Colocadas las posiciones en ruta de colisión, las señales apuntan a un inevitable choque de trenes entre las Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y la Comisión Federal de Competencia (CFC), cuya manzana de la discordia es, paradójicamente, el Ferrocarril Chiapas-Mayab
Emprendida la graciosa huida por parte de la firma estadounidense Genesse y Wyoming ante la negligencia del gobierno en reparar la vía que cruza el Soconusco, herida por el embate del huracán Stan en 2005, la dependencia encabezada por Luis Téllez pretende entregar la concesión al Ferrocarril del Sur.
La lógica es simple: la ruta originalmente era parte del troncal, sólo que a la privatización de éste, realizada por el Grupo Tribasa de David Peñalosa, no se aceptó su inclusión en el paquete, por lo que se le concesionó separadamente.
Las aguas, pues, volverían a su cauce.
El problema es que, colocada en punto crítico de sobrevivencia, Tribasa le vendió la concesión al magnate Carlos Slim Helú, quien a su vez hizo lo propio con el grupo Industrial Minera México, que ya era propietario del Ferrocarril Mexicano, es decir, el segundo de los tres troncales en que se dividió el sistema ferroviario a su traspaso al capital privado.
El caso es que, a contrapelo de la Ley, la empresa de Germán Larrea Mota Velasco integró los dos troncales en uno antes de solicitar la autorización de la Comisión Federal de Competencia, en la presunción, quizá, de que ésta llegaría en automático dado el hecho consumado… y la influencia del dueño en el gobierno foxista.
Bautizado el niño, pues, ni modo que los padres se opusieran a la boda.
El caso es que la CFC, en alarde de autonomía, no sólo dijo no, sino que ordenó la disolución del vínculo, contra lo cual el grupo industrial Minera México inició una farragosa batalla legal aún no concluida.
El hecho es que, bajo la perspectiva actual, entregar al binomio Ferromex-Ferrosur la concesión del Chiapas-Mayab implicaría, prácticamente, regresar al escenario del sistema ferroviario en la fase previa a su privatización.
Aunque algunos la consideran una ruta poco rentable, lo cierto es que ésta alcanza 321 kilómetros, con derecho de paso hacia Coatzacoalcos y Salina Cruz, justo vía el Ferrocarril del Sur, pasando por los puertos estratégicos de Progreso, Minatitlán, Madero, es decir, Yucatán, Veracruz y Chiapas.
La posibilidad habla, incluso, de conexión hacia el Ferrocarril del Istmo en Tehuantepec, planteada como la ruta que permitiría el paso de carga del océano Pacífico al Atlántico, en un escenario hacia el norte más ventajoso que el Canal de Panamá.
De hecho, en los ocho años en que operó la concesión la firma Genesse y Wyoming no se sabe que hubiera tenido pérdidas… pese a las mil zancadillas que le colocó el gobierno de Chiapas encabezado por Pablo Salazar Mendiguchía, para proteger sus intereses personales en el transporte terrestre de carga.
Entre los productos que transportaba el ferrocarril que empezó a operar en 1920, estaban cemento, maíz, arroz, azúcar, combustible, diesel, gas propano y fertilizantes, en un escenario de conexiones hacia Centroamérica y el centro del país.
El problema fue Stan”, a cuya furia se deslavaron ocho puentes; se provocaron daños a 56 más entre los poblados de Arriaga y Tapachula, además de cortarse el acceso de Tonalá a Ciudad Hidalgo y el puente internacional de Tecum Umán de Guatemala.
Los peritajes hablaban de la exigencia de reconstruir al menos cinco kilómetros de vía.
El caso es que bajo diversos pretextos el gobierno soslayó la reparación de las vías, pese a que la firma estadounidense estaba dispuesta a pagar una parte de los 400 millones de pesos requeridos.
El sexenio foxista se agotó en promesas… que se alargaron en el actual.
Agotada su paciencia, Genesse y Wyoming abandonó olímpicamente 22 años adicionales para extinguirse la concesión.
Ahí se ven.
Por lo pronto, a regañadientes la Secretaría de Comunicaciones y Transportes aceptó que en un plazo breve la concesión la opere el gobierno… mientras se busca la forma de plantear una licitación a modo en favor de Ferrosur.
La colisión es inevitable.
Balance general
En una actitud que remite a la esquizofrenia, hete aquí que la representación empresarial no se presentará hoy a una reunión convocada por la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados para discutir la propuesta de reforma integral de la Hacienda Pública en la mesa.
El cónclave iba a hacer el primero con carácter formal a que habían convocado los legisladores encabezados por el priísta Jorge Estefan Chidiac, lo que profundizó el malestar de éstos. Se quedarán, pues, vestidos y alborotados.
La paradoja del caso es que el desaire llega justo cuando los cúpulos habían endurecido sus críticas en torno de la propuesta, tras el panegírico inicial.
Una de tres: Los regañaron en Los Pinos por hacer olas, lo que los obligó a alinearse; los convencieron de que el asunto estaba cabildeado con el PRI y el PAN, por lo que se hacía inútil el esfuerzo… o se están esperando a discutir la propuesta del Frente Amplio Progresista, con la que, según el presidente Felipe Calderón, hay marcadas coincidencias.
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La semana próxima culmina el proceso que le abrió Caminos y Puentes Federales de Ingresos a la empresa constructora Gutsa propiedad de Diego Gutiérrez Cortina, a la que acusa de incumplir un contrato de 335.19 millones de pesos para obras de mantenimiento.
El procedimiento administrativo, lo recordará usted, se abrió el 26 de junio pasado, tras desalojarse con la ayuda de la fuerza pública a los trabajadores de la firma.
La manzana de la discordia son los tramos conocidos como “Morelos” y “Guerrero” de la llamada Autopista del Sol, que corre de Cuernavaca a Acapulco. Estamos hablado de 59.7 kilómetros.
El caso es que el contrato se pactó en diciembre de 2003, bajo la promesa de Gutsa de concluir las tareas en 270 días, con la novedad de que el avance es de sólo 30 por ciento, es decir, hay retrasos de mil 200 días.
Peor aún, Gutsa ha cobrado 13.81 millones de pesos más de la previsto por supuestas obras no contempladas.
El caso es que, en los 15 días que se le otorgaron para plantear pruebas de descargo, la empresa no logró convencer de su inocencia, lo que sugiere que será condenada.
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La noticia es que la revista Business Week ubicó a la firma de telefonía móvil Iusacell entre las 100 empresas del ramo en el mundo mejor posicionadas tecnológicamente, en su tradicional listado anual.
El sondeo, realizado por Standard & Poor’s Compusat, se realizó entre 28 mil compañías de tecnología de la información. El ranking lo encabeza Internet Amazon, ubicándose Iusacell en el sitio 33, por encima de firmas como Siemens, localizada en el escalón 34; Hewlett-Packard (35), Canon (51) y Toshiba (68).
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A contrapelo de las versiones que hablan de una caída dramática del mercado interno, los establecimientos afiliados y la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicios y Departamentales incrementaron en junio pasado sus ventas a tiendas totales en 12 por ciento, y a tiendas iguales, es decir, incluyendo sólo las existentes entonces, en 3.4.
Ahora que el mes tuvo un sábado más que el de 2006.
barrancoalberto
@prodigy.net.mx
