Colocada en la lista negra por los últimos gobiernos priístas y panistas al frustrarse su privatización, la industria petroquímica nacional, a soslayo del clamor de rescate de propios y extraños, es la gran ausente en la estrategia sexenal planteada por el Plan Nacional de Desarrollo
El tema, colocado con calzador al hablar de Pemex, ameritó tres líneas escasas del documento rector: "Por su parte, en petroquímica existe una industria desintegrada con altos costos de producción y baja competitividad, lo que genera montos insuficientes de inversión e importaciones crecientes".
Nada más. Ni objetivos, ni líneas de acción, ni presupuesto adicional, ni promesas…
A quién le importa que los complejos de Pemex se ubiquen como puntal del desarrollo de Coatzacoalcos en lo específico y Veracruz en lo general. A quién le importa la posibilidad de cadenas productivas que permitan generar los empleos que le darían congruencia, o quizá coherencia al gobierno actual.
A quién le importa si algunas de las plantas han debido venderse como chatarra ante la carencia de una partida mínima de mantenimiento. A quién le importa el valor agregado que plantea la producción, en un escenario en que el ingreso por petróleo crudo se volverá insuficiente.
Se diría, pues, que tras las maniobras del gobierno salinista para tenderle la mesa al capital privado al desclasificar como petroquímica primaria o básica una gama de productos que constitucionalmente se reservaba su explotación el Estado, se inició la cuenta regresiva de la industria.
De hecho, la creación en 1992 de Pemex Petroquímica como una de las vertientes del gigante, se interpretó como la puesta en escena de un órgano rector… para una participación privada mayoritaria en la materia, bajo el marco de petroquímica secundaria.
La estrategia se transparentó, o mejor dicho se desnudó al desaparecer la palabra petroquímica del Plan Nacional de Desarrollo 1995-2000 del gobierno del presidente Ernesto Zedillo.
Ahora que para evitar alguna duda, en el capítulo correspondiente al Programa de Desarrollo y Reestructuración del Sector de la Energía se colocó en dos líneas la consigna: "Desincorporar los activos de la petroquímica secundaria…".
El caso es que la venta se frustró, por más que primero se colocó en el escaparate al complejo de Cosoleacaque y luego al de Pajaritos, es decir dos cartas distintas para elección del cliente.
La frustración convocó a cortarle las alas a la industria por la vía más dolorosa: despojarla de las partidas de mantenimiento.
Que se mueran, pues, solitas.
Y aunque a la llegada del supuesto gobierno del cambio se replanteó la posibilidad de resurrección vía inversiones mixtas, la alternativa se quedó en palabras.
Si el proyecto Águila, es decir un complejo petroquímico en el parque industrial de Altamira, Tamaulipas, que construirá la empresa Bufete Industrial, la única de capital mexicano capaz de entregar plantas llave en mano, naufragó en los mares de la burocracia de Pemex…
…el proyecto Fénix , al que concurría como punta de lanza el grupo Alfa, fracasó a su vez ante la negativa de la Secretaría de Hacienda de permitirle a Pemex garantizar precios competitivos de materias primas a sus socios privados.
Y aunque se llegó a hablar de un proyecto reducido, éste tampoco cuajó ante la indiferencia gubernamental.
Lo curioso del caso es que en uno de los párrafos del documento introductorio del Plan Nacional de Desarrollo, a título de "La Visión México 2030", se habla de "una voluntad de cambio que es factible y cuyo propósito es el desarrollo humano sustentable. Una imagen de país a la vuelta de 23 años permite enfocar la acción conjunta de todos los mexicanos, marca un propósito común, un sueño compartido, un punto de arribo que sólo es posible alcanzar con el esfuerzo de todos".
El sueño, pues, no alcanzó a la petroquímica, lo que nos condena a seguir exportando petróleo crudo barato e importando petroquímicos caros.
Si en 1995 la balanza comercial de la industria química tenía un desequilibrio de mil 80 millones de dólares, al registrase exportaciones por tres mil 706 e importaciones por cuatro mil 715, en el año 2000 el desbalance era de cuatro mil 251.
Más aún, en el 2002, cuando las importaciones habían crecido a 10 mil 763 millones de dólares, el desequilibrio llegó a cinco mil 907, para alcanzar siete mil 164 en el 2005.
Para entonces las compras al exterior alcanzaban 14 mil 852 millones de dólares, es decir el equivalente a la recaudación adicional que plantea la propuesta de reforma fiscal en puerta.
Patito feo.
Balance general
Sin mayor ruido el ex presidente de la Reserva Federal de los Estados Unidos, Allan Greenspan, estuvo hace unos días en una visita relámpago al país invitado a dar una conferencia magistral por el fondo Carlyle.
El ex gurú de las finanzas en el país vecino platicó además con el gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz, y con algunos banqueros, a quienes les señaló que México se ubica en una encrucijada de dar el salto definitivo hacia el gran desarrollo… o naufragar en la mediocridad.
Entre los consejos del hombre que durante 18 años manejara las finanzas oficiales de Estados Unidos está el que México, al igual que Brasil, abra el escenario hacia tareas de exploración para Petróleos Mexicanos por parte del capital extranjero.
La providencia se fundamenta en la tradicional tendencia de atar las finanzas del país a los ingresos petroleros, cuando éstos están en franca declinación.
En un libro próximo a publicarse, Greenspan habla de los capítulos más dramáticos en la vida reciente de Estados Unidos. Por ejemplo, el que en 1987, a la vera del crack bursátil que arrastró a las Bolsas de todo el planeta, se estuvo a punto de cerrar las operaciones en Nueva York.
La encrucijada se repitió a la letra en el marco del fatídico 11 de septiembre, cuando el estupor vio con incredulidad el ataque aéreo a las torres gemelas de Nueva York y el edificio del Pentágono.
La obra le dedica un capítulo especial a la crisis de 1994 en México, donde el autor jugó un papel preponderante en la decisión del ex presidente William Clinton de arriesgar parte del fondo para defender la solidez del dólar frente a ataques especulativos para prestárselo a México… con la garantía de facturas por cobrar del petróleo.
El texto documenta las conversaciones con el ex presidente Ernesto Zedillo y el entonces secretario de Hacienda, Guillermo Ortiz.
El gurú en México.
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De estallar la huelga en siete de las nueve filiales extractivas del grupo Industrial Minera México a que las emplazó el sindicato minero, las señales apuntan a que la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje las declararía inexistentes.
El amago alcanza a las secciones 5 y 6 de San Luis Potosí, 11 de Chihuahua, 14 de Coahuila, 17 de Guerrero, 28 de San Luis Potosí, 65 y 201 de Sonora, y 201 de Zacatecas, bajo el argumento de no atenderse reclamos por violaciones al contrato colectivo.
El emplazamiento se vence el próximo lunes.
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