Al margen de la indagación que realiza la Secretaría de la Función Pública para transparentar complicidades en el interior de Pemex con la empresa Mexicana de Lubricantes, la paraestatal presentó ya una denuncia de hechos por presunta administración fraudulenta
La querella, marcada bajo la clave UEIDFF/FINII/2007/2006, fue planteada a solicitud del órgano de control interno de la empresa pública.
El sustento es una auditoría externa realizada por el despacho Lebrija Contadores.
La última palabra para decidir acciones adicionales llegará, empero, en las próximas semanas al agotarse una revisión integral encargada a su vez al despacho KPMG Cárdenas Dosal, que se inició en diciembre del año pasado.
La indagación abarca cuatro auditorías: financiera, para verificar la certeza de los números; fiscal, legal, es decir la revisión de litigios, contratos, escrituras públicas, constancia de bienes, gravámenes y posibles deudas laborales.
La última se cataloga como forense, implicando la revisión de la documentación y registro de operaciones con los bancos, deudores diversos, compras de bienes y servicios… cuya finalidad es identificar operaciones poco transparentes. Dicho con todas las letras, comprobar si la administración de la empresa ha sido fraudulenta o se maneja bajo parámetros de legalidad.
Más allá, el propio despacho realiza una valuación de la empresa, a efecto de conocer su valor de mercado, en la mira de comprar 51 por ciento que tiene el socio privado, o venderlo a un tercero.
Por lo pronto, el órgano de control interno de Pemex Refinación, el comisario del Sector Energía de la Secretaría de la Función Pública y el abogado general de Pemex han identificado ya un rosario de irregularidades con perfil de fraude, que se inician desde la privatización parcial de la firma fabricante y comercializadora de lubricantes terminados y grasas, de la que la paraestatal conservó 49 por ciento.
La operación la aprobó el Consejo de Administración de la empresa pública el nueve de abril de 1992, abriéndose una licitación pública el 31 de agosto.
El caso es que, de entrada, el ganador de ésta, es decir el Grupo Industrial de Compuestos Químicos del Grupo Industrial Martínez Garza del ex presidente del equipo de futbol Guadalajara, Salvador Martínez Garza, no cumplió las bases de licitación al carecer de experiencia en el ramo.
La paradoja del caso es que a la hora de la verdad Pemex le adjudicó la empresa a Impulsora Jalisciense, que carecía de vínculo alguno con Industrial de Compuestos Químicos.
Peor aún, hete aquí que el Grupo Industrial Martínez Garza y la firma Impulsora Jalisciense fueron constituidos en fecha posterior al cierre de la licitación. La primera nació el 8 de enero de 1993, y la segunda tres días después.
La operación se cerró con tres contratos anexos: uno de licencia y uso de marca que le otorgaba exclusividad a la empresa de capital mixto para comercializar sus productos en la red de estaciones de servicio o gasolineras de la paraestatal; otro de suministro de aceites básicos, y el último de maquila de aceites y grasas.
La empresa pública, pues, le abrió la puerta a su socio para realizar el negocio del siglo. Peladito y en la boca. El caso es que Mexicana de Lubricantes no sólo incumplió con el monto del capital social reclamado, sino que trabaja con pérdidas… por más que hoy sólo se conocen sus estados financieros hasta 2003, dada la negativa del auditor externo de la firma, es decir, el despacho Price Water House Coopers, de entregar los correspondientes de 2004 y 2005.
El pretexto esgrimido es la existencia de un contrato de prestación de servicios profesionales que obliga a guardar absoluta confidencialidad sobre las auditorías practicadas y entregar documentación a terceros.
Ahora que de acuerdo con la indagación realizada, “la empresa desde su creación opera bajo una administración fraudulenta producto de la composición de su capital social, lo cual implica que Pemex participa en las pérdidas, no en las utilidades, ya que nunca le ha pagado a la paraestatal en su calidad de socio minoritario la participación accionaria que le corresponde”.
Lo inaudito del caso es que, habiendo contratado un crédito con Banpaís por 60 millones de dólares, supuestamente para cubrir la diferencia entre las aportaciones iniciales de los socios y el pago a Pemex Refinación, Impulsora Jalisciense lo desvió a fines distintos.
Lo grave del asunto es que el préstamo se documentó a nombre de Mexicana de Lubricantes, es decir, 49% se le cargó a Pemex.
Peor aún, los recursos no fueron pagados en la forma convenida, resultando al final del día una suma mucho mayor a la pactada… con cargo al patrimonio del gobierno federal. Y conste que apenas empezamos.
Aún hay más, amigos.
Balance general
Previsto para la una de la tarde del sábado el estallido de la huelga a que había emplazado a la empresa Ideas Radiofónicas el Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Radiodifusión, Televisión, Similares y Conexos, ésta anunció su retiro del aire un día antes.
El viernes pasado se acabó el noticiario Monitor, por décadas un icono de la radiodifusión en México. El dramático anuncio lo hizo el presidente de la firma productora, José Gutiérrez Vivó.
El problema que originó el jaque, como le informamos en este espacio, es una deuda laboral que alcanza desde el aguinaldo y la caja de ahorros del año pasado, hasta el pago de seis quincenas y prestaciones.
En afán de ir documentando un nuevo emplazamiento de huelga contra el Grupo Industrial Minera México por violaciones al contrato colectivo, el sindicato minero presentó a la Secretaría del Trabajo un rosario de violaciones de la empresa a las normas mínimas de seguridad, que a su juicio ponen en riesgo la integridad física de sus agremiados.
En la larga lista se anota, por ejemplo, que los ductos de gas de los hornos de coque de las plantas ubicadas en Nueva Rosita tienen más de 20 años sin reparación, pese a la insistencia de los trabajadores.
Más allá, se señala que la empresa de Germán Larrea Mota Velasco no proporciona los equipos necesarios para trabajar en los talleres de soldadura y pailería, con la novedad que en algunos tramos las máquinas de soldar carecen de la cubierta de hule, lo que provoca chispas al rozar con alguna estructura mecánica.
Adicionalmente, se habla de que la planta de luz y fuerza de la factoría se ha convertido en una bomba de tiempo dadas las malas condiciones de su caldera, con el riesgo de una explosión en serie ante la cercanía con los hornos de coque.
El nuevo jaque, pues, está en la mesa.
Hete aquí que a la firma del Tratado de Libre Comercio entre México y Japón la nación del sol naciente pactó la apertura de cuotas, es decir, ingreso libre de arancel, para calzado nacional.
Durante el primer año de vigencia del acuerdo, el beneficio sería para 300 mil pares, alcanzándose 350 mil en el segundo y 500 mil a partir del cuarto. El caso es que el país no ha cubierto en ningún caso la cantidad.
Si en 2005 enviamos 216 mil pares, en 2006 apenas llegamos a 180 mil… sin perspectivas de mejorar el monto para este año.
La razón es simple: nuestros productores prefieren apostar a la segura en Estados Unidos, donde les pagan mejor precio.
Así de fácil.
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