El pelotero japonés podría dejar a los Marineros de Seattle, quienes se encuentran en crisis.
AP
Nueva York, NY.- Debe ser fastidioso para los fanáticos de los Marineros de Seattle tener que resignarse a la marcha de sus grandes astros. Ya vieron partir a Alex Rodríguez y Ken Griffey. Y ahora se preparan pare decirle adiós a Ichiro Suzuki, quien podrá declararse agente libre al final de la nueva temporada.
El japonés, que no ha faltado en el Juego de Estrellas desde su arribo a las Grandes Ligas en el 2001, ya deslizó lo mucho que le intriga la opción de ofrecer sus servicios al mejor postor.
Su situación es inédita: es la primera vez en su carrera, incluyendo sus años en Japón, en la que dejará expirar su contrato, uno por el cual devenga 11 millones de dólares por campaña.
“Llevo 15 años jugando pelota profesional y nunca me declaré agente libre. Nunca tuve la alternativa de poder tomar una decisión propia”, señaló al presentarse al entrenamiento.
No ha habido progreso alguno en las negociaciones con miras a una una renovación de su contrato y todo hace pensar que este será el último año del guardabosque nipón en una ciudad en la que se encontró a gusto por su tranquilidad.
Suzuki quizás ya se está aburriendo de derrochar clase -.332 de promedio, 110 anotadas y .370 en porcentaje de embase- con un equipo que lleva tres años consecutivos en el sótano del Oeste de la Liga Americana.
Marineros pretenden disuadirlo consiguiendo buenos resultados y fueron uno de los equipos que más activos estuvieron durante el receso de invierno.
Se adquirió a tres pitchers abridores en Miguel Batista, Jeff Weaver y Horacio Ramírez. También se tomaron riesgos con el jardinero dominicano José Guillén y su historial de indisciplina y se trajo al puertorriqueño José Vidro, venido a menos por problemas físicos, para que sea el bateador designado.
Suzuki le ha cedido el bosque derecho a Guillén para custodiar el central, donde jugó ocasionalmente con Onix, su ex equipo en Japón, entre 1992-99.
El futuro de Suzuki no es la única fuente de incertidumbre. El piloto Mike Hargrove recibió un virtual ultimátum de los dueños para un repunte. Además, la nómina sobrepasó los 100 millones de dólares y la concurrencia al vistoso estadio Safeco Field está en declive.
El derecho venezolano Félix Hernández (12-14, 4.52 de efectividad) y el zurdo Jarrod Washburn (8-14, 4.67) son los únicos que siguen en la rotación. Si bien le sobra talento, Hernández tiende a perder el control al afrontar situaciones difíciles. Los que llegan no suscitan absoluta garantía. Batista acaba de cumplir los 36 años y nunca ha ganado más de 11 juegos en las 11 temporadas que lleva en las mayores.
Weaver ganó el partido decisivo de la Serie Mundial con los Cardenales de San Luis con la peculiaridad de convertirse en el abridor con la efectividad más astronómica (5.76) que se anota una victoria en el clásico.
Aunque tuvo sus buenos ratos en Atlanta, Ramírez ha pasado bastante tiempo lesionado en las últimas temporadas.
Eso sí, se cuenta con un buen relevista en J.J. Putz, quien salió de la nada para lograr 36 rescates.