Telegrafiada largamente la derrota ante la alfombra roja que se tendió al enemigo desde el interior de Petróleos Mexicanos, finalmente la Comisión Internacional de Arbitraje oficializó su resolución contra la paraestatal en un añejo litigio contra un consorcio coreano
La empresa pública, pues, deberá indemnizar a éste con 630 millones de dólares, ante lo que se calificó de vicios ocultos en un multimillonario contrato otorgado durante el sexenio zedillista.
El castigo equivale a más de la tercera parte del valor de éste, cuyo monto alcanzaba mil 800 millones de dólares.
La manzana de la discordia son las obras de modernización y reconfiguración de la refinería ubicada en Cadereyta, Nuevo León… que siete años después de su inauguración a vuelo de fanfarrias aún están inconclusas.
Lo inaudito del asunto es que pese a la catarata de fallas, omisiones, improvisaciones y evidencias de utilización de materiales de segunda mano con que se entregaron las obras, la paraestatal aceptó el finiquito… lo que la obligó a empezar a pagar la factura a partir del 2001, es decir cuatro años después de la firma del contrato.
El documento lo avaló, por absurdo que parezca, el propio ex director general de la paraestatal, Raúl Muñoz Leos.
Más aún, un año antes, en este caso bajo la administración de Rogelio Montemayor Seguy, o si lo prefiere bajo la presión del ex director general de Pemex Refinación, Jaime Mario Willars, a quien se ubica como prófugo de la justicia, Pemex firmó documentos en los que aceptaba la existencia de un posible adeudo con el consorcio coreano cuya razón social se ubicó como Comproca, por trabajos complementarios y “ajuste de eventos críticos”.
Los papeles se firmaron, concretamente, el siete de julio y el 15 de noviembre de 2000.
El reclamo concreto de la compañía coreana SK Engineering aliada, a la firma del contrato, con la alemana Siemens y la mexicana Tribasa, apuntaba al desvío de la ruta del oleoducto que alimentaría las plantas de la refinería, ante la resistencia de los ejidatarios en ceder las tierras a su paso.
Digamos que Pemex se puso solito la soga al cuello… por más que en una reacción tardía intentó desconocer los documentos y obligar a los coreanos a recomponer la ruina entregada… lo que los puso en posición de recurrir al arbitraje internacional.
Colocadas, pues, de ese modo las cartas sobre la mesa, la paraestatal recurrió a un ardid: plantear a su vez un reclamo por una cantidad mayor a la reclamada por Comproca.
El golpe era de 900 millones de dólares por daños provocados al emplearse material de segunda importado de Corea en la realización de las obras, a contrapelo de la exigencia de un mínimo de contenido nacional.
La estrategia era simple: contrarrestar la ofensiva coreana con la simple transparencia del desastre, en cuya escena Cadereyta apenas podía trabajar a la sexta parte de su capacidad instalada, con la novedad de que se agotó la ruta crítica sin haberse terminado las 32 plantas del complejo.
Para acabar pronto, no llegaban ni al 60 por ciento los trabajos de las plantas conocidas como refinadora de ligeros, hidrosulfuradora de naftas, reformadora de naftas número uno y reformadora de naftas número uno con CCR… por más que se había obligado a la constructora a cambiar 300 válvulas que, a juicio de los peritos contratados, no reunían la calidad requerida.
El problema para la paraestatal es que a los árbitros designados para analizar el diferendo les pareció exagerado su reclamo.
La derrota, pues, era inminente.
De hecho, hubo voces que le sugerían a la empresa pública transar con los coreanos antes de la llegada de la guillotina, lo que impidió el temor de los funcionarios de involucrarse en un problema con la Secretaría de la Contraloría… por más que ésta por su cuenta había intentado la conciliación.
Crónica, pues, de una paliza anunciada.
Ahora que la lección desnuda una vez más el contubernio entre los contratistas y la paraestatal; la decidía con que se supervisan las obras; la incuria para hacer cumplir las normas primarias de convivencia internacional que obligan, por ejemplo, a utilizar un mínimo de materiales locales, y la falta de reglamentación adecuada.
Los coreanos importaron al país 400 jóvenes en opción de servicio militar, a los que se les improvisó como soldadores a cambio de un salario simbólico… y la elusión de la obligación de acuartelarse durante dos años.
La paradoja del caso es que Pemex lanzó en su momento las campanas al vuelo por haber conseguido un precio reducido para cubrir el contrato pactado bajo la modalidad de Pidiregas (Proyectos de Impacto Diferido en el Registro del Gasto).
El caso es que el costo real de éste al final del día será de dos mil 430 millones de dólares, monto superior al que en su momento solicitaba la principal postora mexicana, es decir el grupo ICA.
Un abonito más a la causa de la corrupción.
Balance general
La noticia es que Altos Hornos de México se levantó por enésima vez de la mesa de negociación para intentar un convenio de reestructura de su colosal deuda que hasta hace siete años, cuando se declaró en suspensión de pagos, ascendía a mil 800 millones de dólares.
El desaire, esta vez, fue para los tenedores de bonos de deuda, por más que parecían el segmento de acreedores más cómodo para negociar.
Anteriormente se quedaron con un palmo de narices los bancos y los proveedores de la compañía que acaba de anunciar ganancias por casi 500 millones de pesos durante el año pasado.
* * *
Quien se lanza de lleno a su fortalecimiento es el grupo Transportación Marítima Mexicana de José Serrano Segovia, con una millonaria inversión para reforzar su flota terrestre con 271 tractocamiones, de los cuales ha recibido ya 130, además de 305 trailers de los 370 adquiridos.
La compañía acaba de inaugurar una terminal de mantenimiento de tractocamiones, además de modernizar su firma de almacenaje general y fiscal.
En el plano de transporte marítimo, la empresa está en tratos con Petróleos Mexicanos para participar en la licitación para fletar 10 naves que complementen la flota de la empresa pública en la mira de distribuir productos petrolíferos a lo largo de las costas del Pacífico y el Golfo de México.
La paraestatal será dueña de 10 embarcaciones, tras sustituir seis de ellas en proceso de obsolescencia.
* * *
El campanazo, en materia de resultados al primer trimestre del año de empresas públicas, lo ofreció el grupo Elektra, al registrar un crecimiento de 117 por ciento en sus utilidades netas, para llegar a dos mil 230 millones de pesos.
Los ingresos del conglomerado dirigido por Carlos Septién que integra el Banco Azteca, Seguros Azteca y Afore Azteca, alcanzaron un inaudito monto de ocho mil 566 millones de pesos.
La compañía logró abatir en siete por ciento sus costos totales.
* * *
A la vera de la inauguración del fraccionamiento “Los Héroes” en Tecamac, Estado de México, a la que acudió el presidente Felipe Calderón, el director general de la Comisión Nacional de Vivienda, Carlos Gutiérrez Ruiz, anunció un nuevo programa de créditos que pretende romper todas las marcas en materia de construcción de vivienda.
albertobach@yahoo.com.mx
barrancoalberto@prodigy.net.mx