigo.
Ambos equipos salen con la idea de dar un buen juego, Tigres no llegó como víctima, pero Santos quiere acabar perfecto.
El trabajo de la defensiva es bueno, debido a que nulificaron a los delanteros. Sin embargo el público está con su equipo, tiene la paciencia para esperar que de un momento a otro pueda caer el gol.
“Guti” Estrada tuvo una oportunidad de oro, pero le faltaron cinco centímetros para alcanzar a conectar el balón.
Sebastián Abreu empieza a ser peligroso y pone a temblar el marco de Becerra y a más de uno en la tribuna. Previo al final del primer tiempo Paco Torres se lesiona y hace que salga por primera vez el doctor Mujica. En una gran jugada Benítez filtra el balón para Ludueña y provoca un penal, que puede darle la ventaja antes de llegar a vestidores, pero Cirilo Saucedo saca el tiro del Hachita, quien llega a dos penales fallados. Se van al descanso con dudas en ambos equipos, para Santos, cómo abrir a los Tigres, y los felinos, a poco así jugamos.
Las Guerreritas bailan al ritmo de cumbias villeras y con su cadencia hacen que surjan los suspiros entre los caballeros.
Parece que se lesiona Miguel Becerra, pero sólo fue un susto, mientras que la porra de Tigres despierta, les llega la confianza.
En una jugada inexplicable, Matías levanta el brazo y le pega a Jimmy Lozano, por lo cual el felino pidió la roja para el Toro, que Chacón concede la oreja y el rabo.
Otra vez con diez hombres Santos tiene que sacar su orgullo para alcanzar la racha. Tigres busca compensar y que un jugador salga expulsado.
Pero los Guerreros parece que tienen a los once hombres, se necesita la chispa que le dé la fórmula.
El sol se va escondiendo y el tiempo se esfuma, y parece que la misión de Tigres casi está cumplida. El Tolo no se decide y parece que no confía en su banca.
En la pizarra electrónica cuando entra Marino aún tiene registrado a Aldo de Nigris. Benítez avanza pero se cae, hasta se parece a Asprilla. Peligro constante para Santos, pero por fin apareció Becerra en su mejor juego.
Daniel Ludueña sale de la cancha y ahora Santos busca mantener el empate. Estos imponderables son los que debe de tener Guzmán más en cuenta para la liguilla.
Al final, un juego que deja un sabor de boca no amargo pero tampoco dulce, entre "pollo y pescado". Santos está a tiempo de corregir si quiere llegar a la corona, mientras que Tigres debe pensar bien cómo darle de nuevo vida a un conjunto que se perdió, un proyecto más que viene forrado de billetes y los resultados son magros.
El sol se escondió ayer en el Corona. Que aparezca toda la afición y brille en la próxima liguilla para no despertar de este sueño.
