Elena Poniatowska quiere seguir escribiendo por mucho tiempo más.
Las palabras de Elena Poniatowska demuestran lucidez y conocimiento
DURANGO, DGO.- Denominada por el escritor chileno Antonio Skármeta como una “mujer revolucionaria” y reconocida por todos los amantes de la lectura y los seguidores del periodismo, Elena Poniatowska visitó Durango por segundo año consecutivo y de nueva cuenta concedió una entrevista exclusiva para El Siglo de Torreón, en la que detalló sus vivencias del último año, así como sus proyectos y planes a corto plazo.
Contenta a pesar del retraso del vuelo que la trajo a la ciudad, un tanto bromista y con una gran sonrisa, la autora de importantes obras literarias contestó todos los cuestionamientos con una lucidez y conocimiento impresionantes.
El pasado dos de agosto fue un día importante para la escritora, ya que recibió en Caracas, Venezuela, el Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos.
-¿Qué le hizo sentir que, además de la entrega del premio, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, le cantara un fragmento de La Adelita?
El premio me va muy bien, me hizo muy feliz recibirlo. Lo de la canción fue dos días después en el programa de Chávez, porque yo no lo quería entrevistar.
-¿Qué tiene de especial este premio?
Que pude dárselo a mi hijo Felipe, quien era el único que no tenía casa. Compartir con él esto me hace muy feliz.
-El día de la entrega del Rómulo Gallegos, Antonio Skármeta la llamo “una mujer revolucionaria”, ¿se considera dentro del apelativo? ¿Qué otras mujeres podrían ser calificadas con esa palabra?
Él lo dijo por miles de motivos que desconozco... Yo no calificaría a la gente. Yo no juzgo ni soy testigo. Es algo bonito que recibas comentarios así de gente de otros países, pero trato de mantener los pies en la tierra.
-Contrario al premio entregado en Venezuela, el 13 de septiembre decidió ceder a Pablo Cruz Sandoval el reconocimiento Sentimientos de la Nación que otorga el Congreso de Chilpancingo, Guerrero, ¿a qué se debió esto?
Lo que pasa es que una nieta de Pablo Cruz Sandoval, Ivonne Sandoval, me llamó para decirme que su abuelo lo merecía más que yo. Yo no ando detrás de los premios. Si alguien me ofrece uno y me lo merezco entonces es bien recibido.
-Pero ésta no es la primera vez que rechaza una mención...
No, también lo hice con el (Premio Xavier) Villaurrutia en 1971... Pero eso ya fue hace mucho (dijo entre risas).
-El pasado 19 de mayo cumplió ya 75 años de vida, ¿cómo celebró esta fecha tan importante?
Con una conferencia en Stanford, en California. Me subieron a bailar a una mesa, me cantaron Las Mañanitas, me llevaron un pastel... me hicieron el ‘mordida, mordida’, terminé toda llena de betún y llenando a los que me empujaron, fue un día muy agradable.
-En una entrevista posterior a su cumpleaños indicó que quería escribir novelas hasta que se muera...
Espero poder seguir haciendo eso muchos años más. Es la actividad que me permite sentirme real, me apasiona sobremanera.
-Y hablando de pasiones, ¿cuál es la que la despierta en esta etapa de su vida?
Mis diez nietos. Van desde los 17 hasta los dos años... Además de ellos, todos los niños de México y del mundo.
-De todos estos pequeños, ¿qué será de los que inicien una vida siguiendo su ejemplo? ¿Qué les espera a los literatos del mañana?
Bien dicen por ahí que ahora todo es televisión e Internet y que los libros ya no despiertan el mismo interés de antes. Un libro es algo bello. Tú en esta entrevista usas una libreta que se convierte en un libro y encuentras mucho de mí en lo que yo escribo. Es necesario que los niños y los textos no se separen nunca porque de esto depende mucho el proceso de su preparación.
-A principios de año opinó que era necesario invertir más en educación y cultura popular, ¿estas situaciones han mejorado?
Qué bueno que preguntas esto. La inversión en los niños es esencial para que reciban una buena formación que desde chicos los acerque al conocimiento. Es lamentable que se pierdan recursos en cosas inútiles mientras México pierde talentos. México tiene muchos talentos y me parece un crimen alejar a los más chicos y desvalidos del éxito que tienen en mente.
-Hace dos días asistió a la Universidad Autónoma de Nuevo León a inaugurar “El sendero entre la vida y la ficción”, de Alfonso Reyes, ¿qué le pareció la obra?
Están muy buenas. Alfonso Reyes lo encuentro muy lindo, es un hombre bajito, bajito, que se casó con una mujer muy alta para que le alcanzara los libros de los estantes de más arriba.
-¿Que le parece que se le vaya a poner “Elena Poniatowska” al que, según Elena Cepeda de León (secretaria de Cultura del DF), será el premio de literatura más importante de México?
Creo que será un premio de 200 mil pesos... algo muy parecido al Rulfo ¿cierto?
Me parece extraordinario que le pongan el nombre de una mujer a un premio. Regularmente a las mujeres las barren, no nos toman tanto en cuenta, mucho menos en campos como la política.
-Alguna vez comentó que las mujeres latinas que escribían eran ignoradas, ¿sigue sucediendo esto?
Salvo Rosario Castellanos, cuyo nombre se le puso a una librería importante, creo que las mujeres siguen sin el reconocimiento en la literatura que merecen. Casi no nos toman en cuenta y somos, a veces, las que más producción tenemos.
-Como sabe, el 2007 es conocido como el Año de Gabriel García Márquez ya que cumple 80 años de vida; 40 de haber publicado 100 años de Soledad y 20 de haber obtenido el Premio Nóbel de Literatura, ¿cómo se une Elena Poniatowska a estos festejos?
-Sólo escribí algo sobre Gabriel García Márquez. Yo festejé con él hace mil años, cuando no era famoso y le entrevisté cuando aún concedía entrevistas y no era tan conocido. Estoy contenta por él...
-¿Actualmente en qué consiste su producción literaria?
Está por salir el Libro de Francia, un compilado de entrevistas que hice en Francia cuando estaba chava. También trabajo en una novela, pero lo más importante es la limpieza que estoy haciendo.
Ahora me dedico a juntar mis papeles porque no quiero dejarles a mis hijos un tiradero (dice con una gran sonrisa). Me parece que estoy en la época perfecta para hacer esto. Es como una mudanza y no quiero que mis hijos piensen “ay esta vieja maldita nomás nos dejó desorden”.
“Como te digo, siento que es como una mudanza y aunque todavía no sé si me mudo al cielo o al infierno, quiero dejar todo bajo control”, concluyó.
Libros
Entre muchos otros títulos, la obra de Elena Poniatowska incluye:
-Hasta no Verte Jesús Mío (1969).
-Querido Diego, te abraza Quiela (1978).
-La Flor de Lis (1988).
-Tinísima (1992).
-La Piel del Cielo (2001).