Ubicado por lustros como el puntal del potencial exportador del país en un escenario que nos colocaba caminando sobre un terreno minado, el petróleo está reviviendo viejas glorias, encontrándose otra vez como el pivote para las incursiones de México en los mercados internacionales.
De hecho, las cifras preliminares del comercio exterior del año pasado lo señalan nuevamente como la carta fuerte del menú, con un crecimiento muy superior al del resto de las ventas del país.
Dicho con todos los números, mientras las exportaciones de crudo crecieron 22.6 por ciento, las mercancías ajenas a la causa lo hicieron sólo 16.7 por ciento.
Más aún, la dinámica rebasó la inercia del motor tradicional del impulso, es decir la industria maquiladora, cuyas ventas apenas subieron 15.6 por ciento. Ahora que la operación cangrejo, justificada naturalmente por un irracional incremento en la plataforma de exportación sin el consiguiente fortalecimiento de las reservas y el alto precio alcanzado en los mercados internacionales de crudo, se inició durante el sexenio pasado.
Si en el año 2000 las ventas petroleras alcanzaban el 9.84 por ciento de las exportaciones totales del país, en el 2003 habían saltado al 11.27, para llegar un año mas tarde al 12.38, creciendo en el 2005 al 14.13, y alcanzando el 15.62 el año pasado.
Visto desde el ángulo global, mientras en el periodo 2000-2006 las exportaciones no petroleras crecieron 26.40 por ciento, las de petróleo saltaban 138.81, en tanto las de maquila lo hacían en 40.79. De 12 mil 799 millones de dólares en el 2001 llegamos a 39 mil 124 en el 2006? frente a los 99 mil 300 de las exportaciones no petroleras y los 111 mil 900 de las derivadas de la actividad de maquila.
Y aunque la cifra facturada por ventas al exterior nos coloca al tú por tú con las grandes potencias exportadoras, por más que ya no estamos en el noveno lugar del planeta, lo cierto es que sin el petróleo el déficit de la balanza comercial habría sido de 44 mil 900 millones de dólares.
El problema, lo adivinó usted, es que el país no podrá mantener en los próximos años su alocada venta al por mayor de petróleo, ante la dramática declinación del potencial de sus yacimientos? en un escenario de precios declinantes en los mercados internacionales.
Desde otro plano, obsesionado el gobierno en jugar el 87 por ciento de sus cartas a una sola apuesta: el mercado de los Estados Unidos, los coletazos de la desaceleración económica del vecino país provocarán estragos.
Peor aún, la sequía nos llega justo cuando China nos desbancó como segundo proveedor del mercado constituído como el mayor importador del plantea.
México, pues, se ubica en el peor de los mundos ante la ausencia total de políticas públicas que permitan la expansión y la diversificación de los mercados y el desarrollo de negocios especializados que eslabonen las cadenas; una dramática pérdida de competitividad, y una política de promoción basada en la simulación y la improvisación.
Ahora que mientras las exportaciones no petroleras, es decir el lazo que logró sacarnos del pantano en 1995, tras la macrodevaluación de la moneda y la crisis de pagos del país, están perdiendo pila, las importaciones crecen a un ritmo que nos remite, justo, al último tramo del sexenio salinista. Lo grave del caso es que el rubro más socorrido es el de bienes de consumo, cuyas compras del exterior crecieron 121.51 por ciento durante el periodo 2000-2006.
El vértigo contrasta con el crecimiento de 26.6 en las importaciones de bienes de capital, es decir maquinaria y equipos para reforzar a la industria; el de insumos, cuyo nivel fue de 40.6, en tanto el de las importaciones de maquila alcanzó 41.8.
Sólo el año pasado las compras de bienes de consumo del exterior alcanzaron un global de 36 mil 977 millones de dólares, equivalentes al 17.32 por ciento de lo que se nos factura desde el exterior, en tanto las adquisiciones de bienes de capital apenas llegaron a 30 mil 525.
La paradoja del caso es que frente al páramo la respuesta del gobierno es desaparecer el Banco Nacional de Comercio Exterior, es decir la única carta que podría integrar las cadenas, además de transferir a una instancia burocrática sectorizada a la Comisión Nacional de Inversiones Extranjeras las tareas de promoción. Operación cangrejo.
Balance general
A la callada, el juez décimo cuarto de Distrito en Materia Administrativa, con sede en la capital del país, le otorgó una suspensión definitiva a una empresa concesionaria de televisión por cable contra la autorización de la Comisión Federal de Telecomunicaciones para que Teléfonos de México ofrezca servicios de televisión restringida en el marco del llamado triple play.
La firma que logró el campanazo la encabeza José Ciprés Villaseñor.
El paréntesis, naturalmente, le ata las manos a la empresa de Carlos Slim para operar en la materia bajo el paraguas del Acuerdo de Convergencia que a su vez le permite a las compañías que ofrezcan el servicio de televisión por cable operar en telefonía.
El mandato del juez de la causa obliga a la propia Cofetel y a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes a evitar que Telmex quiera saltarse las trancas hasta en tanto se dicta sentencia definitiva. La veda podría durar un mínimo de seis meses.
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La mala noticia para Altos Hornos de México, una de las firmas que mantiene vivas sus alianzas con el ex dirigente del sindicato minero, Napoleón Gómez Urrutia, es que por decisión mayoritaria de las bases integradas a las secciones 147 y 288, su contraparte en la negociación del contrato colectivo será Elías Morales, es decir el líder reconocido por la Secretaría del Trabajo.
De hecho, ayer se iniciaron las pláticas para evitar un eventual estallido de huelga. La firma encabezada por Alonso Ancira, como recordará usted, cobijó a Gómez Urrutia tras el estallido del escándalo que lo involucra en una presunta malversación de parte de los 55 millones de dólares que el sindicato debió prorratear entre los 10 mil trabajadores de Mexicana de Cobre y Minera de Cananea.
La acusación, documentada por evidencias de desvíos hacia cuentas personales del hijo de Napoleón Gómez Sada, obligó a éste a refugiarse en Canadá.
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La semana próxima se realiza en la ciudad de Seattle, Washington, la primera reunión del año del Consejo Asesor de Negocios del Mecanismo de Cooperación Asia-Pacífico conocido como APEC por sus siglas en inglés.
Lo interesante del asunto es que la representación de México, uno de los 21 países en concierto, integrada por el presidente de Coraza, Corporación Azteca, Julio A. Millán; el vicepresidente de Relaciones Institucionales y Comunicación de Cementos Mexicanos, Ricardo Charvel, y el director ejecutivo del Grupo Modelo, Juan Sánchez Navarro Redo, llega con un campanazo en la valija.
Estamos hablando de la aceptación de su propuesta para analizar el problema migratorio de la región desde una perspectiva utilitaria, es decir bajo el prisma de beneficios y perjuicios. De acuerdo a lo convenido por las partes, sólo habrá tres de las cuatro reuniones tradicionales del Consejo Asesor de Negocios del APEC (ABEC por sus siglas en inglés).
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Sin mayor alarde, ayer celebró Proyecto 40 su primer aniversario de transmisiones, que lo perfila como la alternativa para quienes buscan una opción inteligente, madura? y plural. Dirigido por Luis Armando Melgar, el canal de televisión abierta ha enriquecido sus programas con la discusión sin atajos entre personalidades de todas las corrientes políticas, económicas, sociales y culturales del país.
Cuatro mil 100 horas al aire en la otra televisión.
albertobach@yahoo.com.mx
barrancoalberto@prodigy.net.mx
