En nostalgia, tal vez, de la usanza antigua, cuando los únicos chicharrones que tronaban eran los de los aciques, el presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Construcción, Nezahualcóytl
Salvatierra, está aplastando de golpe la representación del organismo en la capital del país
En la maniobra, que dejaría verdes de envidia a los viejos priístas y a los panistas de nuevo cuño, se emplean las estrategias más burdas para cerrar el paso a la voluntad de las bases.
La última maniobra es de antología: Hete aquí que convocada para el 28 de febrero una asamblea para nombrar un nuevo representante en el Distrito Federal, los constructores se encontraron que no podían
sesionar por estar cerrada la sede del organismo? según ello por estar el edificio en proceso de fumigación. Ya ve usted lo peligroso que son las ratas?
La burda ?estrategia? impidió que se eligiera como representante del Comité Ejecutivo Delegacional a Pablo García del Valle, quien tenía tras de sí el apoyo de 70 empresas constructoras.
Ahora que 40 días antes, el 17 de enero, convocados los socios capitalinos a una asamblea general ordinaria, ésta no se pudo llevar a cabo al abandonar los asistentes la sala en protesta porque la convocatoria no se había planteado de acuerdo con lo reclamado en los estatutos internos.
Y si le seguimos, los golpes bajos para las empresas constructoras asentadas en la capital del país se iniciaron hace tres años, cuando sin la formalidad requerida se expulsó por un lapso de cinco años del organismo al presidente de la delegación metropolitana, Jorge Pérez Montaño.
El pretexto formal era una supuesta incompatibilidad entre el cargo que ostentaba y su elección como presidente del Colegio de Ingenieros. Sin embargo, se sabe que el punto que decidió moverle el piso al dirigente fue el elogio público que había hecho de las obras de infraestructura realizadas bajo la gestión de Andrés Manuel López Obrador como Jefe de Gobierno.
El espaldarazo llegó justo cuando la consigna hacia todos los frentes oficiales y oficialistas era denostar la figura del ex candidato presidencial. Y como el entonces presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Construcción, Jorge Videgaray Verdad, presumía de ser el panegirista número uno de su paisano Vicente Fox?
El caso es que planteada una denuncia por el agraviado ante la Dirección de Cámaras Empresariales y Desarrollo Regional de la Secretaría de Economía, ésta abrió un procedimiento administrativo que culminó con una resolución que obligaba a reponer en el cargo a Pérez Montaño y a pagar una multa equivalente a 300 salarios mínimos? que se duplicarían en caso de reincidencia. El problema es que cuando llegó el castigo la
delegación metropolitana de la CMIC había pasado a la historia.
Por sus pantalones, el presidente del organismo, Nezahualcóyotl Salvatierra, borró de un plumazo, el 10 de mayo de 2006, la representación capitalina, concentrando sus funciones administrativas en el ámbito nacional. Naturalmente, el primer paso fue concentrar en las arcas de ésta los 18 millones de pesos de cuotas que pagan los socios capitalinos.
El hecho es que mediante un cúmulo de trucos y subterfugios legales Salvatierra lograría que el Consejo Directivo de la Cámara permitiera la creación de una vicepresidencia en que se concentraría la representación
metropolitana, aunque eludiendo el derecho del presidente del comité directivo delegacional, Manuel Arce Vigil, de ocupar el cargo. El pretexto es que su gestión se estaba agotando. Ahora que en octubre de 2006, de plano se reformó el estatuto nacional para desaparecer a la delegación metropolitana, en una asamblea manipulada. De hecho, a contrapelo de lo asentado en el acta respectiva, ni siquiera se leyó completa la propuesta de reforma que se sometió a votación.
Como lee usted, pues, la supuesta democratización del país no llegó a algunos organismos empresariales que se quedaron anclados en la década de los 50.
Y háganle como quieran.
Balance general
Mientras pelea en los tribunales contra la resolución de la Comisión Federal de Competencia que le obliga a garantizar la apertura de sus contenidos de la televisión abierta a las empresas de TV por cable, a
cambio de autorizarle la compra de 50 por ciento de la firma más importante del ramo en Nuevo León, Televisión Internacional de Monterrey del grupo Multimedios, Televisa va por más. La firma de Emilio Azcárraga Jean está en tratos con al menos dos firmas cableras para integrarlas a la buchaca.
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Le comentábamos la semana pasada que de acuerdo con la visión romántica de los administradores actuales del Consorcio Aeroméxico, de aterrizar la propuesta de desincorporación de la línea aérea que se plantea, la
propiedad de ésta quedará pulverizada entre cientos o miles de inversionistas, subsistiendo como socios mayoritarios los trabajadores con un porcentaje de entre diez por ciento y 15 por ciento.
Como en los principales países de Europa, pues, en que las líneas aéreas insignia se han vendido vía las Bolsas de Valores.
El caso es que entre el dicho y el hecho hay un largo trecho, dado que tras su frustrada pretensión de adquirir a la línea aérea en la primera licitación a que se convocó, el presidente del grupo Ángeles, Olegario Vázquez Raña, ha venido comprando una y otra acción de la oferta que plantea la BMV. Algunos analistas estiman que el porcentaje alcanzado podría arañar ya 20 por ciento.
Como recordará usted, la versión de Hacienda fue que los representantes del empresario llegaron 15 minutos tarde a la presentación de ofertas, con lo que ya no fue posible recibirla? por más que otros sostienen que
el retraso fue premeditado.
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Desatada una guerra entre el Grupo Aeroportuario del Pacífico y la Asociación de Prestadores de Servicios del Aeropuerto de Tijuana que encabeza Alejandro Vizcarra, el fuego cruzado aturde.
Mientras la primera sostiene que ésta es sólo un simple membrete en el que caben sólo éste y su hijo, la segunda califica a la empresa de represiva, abusadora, violadora de derechos de personas y hasta de símbolos patrios.
La acusación concreta es que los grupos españoles que dominan el capital no sólo le quitaron a la terminal aérea el nombre del general ?Abelardo L. Rodríguez?, sino la bandera nacional. Más allá, la empresa sostiene que la gritería de Vizcarra contra el desalojo de concesionarios locales comerciales obedecen a que éste debe
una serie de rentas, lo que el aludido niega, revirando al señalar que no está de acuerdo en que la renovación de su contrato se deba consultar con las matrices españolas de los socios mayoritarios.
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Después de 18 años de trabajo, la empresa editora de El Financiero despidió sin indemnización legal al calce al periodista Luis Acevedo Pesquera, quien había saltado prácticamente todos los escalones, de reportero a editor, coordinador de editores y subdirector editorial. El pretexto fue que no era un trabajador con vocación colaboradora? lo que tardó 18 años descubrirlo.
El ex funcionario se fue sin el pago de sus últimas quincenas, y sin el aguinaldo del año anterior.
La publicación, en paralelo, despidió a decenas de trabajadores por negarse a integrarse a una empresa outsourcing que según ellos no garantiza confiabilidad en contenidos ni garantías para los anunciantes.