En ruptura de su esquema tradicional, la Comisión Federal de Competencia (CFC) metió reversa a una resolución que prohibía la concentración entre las empresas The Coca-Cola Export Company, Fomento Económico Mexicano y Jugos Del Valle, que en la valoración original se consideró nociva
Lo inaudito del asunto, además, es que la marcha atrás llegó en concierto con una operación para limpiar de culpa tanto a las embotelladoras de Coca-Cola como a la productora de jugos a fusionar.
De la noche a la mañana, pues, los expedientes quedaron limpiecitos… si bien con un buen costo para las firmas.
La operación escoba se inició hace unos días, cuando, ante la sorpresa de tirios y troyanos, 15 plantas de Coca-Cola cubrieron una millonaria multa que les había impuesto la propia CFC, contra la que se habían amparado en cascada.
Estamos hablando de 157.9 millones de pesos, equivalentes a 10 millones 530 mil por embotelladora.
El sustento del castigo se ubicaba en supuestas infracciones al artículo 10 de la Ley Federal de Competencia Económica, que prohíbe el desplazamiento indebido de la competencia.
Concretamente se hablaba de la imposición a pequeños comercios de una serie de condicionamientos para permitir la comercialización de Coca-Cola, en afán de desplazar las posibilidades de sus rivales, con énfasis en Big Cola.
La catarata hablaba de negativa de venta a quienes comercializaran las marcas de la competencia; negativa de canje de los productos promocionales de la firma a quien se oponga a la exclusividad y retiro de refrigeradores, toldos para el sol, materiales promocionales y otorgamiento de subsidios a quienes se negaran a rechazar la venta de Big Cola.
Cerrado, pues, el capítulo, quedaba otro en el tintero: el procedimiento abierto por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) por presunto tráfico de información privilegiada por parte de Jugos Del Valle… en la fase previa a su venta a The Coca-Cola Export Company y Fomento Económico Mexicano.
Hete aquí que el valor de las acciones de la empresa propiedad de Roberto Albarrán empezó a crecer en forma vertiginosa sin que la emisora hubiera notificado al mercado algún evento relevante.
De hecho, la posibilidad de la operación se le notificó a la autoridad supervisora ante la presión de ésta para clarificar el insólito, dada la inmovilidad de los papeles en los últimos tres años.
De la noche a la mañana, pues, el costo al público empezó a mostrar una inaudita fortaleza, al punto de duplicarse en sólo tres semanas.
En total fueron cuatro los avisos-apremio que colocó en la mesa la CNBV durante las tres primeras semanas de diciembre del año pasado.
La operación se cerró la última semana de 2006.
El caso es que lo que apuntaba al gran asunto para el nuevo gobierno se cerró con una multa de un millón 946 mil 800 pesos… equivalente, si acaso, a un día de ganancia de los especuladores.
La explicación escueta de la dependencia supervisora fue que Jugos Del Valle entregó información insuficiente al mercado sobre sus negociaciones para venderse a la matriz mundial de Coca-Cola y a la principal embotelladora del país.
Naturalmente, a contrapelo de la tradición, Jugos Del Valle no objetó la sanción por la vía judicial. Ni modo que peleara la ganga.
Colocado, pues, el borrón y cuenta nueva, la pista estaba lista para la espectacular reversa de la CFC.
En lo que constituye un clásico no… pero sí, la dependencia encabezada por Eduardo Pérez Motta autorizó la concentración de The Coca-Cola Export Company y Femsa con Jugos Del Valle, condicionándola a que las fusionantes enmienden su conducta.
Dicho con todas las letras, la firma resultante se comprometió a no imponer exclusividades en el canal tradicional de refrescos o jugos, simular exclusividad a través de esquemas de descuento o negar la venta en función de productos a terceros. La veda alcanza también a la posibilidad de realizar ventas atadas entre refrescos y jugos.
Más aún, en patético acto de contricción, la nueva firma se compromete a desmantelar la exclusividad de venta de sus productos en la cadena de tiendas Oxxo de su propiedad… en un plazo de cinco años.
Y por si le faltara algún sacrificio de expiación, seguirá prestando refrigeradores a los changarros y aún pagándoles la luz… sólo que dejándole un cachito de espacio a las marcas de la competencia.
Operación escoba.
Balance general
Las señales apuntan a que el diferendo entre la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y la empresa estadounidense Genesse y Wyoming, quien mantiene aún la concesión del Ferrocarril Chiapas-Mayab, terminará en los tribunales.
De entrada, la dependencia encabezada por Luis Téllez no le ha dado el sí a la solicitud de la firma de retirarse de la concesión pactada a 30 años con sólo ocho de explotarla, dada su exigencia de que la ruta se entregue operando al 100 por ciento.
La manzana de la discordia es el reclamo de una devolución de 12 millones de dólares del monto pagado por ésta.
El plazo para respuesta se vence en unos días más, concretamente el 29 de julio.
La exposición de motivos de la empresa habla de que su rentabilidad se fue a pique ante la negligencia de la SCT para reparar los daños provocados en las vías al embate del huracán Stan en 2005.
Genesse y Wyoming esperó 20 meses a que la gota derramara el vaso.
Adicionalmente, la empresa habla de haber cumplido a su vez en tiempo y forma con los compromisos de inversión pactados, colocando en la mesa apuestas por 42.4 millones de dólares.
El Chiapas-Mayab, cuya operación se remonta a 1920, trabaja bajo condiciones muy distintas a las que existían en 1999, cuando se concesionó.
Lo dramático del asunto es que tras la promesa del ex presidente Vicente Fox de atender integralmente la reconstrucción, la firma estadounidense ofreció pagar la mitad de los costos de las reparaciones, cuyo monto global alcanzaba entonces 30 millones de dólares.
La parte del gobierno nunca llegó a la mesa, y ahora la reconstrucción costará el doble, es decir, 60 millones de billetes verdes… que pagará uno por uno el erario público.
El escándalo, pues, toca a la puerta.
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Una pregunta recorre México: ¿Cómo le va a hacer el presidente Felipe Calderón para cumplir la catarata de compromisos que ha venido enlistando al cobijo de la recaudación adicional que llegaría de aprobar el Congreso su propuesta de reforma fiscal?
De entrada, se habla de un ambicioso programa de construcción de infraestructura; de un impulso sin precedente a los programas sociales, y del reforzamiento a los ámbitos de promoción de justicia.
El caso es que de entrada 70 por ciento de los recursos previstos está etiquetado. Estamos hablando de 50 mil millones para la rezonificación del magisterio que se le concedió a la lideresa Elba Esther Gordillo; 50 mil más para subsidiar el Seguro Popular, y 40 mil para mantener en operación a la Compañía de Luz y Fuerza del Centro.
¿Habrá cobijo para todo?
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Como le habíamos anticipado, la asamblea de accionistas de la cadena de tiendas Elektra acordó constituir un fondo cercano a los cinco mil millones de pesos para recompra de acciones propias, aprovechando una coyuntura de subvaluación de éstas por parte del mercado.
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