Paradojas de la vida: Después de rechazar tajantemente la posibilidad de subirse a la oferta del gobierno capitalino para refinanciar su deuda, ahora resulta que el Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras), está puestísimo para entrarle… a toro pasado
La rendija por la que plantea colarse habla de igualar la mejor oferta en materia de réditos y plazos planteada por alguno de los 12 bancos nacionales o extranjeros que le entraron a la apuesta.
La tirada del banco de desarrollo encabezado por el subsecretario de Hacienda, Alonso García Tamez, es asumir 18 de los 38 mil millones de pesos de capital fresco con que se amortizará la deuda de corto y mediano plazo de la ciudad de México, para llevarla a un perfil de vencimiento de 30 años.
Lo inaudito del caso es que el monto representa 70 por ciento de las existencias de recursos de Banobras, lo que prácticamente reduciría su acción a las tareas inherentes al Fondo de Infraestructura para las Entidades Federativas, conocido como Finfra.
La urgencia de la intermediaria por entrarle al ruedo es doble: evitar ser marginado de la operación de financiamiento más grande en la historia del país, y colocar la divisa del gobierno federal en el proceso, en un escenario en que privó la mezquindad partidista.
Como recordará usted, la Secretaría de Hacienda se esperó al cuarto para las doce para otorgar su autorización a la operación, pese a que su diseño tenía la garantía de la máxima autoridad del país en materia de reestructuración de deudas estatales: el ex secretario de Hacienda, Pedro Aspe.
El presidente del banco de inversión Protego había sido, entre otras tareas afines, el artífice para evitar que la magnitud de su deuda asfixiara al gobierno del Estado de México.
En el camino, fiel a la consigna, el director general de Banobras alardeó primero de que sin éste el gobierno capitalino estaría perdido en el intento; luego alegó que la propuesta era inoportuna, al no haber en los mercados tanto dinero para avalar la apuesta, para al fin señalar con todas las letras que el banco no estaba interesado.
En el camino volaron papeles en el escritorio y salieron casi a empujones dos funcionarios de la Secretaría de Finanzas del gobierno de la ciudad.
Más aún, hete aquí que convocados el gobierno federal y el capitalino a un seminario en Nueva York por parte de una de las calificadoras de deuda de Estados Unidos, se había planteado que coincidieran en una mesa el secretario de Finanzas de la metrópoli, Mario Delgado, y el propio García Tamez… a lo que éste se negó tajantemente.
El numerito provocó el desorden de las ponencias.
Lo cierto es que planteada la coyuntura en un escenario de alta liquidez de los mercados: 62 mil millones de dólares por parte de las Sociedades de Inversión de las Administradoras de Fondos para el Retiro en la parte interna, y un billón de dólares en las existencias de los bancos en la Reserva Federal de Estados Unidos, las ofertas para asumir el refinanciamiento llegaron por un monto equivalente a más del doble.
Estamos hablando de 77 mil millones de pesos.
El héroe de la jornada, más allá de planteamientos y fórmulas, había sido la calidad crediticia triple A que le colocaron a la ciudad de México las calificadoras Standard and Poor’s y Fitch Ratings.
Lo inaudito del asunto frente a la reticencia del gobierno federal en autorizar la operación pactada el 29 de mayo con vigencia de 60 días de las ofertas, es que en su momento el gobierno capitalino le tendió la mesa al federal para subirse al podium.
El anuncio de la buena nueva para los habitantes de la metrópoli: mil 500 millones de pesos de ahorro de intereses; reducción de los pagos de capital en más de 20 mil millones entre el 2008 y el 1012; alargar el plazo de amortización de 8.8 a 30 años…, se haría en conjunto.
El gobierno federal —habría dicho el discurso—, otorga con gusto su aval para permitir un nuevo perfil de deuda que le ofrezca a los capitalinos la posibilidad de más obra pública… con prioridad en el drenaje profundo.
El gobierno rechazó el banquete político que habría equivalido a algo más que tomarse una foto juntos el presidente Felipe Calderón y el jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard.
En el camino se habló de que se acercaba el dos de julio, y que se tenían noticias de que el gobierno capitalino estaba financiando la monumental marcha de protesta que encabezaría Andrés Manuel López Obrador; que no se veía por ninguna parte aunque fuera un guiño que representara una señal de acercamiento…
El resto usted lo conoce. Siempre sí.
Balance general
Descalificado el consorcio integrado por las empresas italianas Impregila y Techint, en alianza con la mexicana Prourbe del Bajío, la pelea por el multimillonario contrato para construir la central hidroeléctrica La Yesca en la frontera de Jalisco y Nayarit será local.
El grupo ICA, en sociedad con las firmas Promotora e Inversiones Adias y la Peninsular Compañía Constructora, contra la Promotora de Desarrollo de América Latina, propiedad de Carlos Slim.
La ventaja, por lo pronto, es de la primera, al presentar una oferta de 767 millones 667 mil dólares, frente al techo de 833 planteado por la Comisión Federal de Electricidad.
Ideal planteó a su vez 808 millones 179 mil, en tanto el consorcio que no alcanzó boleto a la final pedía 850 millones 981 mil.
El empate técnico está descartado, al resultar de cinco por ciento la diferencia entre el primero y segundo sitios.
El vencedor de la pelea, confrontadas las ofertas técnicas, se dará a conocer antes del seis de septiembre.
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Telegrafiado su resultado desde el momento en que se integró el equipo de peritos que analizaría el alegato de las partes, ayer se oficializó la victoria patronal en el Conflicto Colectivo de Naturaleza Económica planteado por Mexicana de Aviación contra la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación.
Estamos hablando del primer laudo que se expide desde que se planteó la posibilidad vía la Ley Federal del Trabajo.
El resto de las demandas se conciliaron antes de llegar al capítulo final.
Por lo pronto, obligado a aceptar una reducción salarial de 35%, además de trabajar 10 horas diarias, a reducir los descansos y el monto de los viáticos, el sindicato de sobrecargos que encabeza Francisco Villarreal buscará un amparo contra la medida.
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En lo que se plantea como un largo periplo para sensibilizar a la población sobre la dramática situación del Instituto Mexicano del Seguro Social, el director general del organismo, Juan Molinar Horcasitas, estará mañana ante el pleno del Consejo Coordinador Empresarial.
La jornada alcanzó ya a la Cámara Americana de Comercio y a la Cámara de Diputados, con el objetivo, en este último caso, de evitar que se le exija al organismo para 2008 crear reservas multimillonarias en detrimento de su gasto de operación.
En el 2005 éstas fueron de 25 mil millones de pesos, y el año pasado y el que corre de 20 mil.
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Finalmente el Grupo Elektra recibió una autorización en firme para incluir en su operación transacciones financieras bajo la razón social Banco Azteca do Brasil.
Con el carioca son ya cinco los países que alcanza la intermediaria en América Latina.
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