Finalmente, 14 años y tres sexenios después, el gobierno se meterá en el espeso lodazal que representa la constitución de la firma Mexicana de Lubricantes, en cuyo marco se desgranan complicidades, canonjías sin límite y violaciones interminables a los contratos pactados
La paradoja del caso es que la gota que derramó el vaso fue la revelación, por la vía indirecta, de las pérdidas multimillonarias que la empresa le ha provocado a Petróleos Mexicanos (Pemex), su socio minoritario.
De acuerdo a la Asociación Mexicana de Productores de Lubricantes Mexicanos, la pésima administración de la compañía que privatizó parcialmente Impulsora Jalisciense encabezada por Salvador Martínez Garza, ha afectado el ingreso bruto de la paraestatal en cinco mil 200 millones de dólares, lo que representa una pérdida de utilidades de tres mil 262.5 millones.
Lo inaudito del asunto es que los números se hayan filtrado sin el consentimiento de la empresa, quien mantiene cerrados sus libros a la paraestatal desde hace seis años… en afán de evitar la pérdida de sus derechos patrimoniales.
Hete aquí que en el contrato de compra-venta de las plantas que permitieron constituir a Mexicana de Lubricantes se estipulaba que la sociedad entre Pemex y la Impulsora Jalisciense se disolviera automáticamente al momento en que la firma acumulara dos años de pérdidas.
El caso es que la compañía llegó a los números rojos en 1997 y 1999, registrando en los años siguientes utilidades simbólicas en un evidente gesto de simulación.
Ahora que aparentemente en su incapacidad para sostener la comedia, Mexicana de Lubricantes dejó de exhibir sus estados financieros de 2001, 2002, 2003, 2004, 2005 y 2006, con la novedad de que tampoco ha permitido que su socio minoritario nombre a los consejeros y comisarios que le corresponden, en afán de impedir la certificación.
El hecho es que Pemex tampoco hizo gran cosa para presionar jurídicamente el cumplimiento del contrato, o exigir, en uso de sus derechos minoritarios, la convocatoria para una asamblea de socios.
La lógica de la medida se fundamenta en que además de entregarle a la Impulsora Jalisciense las plantas con números negros, se le concedió una inaudita exclusividad de 20 años para vender los productos en la cadena de gasolineras de Pemex; se le permitió pagar la privatización en abonos, y se le concesionaron a título gratuito las marcas a explotar por 20 años…
Peladito, pues, y en la boca.
Perder dinero, bajo esas condiciones, sería un pecado imperdonable. El asunto es que no fue ésta la única violación flagrante de una cláusula del contrato de privatización.
Hete aquí que otra estipulaba que la sociedad se disolviera al momento en que una de las partes fuera embargada.
A la letra, el texto firmado el 19 de enero de 1992 anotaba que “si una parte considerable de los activos de la empresa o el socio sean embargados en todo o en parte, o se presenta un conflicto que le afecte en forma sustancial, la relación quedaría finiquitada”.
Y hete aquí que el 18 de octubre de 1996, tres años después de la venta de las cinco plantas de la empresa pública, el entonces banco Inverlat embargó a Mexicana de Lubricantes por un adeudo de cinco millones de dólares, cuya paridad para entonces se ubicaba en 7.98 pesos.
El golpe está anotado en el Registro Público de la Propiedad de Jalisco, tomo 6, apéndice 12-Doc, con folio 4624.
Ahora que en la feria de complicidades, hete aquí que pese a la pésima relación con su socio privado, Petróleos Mexicanos le otorgó a Mexicana de Lubricantes una catarata de contratos de maquila con materias primas prácticamente regaladas.
Más aún, Pemex defendió a la firma contra la Comisión Federal de Competencia (CFC) en un litigio para anular la exclusividad de venta por 20 años de sus marcas MexLub y Akron en la red de gasolineras.
Y si le seguimos, aunque la paraestatal, vía Pemex Refinación, emitió una resolución el 21 de noviembre de 2005 que en el papel le daba fin a la exclusividad, turnándole copia de ésta a la Comisión de Mejora Regulatoria, quien la publicó en el Diario Oficial de la Federación, lo que la elevaba la norma jurídica de interés público… Semanas después el apoderado legal de la paraestatal, José Ramón Rodríguez Jiménez, le notificaría a centenares de gasolineras que se les rescindiría el contrato de franquicias en caso de no respetar la exclusividad en la venta de los productos Mex Lub y Akron.
¿Se atrevería el gobierno ir a la profundidad del pantano, caiga quien caiga?
Balance general
La versión que corre insistente en el ámbito privado habla de la exigencia planteada hace unos días por el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) al gobierno para realizar ajustes al gabinete, con la mira de enfrentar con mayor posibilidad los efectos de la desaceleración económica de los Estados Unidos.
Según ello, se planteó cortar tres cabezas: las de los secretarios de Comunicaciones y Transportes, Luis Téllez, y de Turismo, Rodolfo Elizondo, además de la del director general de Petróleos Mexicanos, Jesús Reyes Heroles.
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Bajo el argumento simple de “convenir así a nuestros intereses”, el banco de capital inglés HSBC canceló una cuenta abierta a nombre de “Honestidad Valiente”, en la que se canalizaban donativos para apoyar al llamado gobierno legítimo que encabeza Andrés Manuel López Obrador.
La cuenta identificada con el número 04038497855 había permitido captar hasta la semana pasada 30 millones de pesos de aportaciones de 12 mil simpatizantes durante 10 meses.
Como usted sabe, el ex secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz, fungía hace unas semanas como miembro del Consejo de Directores de la intermediaria que adquirió los activos del Banco Bital, cuyo socio mayoritario era Antonio Del Valle.
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Candidateado largamente como el prospecto del presidente Felipe Calderón para llenar la vacante de siete meses en una vicegubernatura del Banco de México, lo cierto es que el ex director general del Instituto Mexicano del Seguro Social, Santiago Levy, ya amarró chamba… en el extranjero.
El también ex subsecretario de Egresos de Hacienda será economista en jefe del Banco Mundial.
De hecho, ya tiene listas sus maletas.
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La noticia es que la naviera asiática Oriente Oversess Container Lincs está cancelando su ruta entre México, Estados Unidos y la Unión Europea, ante un acuerdo pactado con sus nuevos socios, las firmas Hapay-Lloyd, Nipón Yusen Kaisha y Malaysis Internacional Shipping Corporation.
La compañía operaba con dos barcos que atracaban en Veracruz para seguir en ruta a Houston y llegar al viejo continente.
Los buques se cargaban con limón persa, jugo de naranja concentrado, resinas, plataformas CKD y bolsas de aire para la industria automotriz.
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Aunque la operación se amarró al alcanzar compromisos de venta por 52.2 por ciento del capital, Cementos Mexicanos mantendrá viva su oferta a los accionistas de la firma australiana de materiales para construcción Rinker hasta el próximo viernes.
De acuerdo al cálculo de la firma se recibirán aún entre el cinco y el 10 por ciento de aceptaciones adicionales.
Por lo pronto, los 478 millones 265 mil 445 acciones comprometidas implicarían para la empresa de Lorenzo Zambrano una erogación de ocho mil millones de dólares.
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