*Ganó Banamex
*Otro round DF-ASA
Indignado ante la inaudita pasividad de la Secretaría de Economía frente a la virulenta escalada inflacionaria en puerta, el Banco de México está tomando la estafeta a contrapelo de sus facultades y a riesgo de que su gobernador, Guillermo Ortiz, sea acusado de usurpación de funciones.
De hecho, la semana pasada el funcionario convocó uno por uno a los integrantes del Consejo Mexicano de Productores de Alimentos y Bebidas, conocido como ConMéxico, para conminarlos a externar sus expectativas… y de pasadita leerles la cartilla.
La intención habla de convertir a la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD), en una suerte de garante del equilibrio, algo así como ponerle topes a los proveedores.
Control de precios por la vía privada.
El problema es que el dique de palabras, promesas y propósitos tiene paredes de merengue frente a la magnitud de un alud que nace y crece desde el exterior.
En el caso de los productos agropecuarios, por ejemplo, los precios internacionales han crecido en lo que va del año en un margen de entre 22 y 106 por ciento.
En la punta de los extremos están el ganado y el trigo, ubicándose en escala ascendente los incrementos de 32 por ciento en el costo del cacao; de 37 en el de algodón; de 65 en la soya; de 68 en el maíz, y de 105 en el sorgo.
La exposición de motivos habla de lo mismo de una sobredemanda de productores de bioetanol, que de caídas dramáticas en las cosechas por las lluvias, o de cambio de paradigmas en la producción.
El caso es que la ola alcanza también a los metales industriales, arrasando con todos los llamados comodities.
Hete aquí, por ejemplo, que el precio internacional del níquel alcanza en los nueve meses transcurridos un incremento de 167.8 por ciento, en tanto el del plomo llega a 141.1; el del zinc a 77.5; el del cobre a 68.6; el de la plata a 34.6, y el del oro a 26.2.
La catarata inunda lo mismo a los fabricantes de automóviles que a los de conductores eléctricos, cables, teléfonos celulares, manufacturas eléctricas, industria metal mecánica, siderurgia…
Lo grave del asunto, en el caso de México, es que el impacto en el precio de los productos elaborados o semielaborados está muy lejos aún de reflejar la realidad, lo que podría provocar descapitalización de las empresas, con el consiguiente desaliento para la expansión o nuevas inversiones.
Se diría, pues, que el presunto muro sicológico provocado por el aplazamiento en el incremento al precio de las gasolinas y el diesel aplacó los ánimos, pero mantuvo intactas las circunstancias.
Dicho con todas las letras, la inflación al consumidor ha crecido en algunos casos a menos de la mitad de los incrementos de costos al impacto de los nuevos precios en los insumos.
Mientras ésta alcanza, a contrapelo de las cifras que maneja el Banco de México, un nivel de 13.1 por ciento, el costo de los productos que emplean maíz como materia prima ha crecido 30.3 por ciento, en tanto los que se elaboran a base de azúcar lo han hecho en 28.3, además de que las frutas y legumbres han subido en 25.1.
Y si le seguimos, los productos elaborados a base de trigo han crecido en su precio 23.3; los aceites 21.9; las carnes y lácteos 19.4, y el café 17.4, en tanto otros productos alimenticios lo han hecho en 19.
El desborde, pues, está latente.
Por lo pronto, los artículos que integran la canasta básica han subido sus precios más allá de la inflación general, debilitando gravemente el poder de compra de los consumidores, en agravio del equilibrio social.
El desfase se inició a partir de enero de 2005, cuando los productos básicos crecieron en su precio 4.2 por ciento, en tanto la inflación anualizada llegaba a 3.5, con la novedad de que en febrero pasado la relación fue de 4.7 contra 4, para alcanzar su máximo en julio, con 4.8 y 4.2.
Se diría, pues, que la desesperación del Banco de México como entidad de equilibrio vía la política monetaria, le obligó a asumir funciones que la Secretaría de Economía omite, tantito por tibieza y tantito por incapacidad.
Banco de Economía. Balance general
Aunque en el pataleo urgía a una tregua mientras se ventila su recurso de inconformidad ante la resolución de la Comisión Federal de Competencia que le cerró el paso a la posibilidad de adquirir Aeroméxico, lo cierto es que Mexicana de Aviación quedó automáticamente fuera de la jugada a las 12:17 horas del martes pasado, por más que el golpe tenga etiqueta de extemporáneo.
Estamos hablando del momento en que Banamex y socios que le acompañan superó su oferta de 200 millones de dólares al alcanzar 206, con la novedad de que Mexicana, de acuerdo a las reglas no podría revirar mientras carezca del visto bueno de la dependencia en lucha contra los monopolios.
Lo inaudito del asunto es que el Instituto para la Protección al Ahorro Bancario, en una mancha más al proceso, le permitió colocar una oferta de 225 millones de dólares por la aerolínea, es decir un plus de 25 millones… que minutos después sería superado primero por Banamex, con 249.1 millones de dólares, y luego por los Saba, al colocar en la mesa 249.5 millones de dólares.
La postura llegó minutos antes de las 16 horas en que se cerraba la vigencia de la última oferta de Banamex. pese a lo cual al final del día se le declaró ganador a éste, lo que augura dados cargados.
El escándalo, pues, está tocando a la puerta.
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Las señales apuntan a que el segundo round entre Aeropuertos y Servicios Auxiliares, la instancia federal que administra el aeropuerto capitalino, y el gobierno de Marcelo Ebrard, será aún más encarnizado.
El reclamo en la mesa, esta vez, será de 70 millones de pesos que se adeudan en calidad de impuesto predial.
La estrategia será idéntica: requerir por escrito el pago bajo el machote de conminatorio, y en caso de rechazo llevar el pleito a los tribunales para buscar un nuevo embargo con cargo a la caja.
El respetable, pues, tendrá para rato.
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Lo cierto es que una mano anónima, presumiblemente la propia armadora General Motors, pagó en tiempo y forma la tenencia de este año de la camioneta Hummer que maneja, pero no usa, dice, el ex presidente Vicente Fox.
El pago se realizó en efectivo.
La paradoja del caso es que la explicación de la firma multinacional para justificar el gracioso comodato con que entregó el vehículo al Estado Mayor Presidencial, habla de utilizarlo como conejillo de indias para probar su resistencia a todo terreno… es decir el rancho del ex funcionario en entredicho bajo cargos de peculado.
El problema es que el regalito se le entregó a éste en funciones, lo que representa una prestación ajena a las que marcaba la normatividad.
La violación, pues, es redonda.
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Pues ahora resulta que los bancos mejor capitalizados del país son el Regional, Prudencial y Bancoppel, cuyos índices superan más de 40 veces a los de los gigantes como Banamex, Bancomer o Santander.
Mientras éstos alcanzan 698.28, 684.64 y 580.38 por ciento respectivamente, los de las intermediarias uno, dos, y tres del país llegan sólo a 16.37, 14.35 y 13.88.
El mínimo que exige la Convención de Basilea es de ocho por ciento.
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