No al pleito patronal
A contrapelo de la presión de su Consejo Técnico, el Instituto Mexicano del Seguro Social no recurrirá al expediente del Conflicto Colectivo de Naturaleza Económica para dirimir la incompatibilidad del contrato colectivo pactado con el sindicato y su sobrevivencia.
Como usted sabe, el documento plantea abiertamente la desaparición o reforma de 50 de las 152 cláusulas del contrato colectivo de trabajo, exigencia que habrá de empatarse con las que a su vez colocó en el tablero el Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social, que encabeza Valdemar Gutiérrez.
La pelea, pues, será cara a cara.
La razón de fondo para soslayar la posibilidad de la llamada “huelga patronal” bajo el procedimiento previsto por la Ley Federal del Trabajo es que ésta tiene límites legales claros que “generarían una presión poco propicia para la negociación del contrato colectivo de trabajo”.
Las razones se plantean en un documento elaborado por abogados externos del organismo, cuyo título es más que explícito: “Conflicto Colectivo de Naturaleza Económica: una opción poco conveniente para el IMSS”.
El texto alude al artículo 902 de la propia Ley Federal del Trabajo, que prevé la interrupción del procedimiento cuando los trabajadores ejercen su derecho de huelga. Más aún, el procedimiento planteado en forma unilateral, es decir, sin el consentimiento expreso de la contraparte, es una causal por sí misma para emplazar a huelga.
De hecho, existe una jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que señala a la letra que el estallamiento de huelga suspende las solicitudes y conflictos de naturaleza económica durante el periodo de paro de labores.
Desde otro ángulo, además, aun cuando el instituto reconoce que encuadraría perfectamente en los causales que se plantean en la ley para justificar un procedimiento de tal naturaleza, dada la magnitud de sus problemas económicos, señala que en la práctica “las empresas tienen pocos incentivos para utilizar la opción, por grave que sea su situación.”
Más aún, se aduce que el procedimiento es complicado y, a la larga, puede resultar contraproducente para los intereses de los patrones, sus clientes o, en el caso del IMSS, sus derechohabientes.
Las entrelíneas, pues, son más que explícitas: imagínese el conflicto que enfrentaría el país ante una hipotética huelga del organismo de seguridad social, con la novedad de que una eventual requisa, suponiendo que el gobierno tuviera el suficiente personal sustituto, incendiaría el campo seco en que se mueve el movimiento obrero independiente.
Ahora que Mexicana de Aviación -la única empresa en la historia del país que ha llevado el procedimiento hasta sus últimas consecuencias- enfrenta la inconformidad permanente de sus trabajadores de vuelo, con el agravante de que éstos constituyen la cara de la empresa.
De hecho, Aeroméxico no se atrevió a dar un paso idéntico, justo para no sembrar un escenario de discordia similar.
Por lo pronto, lo ocurrido en el interior de la reciente asamblea financiera del Seguro Social planteó una probadita de lo áspero que será la negociación.
Hete aquí que los trabajadores sindicalizados acudieron con la consigna de no dar la nota con silbidos o abucheos, pero tampoco conceder aplausos.
Huelga de palmas, pues.
La disciplina se mantuvo intacta cuando el representante obrero, el líder cetemista José Luis Carazo, habló de nuevos tiempos para el sindicalismo, en los que no hay lugar para canonjías y privilegios para la clase obrera.
Más aún, también se mantuvo firme cuando, en su carácter de vocero patronal, el presidente de la Concamin, Ismael Plascencia, habló de brutalidad del instituto en su avidez para cobrar adeudos pendientes de las empresas… rompiéndose finalmente ante la respuesta del presidente Felipe Calderón.
El único aplauso de las bases estalló cuando éste habló de que se acabaron los tiempos en que el sector patronal negociaba condonaciones de adeudos o privilegios especiales.
Se diría, pues, que la contraofensiva del SNTSS caminará por ese rumbo: primero pongan en orden la casa y luego coloquen cerca a los inquilinos.
Los trapitos al sol, pues, aparecerán por docenas.
Por lo pronto, el IMSS se juega el volado a una mesa de diálogo… que aún no acaba de instalarse, a 45 días de que venza el emplazamiento a huelga. La cuenta regresiva está caminando.
Balance general
¿Se acuerda usted del escándalo que cimbró a la Concamin hace unos meses, al transparentarse el desvío de 16 millones de pesos otorgados bajo la etiqueta de subsidio por el Instituto Mexicano del Seguro Social para realizar estudios que avalaran su propuesta de modificar la ley del ramo, a fin de evitar que se utilizaran recursos de operación para llenar boquetes en materia del régimen de pensiones y jubilaciones de sus propios trabajadores?
¿Se acuerda que el dedo apuntaba hacia el ex presidente del organismo, León Halkin, y el representante suplente ante el Consejo Técnico del propio IMSS, Manuel Reguera?
Bien, pues el asunto no está muerto.
En los próximos días se consignará el expediente ante el Ministerio Público.
El monto que se planteará como ilícito es de 12 millones 800 mil pesos, dado que se comprobó la realización de un estudio… por más que la forma y el fondo se caen de las manos.
El resto, según los acusados, se utilizó para realizar cuatro foros en diversas ciudades de la República, entre ellas León y Monterrey, con la novedad de que éstos fueron costeados por empresas locales, entre otras la del propio Ismael Plascencia, presidente actual del organismo.
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Acuciada por la caída de 4% en sus ventas de los últimos meses, la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automóviles, que encabeza José Gómez Báez, cabildea ante el Congreso para evitar, desde un ángulo, que se dé luz verde a la posibilidad de implantar un impuesto local a las gasolinas, y por otro cumplir la promesa de campaña del presidente Felipe Calderón de cancelar el pago de tenencia.
De acuerdo con lo previsto, a partir de 2014 el cobro dejará de tener carácter de impuesto federal para convertirse en local.
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La asamblea de accionistas del grupo ICA que encabeza Bernardo Quintana Isaac aprobó un incremento de capital por 550 millones de dólares, que llegará íntegro por la vía de una colocación primaria de acciones en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) y los mercados internacionales.
La emisión se lanzará en la coyuntura más apropiada a partir de este lunes.
Los recursos, a título de incremento en la parte variable del capital social, se utilizarán para respaldar contratos gubernamentales para infraestructura obtenidos por la constructora, en paralelo a la adquisición de reservas territoriales para proyectos de vivienda.
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Quien está aprovechando el río revuelto del desprestigio de la marca Mattel tras el retiro de miles de juguetes pintados en China con productos impregnados de plomo es la firma MGA Entertainment México, que comercializa las líneas Bratz, Little Tiker y Zapp.
La compañía estadounidense encabezada por Susana Kremmerl llegó al país hace dos años con una oferta de tendencias mundiales para niños menores de 12 años.
Su crecimiento ha sido de 10% anual.
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