Más allá de la madre de todas las batallas que enfrentará contra su sindicato en opción de presionar la renuncia voluntaria a las conquistas en materia de jubilaciones y pensiones, el IMSS deberá librar una más en los próximos días… como calentamiento.
El objetivo, en este caso, es el Congreso, en un escenario en que se plantea un doble frente: impedir la mutilación de su presupuesto para el año próximo… y solicitar oxígeno, vía un multimillonario subsidio.
Como recordará usted, a partir del sexenio pasado la Secretaría de Hacienda le exige al organismo constituir, con parte de los recursos que le aporta el erario público, reservas que atemperen sus formidables boquetes, en un escenario que oscila de 20 a 30 mil millones de pesos.
De hecho, la orden que salía de la oficina del ex secretario Francisco Gil Díaz, era jalar los recursos a lo chino, es decir recortarlos de las ministraciones giradas por la Subsecretaría de Egresos. En ese marco, lo recordará usted, hace tres años hubo un violento jaloneo con el Congreso, al aceptarse una reducción de la poda por parte de los legisladores, con la novedad de que a la hora de la verdad resultó que las cifras no coincidían, al no empatarse la cifra con ingresos.
El relajo fue de antología.
El caso es que para el 2008 el Instituto cabildea que no haya recorte alguno.
De hecho, el primer acto se escenificó la semana pasada al plantearse a los legisladores por parte del director general del organismo, Juan Molinar Horcasitas, un cuadro apocalíptico, cuyo apretado resumen habla de un desahucio que se agotaría en tres años, digo de seguir rodando el alud.
Más aún, la exigencia habla de un rescate a imagen y semejanza del que alcanzó al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado tras la aprobación de la reforma que permitiría incorporar a los servidores públicos al régimen privado de pensiones.
La cuenta, a título de subsidio, habla de un mínimo de 115 mil millones de pesos, es decir algo más del doble de la partida con que se apuntalará el Seguro Popular, y la mitad de la recaudación extraordinaria que llegaría de aprobarse la propuesta de reforma fiscal… incluida la Contribución Empresarial de Tasa Única.
Del monto, 70 mil millones apuntarían a modernizar o de plano reparar la infraestructura médica, en un escenario en que a la obsolescencia se une la chatarrización de los equipos.
Los otros 45 mil millones permitirían regresar al escenario de 1985 en que el Instituto contaba con una cama por cada mil derechohabientes, por más que estaría aún muy lejos de los parámetros mínimos recomendados por la Organización Mundial de la Salud.
El escenario se pintará en toda su crudeza en la asamblea financiera del organismo que se celebrará en los próximos días, en el enésimo intento de sensibilizar al gobierno del callejón en que se ubica el organismo. El vocero de la causa patronal será el presidente de la cúpula industrial, Ismael Plascencia, en cuyo discurso gravitará la rechifla endilgada a su antecesor en el turno, Alejandro Martínez Gallardo, cundo fustigó al sindicato del organismo por no querer poner lo que calificó de “granito de arena” para paliar la crisis. Por lo pronto, el Seguro Social sólo pudo llenar 17 mil plazas de las 65 mil prometidas tras la reforma de ley que impide utilizar recursos de operación para llenar el formidable boquete de 815 mil millones de pesos que arrastra en materia de reservas para atender el régimen de jubilaciones y pensiones de sus propios trabajadores.
Y por lo pronto, la revisión contractual, cuyo plazo para evitar la huelga termina a la medianoche del 15 de octubre, se plantea como el ahora o nunca para convencer al sindicato de la reversa, dado que el año próximo habrá elecciones federales para renovar la Cámara de Diputados, y el siguiente estará ya caliente la lucha por la sucesión presidencial.
Ahora que el grado de dificultad es mayúsculo, dado el escenario de insurgencia laboral que se inició con la reforma a la Ley del ISSSTE; se agudizó con el golpazo a los sobrecargos de Mexicana de Aviación, y se profundizó con el escenario de violencia latente contra el sindicato minero que encabeza Napoleón Gómez Urrutia, tras el ilegal despido de más de dos mil trabajadores de Minera de Cananea.
Ahora que la moneda de cambio del Instituto frente a su exigencia al gobierno, al Congreso y a sus propios trabajadores, habla de incrementar su recaudación en tres por ciento, y pelear por la incorporación de miles de agentes de ventas de empresas que los disfrazan de comisionistas. El baile, pues, estará movidito.
Balance general
Lo cierto es que pese a la pesadilla que representa para el grupo Industrial Minera México el regreso como líder reconocido del sindicato minero de Napoleón Gómez Urrutia, y aún las tres huelgas planteadas por éste en otros tantos centros fabriles, entre ellos la Minera de Cananea, el negocio va viento en popa a toda vela.
Las ventas del consorcio encabezado por Germán Larrea Mota Velasco al segundo trimestre del año alcanzaron dos mil 88 millones de dólares, lo que representó un crecimiento de 37.9 por ciento frente al mismo lapso de 2006. Ahora que la facturación sólo de la unidad minera creció 43.1 por ciento, con la novedad de que el precio por tonelada de cobre se ubicó en 346 dólares, frente a los 269 del año pasado.
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Pian pianito la acción de Televisa ha venido cayendo en su precio, tantito por la caída de cinco por ciento en sus ventas al segundo trimestre del año, y tantito por las secuelas de la desilusión de los inversionistas ante el desmantelamiento de la llamada Ley Televisa. El efecto positivo había sido descontado originalmente por el mercado, al considerar que el consorcio tenía la mesa puesta para la expansión. El caso es que la compañía encabezada por Emilio Azcárraga Jean no ha reportado al mercado la posible contingencia que enfrentaría de perder la demanda multimillonaria planteada por la viuda de Emilio Azcárraga Milmo, Paula Cusi. De ganar ésta, pues, habría otro efecto dominó.
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A contrapelo de la suspensión por daños para participar en licitaciones públicas que se mantiene en litigio con la Secretaría de la Función Pública, la empresa Alstom Mexicana firmó ayer un contrato por 75 millones de dólares para modernizar trenes de la línea ocho del Sistema Colectivo Metro.
El objetivo es dotar de nuevos sistemas de propulsión a 20 trenes, vía una tecnología computarizada, más compacta, liviana y competitiva. La firma de capital francés fabricará los equipos en su planta de Riderkerk, Holanda.
La compañía que encabeza hoy Cintia Angulo fue la primera en lograr contratos desde el arranque del sistema.
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En los próximos días la Bolsa Mexicana de Valores lanzará una inaudita oferta primaria por el 45 por ciento de su propio capital, con lo que se convertirá en una más de las emisoras del piso de remates.
La alternativa ha concitado, por lo pronto, el interés del Holding de Bolsas y Mercados Españoles que maneja los mercados de Madrid, Barcelona, Bilbao y Valencia, quien se quedaría con el cinco por ciento, es decir la novena parte del paquete.
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A propósito, de la versión del sindicato minero, más allá del muerto del que se habla, cuya identidad no reconoce ninguno de los bandos, el saldo del enfrentamiento en Nacozari, Sonora, fue de varios heridos. Según ello, un grupo de 90 trabajadores de la sección 298 de Mexicana de Cobre que fueron despedidos, se dirigía a las instalaciones de ésta para dialogar con sus compañeros cuando fueron agredidos por un grupo de porros que bajó de camiones que tenían el logotipo del Grupo Industrial Minera México. En la refriega, en que salieron a la escena armas de todos calibres, se voltearon y quemaron equipos de la empresa.
La balacera duró dos horas.
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