Ubicada como la prueba de fuego para el inexperto secretario del Trabajo, Javier Lozano Alarcón, la negociación para evitar la huelga en la industria azucarera nacional derivó en una carambola de tres bandas? por más que la mecha se apagó diez minutos antes de la explosión.
Colocadas las apuestas 100 a uno a que se paralizaría la producción de azúcar en el país en plena zafra, hete aquí que el acuerdo disipa la tensión que enfrentaba permanentemente a las partes; abre la llave a una modificación de fondo del contrato-ley; plantea el escenario para la modernización y, de pasadita, coloca al sector en opción de enfrentar con mayor dignidad el desmantelamiento de aranceles previsto para el año próximo en el marco del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
De entrada, el marco le pone los puntos sobre las íes a las futuras revisiones contractuales, al plantear porcentajes de incremento salarial y prestaciones por encima de la inflación? pero por debajo de las expectativas de los sindicatos ante la escalada de precios que volvió inaccesible la cuesta de enero.
Estamos hablando de siete puntos porcentuales. Cuatro directo al tabulador y tres en prestaciones, en línea con los porcentajes con los que el gobierno de la ciudad conjuró la amenaza de huelga en el Servicio de Transportes Eléctricos.
Más allá, el acuerdo le cerró la puerta a un conflicto que había provocado ya cuatro huelgas previas en los 58 ingenios del país, la última de las cuales llegó en noviembre pasado. Estamos hablando de un largo diferendo sobre la forma de enfrentar las solicitudes de jubilaciones y pensiones.
De acuerdo a la percepción del sindicato del ramo, la obligación legal debía llegar, en consonancia con el contrato-ley, con una percepción equivalente al 180 por ciento del último salario del trabajador beneficiado.
De acuerdo a los propietarios de los ingenios, ésta alcanzaría, de acuerdo a una modificación realizada en el 2002 a la cláusula de la discordia con el aval de la Secretaría del Trabajo, el 100 por ciento.
En el ni-tú-ni-yo, finalmente, se acordó que los trabajadores se acojan al esquema que plantea el Seguro Social, es decir el 65 por ciento del promedio de percepciones de los últimos cinco años? pero liquidándose previamente a los trabajadores de acuerdo a lo estipulado por la Ley Federal del Trabajo.
Estamos hablando de una indemnización, a título de pago de marcha, equivalente a tres meses de salario integrado, es decir prestaciones, vacaciones, aguinaldo y anexas, más 20 días por año laborado.
Ahora que bajo el nuevo esquema los trabajadores que tengan apenas 15 años de antigüedad podrán jubilarse a condición de que hayan cumplido 65 años de edad. Más aún, bajo un esquema equivalente podrán solicitar su retiro aquellos que alcancen 60 en adelante.
Desde otro ángulo, el arreglo a que se llegó bajo el arbitraje incisivo, tenaz, infatigable, del secretario y el subsecretario del Trabajo, Javier Lozano Alarcón y Álvaro Castro, habla de sentar las bases para la modernización del contrato-ley que rige a la industria.
El pacto habla de abrir un espacio de 30 días para plantear propuestas, y de 90 para hacerlas efectivas con el consenso de las partes.
Estamos hablando, por ejemplo, de eliminar el escalafón ciego que obliga a otorgar ascensos a los trabajadores bajo la base estricta de su antigüedad, es decir a soslayo de sus habilidades; de mantener lo que se califica como plantilla adecuada para cada ingenio, es decir el número de trabajadores que reclame la actividad, ni uno más, pero tampoco ni uno menos.
Se trata, en abundancia, de reconocer las multihabilidades de un trabajador, es decir la posibilidad de que un mecánico haga tareas de soldador o de plomero.
Ahora que el nuevo escenario le abriría la puerta a la anunciada reconfiguración de las unidades productivas, es decir aprovechar el bagazo de caña para generar energía eléctrica más allá del autoconsumo; orientar parte de la infraestructura hacia la producción de etanol como oxigenante de las gasolinas; plantear esquemas de producción más acordes con la competencia feroz del exterior?
La tarea, naturalmente, es contra reloj, dada la cercanía del 2008 en que de acuerdo a lo previsto en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte se abra la frontera a la importación libre de azúcar.
Por lo pronto, la bala le pasó rozando a la industria en un momento difícil, dada la caída de 14.40 por ciento en la producción de azúcar registrada en la zafra 2006/2007, tras la parálisis de noviembre pasado provocada por la huelga a la que aludíamos.
El cálculo habla de una producción total de cinco millones 976 mil toneladas del dulce.
Y, por lo pronto, además, el aún flamante Secretario del Trabajo, experto en telecomunicaciones, entró con el pie derecho a un cargo para el que no le daban ni tres meses.
Orejas y rabo.
Balance general
Lo cierto es que la contratación del ex secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz, como integrante independiente del Consejo de Directores del poderoso banco inglés HSBC (Hong Kong Shangai Bank Corporation), no se pactó a su salida del cargo.
Lanzado el anzuelo en septiembre del año pasado, el ex funcionario dio el sí al mes siguiente, es decir dos meses antes de la extinción del alocado gobierno foxista.
El trato se cerró tras una consulta realizada con el ex procurador Fiscal, Luis Mancera, quien garantizó que no habría ningún problema con la Ley de Responsabilidades de Funcionarios Públicos, pese al bagajo de información privilegiada con que saldría Gil Díaz.
Lo curioso del caso es que para entonces la dependencia aseguraba que la siguiente meta del poderoso ex funcionario sería la academia? en Estados Unidos.
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Será hasta la primera semana de febrero cuando se clarifique con certeza quiénes pelearán la presidencia del Consejo Coordinador Empresarial, por más que hasta hoy están en el cartel los ex presidentes de la Concamín, Alejandro Martínez Gallardo, y del Consejo Nacional Agropecuario, Armando Paredes.
La terna definitiva saldrá entre los tres que tengan mayor número de menciones por parte de los 70 integrantes de la asamblea de la cúpula de cúpulas, 10 por cada uno de los organismos que lo integran.
La única restricción es que quienes representan a la Coparmex, dado que un integrante de ésta es el actual dirigente, unifiquen su voto por un solo prospecto.
Por lo pronto, existe certeza de que aparecerán nombres que hasta hoy no han sido mencionados, con énfasis en empresarios gigantes.
Habrá, pues, caballo negro.
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?Les quiero compartir -les dijo letra por letra el presidente de la Asociación Mexicana Distribuidores de Automóviles, Andrés Ocejo, a un grupo de reporteros-, que un alto funcionario de Ford Motor Company, el presidente de la empresa en América del Sur, Dominique Di Marco, me dijo en el Autoshow de Detroit, que la primera gran inversión de la empresa para este año, mil millones de dólares, se va para Brasil, no para México?.
La razón, según ello, se reducía a una sola palabra: Impuestos.
El caso es que la armadora se apresuró a desmentir la especie, aduciendo que nunca hubo diagnóstico, es decir la apuesta se diseñó desde el primer día con proa a Brasil.
Ahora que la indiscreción llegó en el marco del anuncio del organismo de promover amparos entre sus asociados y clientes contra la reducción del monto a que tenían derecho a deducir fiscalmente quienes compraran un vehículo nuevo.
Hasta el año pasado el nivel era de 300 mil pesos, reduciéndose para éste a 175 mil.
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Incontenible en su crecimiento, la línea aérea de bajo costo Volaris está abriendo nuevas rutas. A partir de febrero su tradicional vuelo a Guadalajara tendrá escala en el Bajío, concretamente en el aeropuerto de León, alcanzando además a Hermosillo.
Una semana más tarde la aerolínea que encabeza Pedro Aspe Armella inaugura una frecuencia a Monterrey partiendo de Tijuana, además de otra Toluca-San José del Cabo que tendrá una conexión adicional a Tijuana.
Más aún, de la capital de Baja California se podrá volar a Morelia.
La propiedad de Volaris la comparten además la línea aérea Transportes de Centroamérica (TACA), Televisa y el magnate Carlos Slim Helú.
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En respuesta al espectacular lanzamiento de PepsiMax, la marca emblemática de gaseosas sin calorías de su rival, Coca Cola está lanzando un nuevo producto: Coca Cola Zero, una nueva versión light sin azúcar ni calorías.
De acuerdo al cálculo de la firma, el producto tendrá un sabor idéntico al regular.
La apuesta es la primera que realiza la firma en México bajo la dirección de Felipe Burgas, quien hace unos días apenas asumía la Vicepresidencia de Mercadotecnia tras incursionar en América Latina, Sudamérica y el Caribe.
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Cementos Mexicanos refrendó un convenio con el Banco Interamericano de Desarrollo y la Universidad Anáhuac para apoyar a las pequeñas y medianas empresas.
Estamos hablando de un programa que alcanza a 100 empresas clave a quienes se les capacitará en materia de competitividad y oportunidad de acceso a los mercados.
Naturalmente, la idea es que la semilla germine hacia miles de empresas que compartirán la experiencia bajo la tutoría de las guías.
La cruzada costará 2.5 millones de dólares que aportará el BID.
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Después de 11 años como presidente de la región sur de Europa, África, Medio Oriente y Asia de Cementos Mexicanos, José Luis Sáenz de Miers ha decidido retirarse de la empresa.
La renuncia se hará efectiva el 28 de febrero.
Sin embargo, la compañía de Lorenzo Zambrano no lo sustituirá, dado que la zona se entrega a una nueva región operativa con alcances a Europa, Medio Oriente, África y Asia, que presidirá el responsable de Europa, Fernando A. González.
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El Grupo Mexicano de Desarrollo y Cementos Mexicanos construirán una terminal marítima en el Puerto de Lázaro Cárdenas, Michoacán, con una inversión de 60 millones de dólares que aportarán las firmas a partes iguales.
Sin embargo, el porcentaje de capital del GMD/. compartirá con la empresa italo-argentina Techint, quien invertirá a su vez a subirse al barco a las empresas Carbonser y Travenings.
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