En patética nostalgia de un pasado nebuloso, el Gobierno le arrancó el brazo derecho al Banco Nacional de Comercio Exterior para convertirlo en una suerte de remedo del Instituto Mexicano de Comercio Exterior de infausta memoria, cuya figura se asoció durante años a la del elefante blanco
La paradoja del caso es que los argumentos empleados hace 30 años para integrar las funciones de éste a las del banco de desarrollo se utilizan ahora para meter la reversa.
El organismo, integrado a un fideicomiso público, actuaría a imagen y semejanza del que funciona en Chile para efectos de promoción de exportaciones e inversiones externas, bajo el nombre de ProChile.
De hecho, en alarde de imaginación y creatividad, se llamará ProMéxico.
Lo patético del asunto es que en afán de desaparecer del mapa al Bancomext tras el alerta roja que colocó la Auditoría Superior de la Federación sobre su solvencia, el Gobierno atropelló no sólo las formas, sino las leyes.
Integrada la función promotora de la intermediaria a su Ley Orgánica, concretamente al artículo sexto de ésta, para despojarla de ella se requería la modificación de ésta… tarea que le correspondería, en tal caso, al Congreso de la Unión.
De hecho, en su momento el gobierno había ideado un esquema para legalizar la puñalada trapera al Bancomext, vía una iniciativa de ley que le daría cauce a las tareas de promoción bajo un organismo que actuaría como brazo ejecutivo de la Comisión Nacional de Inversiones Extranjeras.
La propuesta la plantearía al Congreso el diputado priísta por Nuevo León, Eloy Cantú Segovia.
La iniciativa se circuló entre los dirigentes del Consejo Mexicano de Comercio Exterior, el Consejo Coordinador Empresarial y la Concamín, en afán de analizar sus efectos y consecuencias.
La exposición de motivos hablaba de mantener en el escenario la coyuntura de México frente a los indicios de desaceleración del ritmo de crecimiento de la economía mundial asi como las tendencias hacia el regionalismo de las economías y el resurgimiento de actitudes proteccionistas como resultado de presiones sociales.
De acuerdo a los promotores de la iniciativa, el organismo tendría que gritar a los cuatro vientos los aspectos positivos del país… y pugnar por remontar los negativos.
El caso es que al parecer la advertencia de la Auditoría Superior de la Federación en su revisión de la Cuenta Pública del 2005, sobre un escenario de grave insolvencia del Bancomext que podría derivar en su quiebra técnica, obligó al gobierno a meter el acelerador… derrumbando las cercas.
No fuera a ser que el Congreso exigiera rescatar al banco de desarrollo al que en principio se intentó fusionar a Nacional Financiera.
De acuerdo a lo publicado la semana pasada en el Diario Oficial, ProMéxico surgirá como un fideicomiso público donde el fideicomitente será el gobierno federal y el fideicomisario el propio Bancomext, integrándose un Comité Técnico encabezado por el secretario de Economía, Eduardo Sojo.
Sus funciones serán impulsar la actividad exportadora e internacionalizar a las empresas mexicanas.
Más allá, estará obligado a brindar asesoría sobre los beneficios de la red de tratados internacionales con los que cuenta el país; organizar y apoyar la participación de empresas y productores en misiones de negocios, ferias y exposiciones en el extranjero, así como atraer inversión extranjera directa.
Lo curioso del caso es que quien encabezará ProMéxico será el ex director general del Bancomext, Héctor Reyes Retana, lo cual pareciera un contrasentido: si el banco lo hacia tan mal, para qué repetir; si lo hacia bien, para qué despojarlo.
La explicación la ofrece el Sindicato Nacional Único y Democrático del Bancomext:
“La medida profundiza el proceso de estrangulamiento de la banca de desarrollo iniciado a fines de los 90 e intensificado durante el sexenio de Vicente Fox, para quitarle al Estado mexicano los instrumentos que le permitan ejercer su soberanía en el financiamiento del desarrollo del país”.
El organismo de representación laboral le había entregado en diciembre del año pasado a la Presidencia de la República un diagnóstico y propuestas para revitalizar al banco, que no tuvo respuesta.
Más allá, se organizaron foros con la participación de distintos especialistas y aún se publicaron cartas abiertas al gobierno federal que tampoco tuvieron respuesta.
Adiós al Bancomext.
Balance general
La noticia es que el magnate Carlos Slim Helú acaba de desembolsar 50 millones de pesos de un solo golpe por concepto de predial de los 67 inmuebles que mantiene en el Centro Histórico de la ciudad de México.
El requerimiento se lo hizo la Tesorería del gobierno capitalino que encabeza Marcelo Ebrard, tras comprobarse incumplimiento en la puesta en escena de edificios en proceso de remodelación, lo cual se consideró violatorio de los compromisos pactados para tener derecho a exenciones de impuestos.
Digamos que Slim se salió de la ruta.
Ahora que el empresario pagó sin hacer gestos.
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La explicación de Grupo Monitor frente al emplazamiento a huelga que le colocó el Sindicato de Trabajadores de la Industria de Radio y Televisión es que sus problemas de caja se derivan del litigio que mantiene con Grupo Radio Centro.
Más allá, se señala que la empresa está siendo objeto de una embestida por parte del gobierno actual, en consonancia con el anterior, en intento de desaparecerla.
Sin embargo, señala el vicepresidente de Eventos Especiales de la firma, Antonio Miranda Téllez, pese a las dificultades, Monitor seguirá operando con la totalidad de su infraestructura, incluída su red de auxilio vial y su cobertura internacional, deportiva y de internet.
Nuestra situación económica, señala, no corresponde a la presencia e impacto de la empresa ante la audiencia.
Como le contamos, el emplazamiento vence el próximo viernes.
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La Cámara Nacional de la Industria del Hierro y el Acero inició una cruzada para eliminar las tarifas que les impone la Comisión Federal de Electricidad en las horas pico u horarios punta.}
El monto de éstas, de acuerdo a sus cálculos, es entre tres y 4.6 veces mayor al de la tarifa del horario normal, lo que afecta seriamente la competitividad de las empresas.
El horario punta se estableció hace 15 años, en un escenario en que la reserva operativa del país era de seis por ciento y el costo marginal de generación se había ido a las nubes.
Actualmente la reserva alcanza entre 40 y 50 por ciento.
El caso es que las plantas de los socios del organismo empresarial operan las 24 horas del día, en la imposibilidad de frenar la producción.
La industria consume el 7.4 por ciento de la oferta de energía eléctrica en el país.
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A la callada la cadena de tiendas Wal Mart ha invertido entre enero y mayo pasados dos mil 987 millones de pesos en la recompra de acciones propias, aprovechando el bajo precio a que cayeron los papeles.
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