Kramer contra Kramer
Latente la posibilidad de huelga en el Instituto Mexicano del Seguro Social ante un eventual rechazo de la asamblea de delegados a la mutilación del Contrato Colectivo, el escenario lo complica un elemento adicional: la amenaza de choque entre trabajadores activos y derechohabientes jubilados.
De hecho, estos últimos están convocando a una concentración frente a las oficinas, clínicas y hospitales del organismo para el 15 de octubre… justo el día en que vence el emplazamiento del Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social.
La convocatoria habla a la letra de apoyar al gobierno federal para que acabe con la corrupción de éste, “de una vez por todas”.
Según ello, en afán de engordar la percepción a futuro de los empleados y trabajadores del Instituto, éste permite su ascenso escalafonario en la fase previa a su retiro, en un escenario en que de acuerdo al Régimen de Jubilaciones y Pensiones se recibe el 130 por ciento del último salario.
Los jubilados del organismo perciben el promedio de los últimos cinco años de cotización.
Ahora que, de no tomar las medidas pertinentes, la amenaza habla de “ajustar cuentas” en el 2009 y en 2012, es decir los próximos años electorales a nivel federal.
La manzana de la discordia, lo adivinó usted, se centra en lo que se ubica como trato privilegiado para los 260 mil trabajadores del organismo, en detrimento de los 40 millones de jubilados y pensionados por éste.
De acuerdo a la propia lógica de éstos, por atender las pensiones de lujo de sus trabajadores el IMSS los condena a un esquema miserable.
De hecho, se habla de trampas para canalizar las solicitudes de jubilación o pensión hacia el esquema que resulte más económico para el Seguro Social, en un escenario en que los trabajadores pueden optar hacia el régimen de 1973 o al previsto por la reforma a la Ley del organismo aprobada en 1997.
A quién le importa la existencia de un acuerdo de la Coordinadora Regional Occidente del Instituto, fechado en Tlaquepaque, Jalisco, el 11 de enero de 2004, por el que se instruye a las jefaturas de Prestaciones Económicas y Sociales y Servicios Jurídicos para orientar a los derechohabientes a optar por el régimen que más les favorezca.
Textualmente, el documento señala en su cláusula sexta que aún en casos en que el trabajador opte por un régimen que le ofrezca menores beneficios, se elegirá el contrario.
El hecho es que tenemos a la vista dos casos, recibo al calce expedido en Guadalajara, en que los beneficiarios tenían un escenario más benéfico con las modificaciones a la Ley del Seguro Social de 1997… y el organismo optó olímpicamente por el escenario de 1973.
En el primero, cuyo beneficiario era Antonio Salas Rodríguez, la pensión prevista era de mil 949.15 pesos mensuales, y se le otorgó una pensión de mil 480.38.
En el segundo, a favor de Adalberto Padua López, se soslayó los dos mil 409.01 a que tenía derecho, para jubilarlo con mil 478.90.
En el escenario se exhibe una larga lista de los que se califican como “pensionados del pueblo”, cuyas jubilaciones o pensiones oscilan entre 312.80 pesos mensuales la mínima y mil 611.80 la máxima.
El promedio es de mil 223, con la novedad de que cuando se les canaliza hacia el esquema de 1997 las Administradoras de Fondos para el Retiro le imponen a la percepción una comisión de 3.5 por ciento de interés real, es decir más allá de la inflación.
En contraste, se exhiben recibos de pago de ex trabajadores del IMSS cobijados por los artículos primero y tercero del Régimen de Jubilaciones y Pensiones, cuyos montos oscilan a su vez entre 53 mil 650 pesos netos y 73 mil 922.
El desglose incluye aguinaldo mensual, fondo de ahorro y prestaciones previstas en el Contrato Colectivo de Trabajo.
El problema, decíamos, es que bajo la óptica de los jubilados del IMSS, al jalar la cobija a favor de sus trabajadores éste los deja desprotegidos.
Kramer contra Kramer.
Balance general
Rechazada por la Secretaría de Hacienda una multimillonaria solicitud de devolución de Impuesto al Valor Agregado, la operadora de franquicias Alsea analiza la posibilidad de acusar a la dependencia de desacato.
La compañía que aglutina las marcas de comida rápida con mayor expansión en el país y América Latina sostiene que el Servicio de Administración Tributaria soslayó una sentencia de amparo que le autoriza a tributar sobre tasa cero del gravamen al consumo.
La devolución apuntaba al IVA cobrado durante los meses de octubre de 2006 a abril de 2007.
El escenario remite al escadaloso caso de Jugos Del Valle, a quien la dependencia le devolvió durante el sexenio pasado 900 millones de pesos, al considerar que sus productos se debían clasificar como alimentos, no como simples bebidas refrescantes.
Alsea maneja las marcas Domino’s Pizza, Starbucks Coffe, Burger King, Popeyes, Chilis y Dia.
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Pendiente aún el revire de Banamex y ex accionistas que le acompañan a la contraoferta planteada por la familia Saba en su pretención de adquirir Aeroméxico, ya está en ruta un tercero en discordia.
Estamos hablando del Banco Invex.
Este le acaba de enviar a la Comisión Federal de Competencia una solicitud de visto bueno como postor, tras el rechazo tácito de la dependencia a la pretención de Mexicana de Aviación.
El problema es que entre posturas y revires se les fue a los tres el último camión para subirse a la posibilidad de cruzar la operación de compra en el piso de remates sin el pago del Impuesto sobre la Renta.
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La filial del grupo ICA que encabeza Bernardo Quintana Isaac, ICA Fluor, acaba de ganar un contrato de 40 millones de dólares para el diseño, procuración y construcción de dos plataformas marinas al servicio de Petróleos Mexicanos.
Estas se ubicarán en el Golfo de México.
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Pian pianito la línea aérea de bajo costo Volaris que encabeza Pedro Aspe Armella alcanza ya 13 unidades en su flota aérea. Su última adquisición es un avión A319 fabricado por Airbus en su planta de Hamburgo, Alemania.
La nave inaugurará la ruta Toluca-Ciudad Juárez a partir de noviembre, reforzando por lo pronto las que vuelan a Guadalajara y de ahí a Cancún.
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En la coyuntura del éxito de franquicias como Starbucks o la mexicanísima “El Jarocho”, está acelerando su expansión en nuestro país la que se ubica como la cadena más reconocida en el mundo.
Estamos habando de la italiana Segafredo Zanetti, quien abrió su primer establecimiento en enero pasado.
La firma se caracteriza por acaparar todos los eslabones de la cadena, es decir desde el cultivo del grano hasta la puesta en la mesa de una tasa… con énfasis en el expresso.
Su producción de materia prima alcanza 126 mil toneladas al año en todo el planeta.
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Incontenible en su expansión, la cadena Wal Mart acaba de abrir siete unidades de venta más: un Superama, una megatienda Sam’s Club, dos restaurantes El Portón, y dos bajo el sello Vip’s.
Con ello son ya 955 las unidades de negocios que mantiene la firma estadounidense en el país, acercándose a las mil 200 Oxxo de Fomento Económico Mexicano, o las mil 100 Exxtra del Grupo Modelo.
En el caso de los clubes de precios Sam’s Club, estamos hablando de que México tiene ya el mayor número en el mundo después de Estados Unidos.
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