El ministro de exteriores turco, Abdullah Gul, es acompañado por una guardia de honor antes de tomar posesión de su cargo como presidente del país en el palacio presidencial en Ankara, Turquía. (EFE)
El nuevo mandatario promete respetar el Estado laico y ejercer un Gobierno imparcial.
El canciller Abdullah Gul fue elegido presidente de Turquía ayer a pesar de temores por sus raíces islamistas y prometió respetar el Estado laico y ejercer un Gobierno imparcial.
La elección es un importante triunfo para el Gobierno de raíces islamistas luego de meses de enfrentamientos con los sectores que defienden el sistema secular del país.
Gul recibió 339 votos en el parlamento, dijo el líder del legislativo, Koksal Toptan. La victoria convierte al ex canciller en el primer jefe de Estado con pasado islamista en ese país de fuerte tendencia secular.
“Abdullah Gul fue elegido el undécimo presidente de Turquía, con 339 votos”, dijo Toptan. “Lo felicito”.
Los legisladores del partido gobernante rompieron en aplausos cuando se anunció el resultado. Miles de personas se concentraron en la plaza principal de Kayseri, la ciudad natal de Gul, en una zona considerada bastión del conservadurismo. Los simpatizantes de Gul bailaron y agitaron banderas turcas, mientras que un cañón disparó 41 salvas en señal de festejo.
Gul, de 56 años, rindió juramento unas horas después. Los comandantes de las Fuerzas Militares, que se han pronunciado en favor del laicismo, no estuvieron presentes, en una decisión considerada una protesta simbólica contra la decisión de elegir a Gul para un puesto tradicionalmente ocupado por un político secular.
Tras la juramentación, Gul, quien ha negado tener una agenda islamista, elogió el sistema laico de este país predominantemente musulmán y prometió un Gobierno imparcial.
El primer intento de Gul por llegar a la Presidencia fue impedido ante los temores de que pretendía diluir las tradiciones seculares.
Aunque el presidente turco tiene funciones principalmente ceremoniales, cuenta con el poder para vetar la legislación y algunos grupos seculares consideran que Gul podría promulgar cualquier Ley aprobada por el Gobierno del primer ministro Recep Tayyip Erdogan -un aliado cercano- sin considerar la separación entre religión y política.
No ganó la Presidencia en dos rondas de votación la semana pasada porque el partido gobernante, Justicia y Desarrollo, carecía de la mayoría necesaria de dos tercios en el Parlamento para que Gul amarrara el puesto.
Pero el partido -que ocupa 341 de los 550 escaños- tuvo una sesión más fácil ayer, cuando sólo era necesaria una mayoría simple.
La esposa de Gul usa una pañoleta en la cabeza, a la usanza islámica, lo cual está prohibido en oficinas y escuelas del Gobierno. El uso de vestimenta tradicional islámica está restringido en Turquía desde que el primer presidente del país, Mustafá Kemal Ataturk, impuso el laicismo y estableció una serie de reformas al estilo occidental en la década de 1930.
Cuando Erdogan nominó a Gul para el puesto, los grupos seculares organizaron protestas masivas y los militares -que han derrocado a cuatro gobiernos desde 1960- amenazaron con intervenir.