Megafiasco
Incierto el resultado de las cinco auditorías ordenadas por el Congreso, mañana, es decir un año después de lo previsto, se inaugura con más pena que gloria la Terminal Dos del aeropuerto capitalino, ubicada como la obra emblemática del sexenio foxista
El sello de la casa se respira en todas partes: derroche de recursos, obras inútiles, frivolidad, engaños, mentiras, cuentas alegres, fantasía, estulticia, ineficiencia, vanalidad, absurdos…
Un gran mall con dos pistas de aviones como atracción y un trenecito elevado como distracción para los nostálgicos del que circundaba el zoológico de Chapultepec.
Presupuestada originalmente en 400 millones de dólares, hasta diciembre del año pasado se llevaban gastados 800… por más que el barril sin fondo rugía de impaciencia.
Del tamaño del absurdo habla el costo del metro cuadrado de construcción: 40 mil pesos, frente a los 25 mil que vale en promedio el mismo espacio en zonas exclusivas como las Lomas de Chapultepec, Interlomas o Santa Fe.
Para no ir lejos, el edificio insignia conocido como El Pantalón tuvo un costo de 17 mil 776 pesos por metro cuadrado.
Lo peor del caso es que la vida útil de la megaobra, prevista para 10 años, a lo sumo alcanzará la mitad, por más que se habla de incrementar su capacidad de 20 a 35 millones de pasajeros al año… frente a los 100 que tiene el nuevo aeropuerto de Tailandia.
Lo absurdo del asunto es que los 11 millones adicionales se calculan bajo el hipotético de incrementarse la capacidad del llamado Sistema Metropolitano de Aeropuertos, que incluye a los ubicados en Cuernavaca, Morelos; Puebla, Querétaro y Toluca, Estado de México.
Cuentas alegres, pues, sobre las nubes.
De hecho, los cálculos de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes hablan de sólo 8 millones de pasajeros más, en un horizonte en que el crecimiento anual de la demanda es de 9%, lo que saturará la oferta en sólo cuatro años.
Ahora que con todo y nuevas instalaciones, la capacidad máxima de la terminal aérea será de 62 operaciones por hora, es decir apenas cuatro más de las que se realizan actualmente.
Peor aún, de acuerdo con las especificaciones técnicas internacionales, la distancia, entre las pistas de llegada y salida de un aeropuerto debe ser de 600 metros, dándose el caso de que las del aeropuerto capitalino las separan sólo 300.
Los 8 mil 500 millones de pesos gastados hasta diciembre pasado, pues, se tiraron a la basura, con la novedad de que Aeropuertos y Servicios Auxiliares se endeudó con un megacrédito sindicado otorgado por Nacional Financiera, el Banco Inbursa, Citigroup-Banamex y BBVA/Bancomer.
Solamente el grupo ICA facturó casi dos mil millones de pesos para lo que se calificó como “trabajos complementarios” para el Dedo Norte y Sur, el edificio terminal de autobuses, el patio-hotel, el estacionamiento cubierto y algunas obras exteriores.
Lo curioso del caso es que el propio ASA llegó a hablar de una inversión de 600 millones de dólares, 400 aportados por el gobierno federal y 200 por un crédito sindicado de los bancos señalados.
De hecho, en una primera revisión realizada por la Auditoría Superior de la Federación se reportaban una serie de desfases entre los presupuestos originales y los erogados, por un total de 940 millones 756 mil pesos, con la novedad de que el mayor desequilibrio correspondía a construcciones realizadas por el Grupo Gutsa de Juan Diego Gutiérrez Cortina.
Ahora que, por capricho del ex presidente Vicente Fox, se adornó la obra con un trenecito elevado para transporte de pasajeros de la terminal Uno a la Dos, cuya inutilidad es patética.
El juguete, con una capacidad de 100 pasajeros, realizará su recorrido en siete minutos, lo que implica que se tardará entre 30 y 40 minutos en dar una vuelta completa.
El chistecito costó 800 millones de pesos.
Por lo pronto, la exposición de motivos de la auditoría ordenada por la Cámara de Diputados señalaba a la letra lo que se calificaba de “patética falta de transparencia, ante injustificables inversiones en obras de ornato, principalmente en las áreas comerciales y en obras suntuarias como las del tren periférico…”
Megafiasco.
Balance general
Finalmente, bajo el clásico ni-tú-ni-yo, el monto de reservas que deberá integrar el año próximo el Instituto Mexicano del Seguro Social para sus seguros y el Fondo de Cumplimiento de las Obligaciones Laborales de Carácter Legal y Contractual, será de 14 mil 190 millones 100 mil pesos.
La pretención de la Secretaría de Hacienda hablaba de 17 mil 815 millones 100 mil. Se le rebajaron, pues, 3 mil 625 millones 100 mil pesos.
Como le comentábamos el lunes pasado, los integrantes de la Comisión de Seguridad Social de la Cámara de Diputados pugnaban por un máximo de ocho mil 992 millones, alegando el grave déficit que enfrenta el organismo en materia de operación, “principalmente en la prestación de servicios médicos, que son de capital importancia para el cuidado y la preservación de la salud de cerca de la mitad de la población del país”.
El promedio en los últimos años había sido de 10 mil 800 millones.
Habrá, pues, un año más de precariedad.
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Las señales apuntan a que en los próximos días se emitirán nuevas órdenes de aprehensión contra el líder minero Napoleón Gómez Urrutia, derivadas de la acusación de desvíos para su causa de parte de los 55 millones de dólares que debieron prorratearse entre los trabajadores de Mexicana de Cobre y Minera de Cananea.
De ahí la amenaza de éste de una huelga nacional.
Moneda de cambio, pues, para negociar su exoneración definitiva tras los amparos alcanzados.
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Finalmente el gobierno federal publicó el Programa Nacional de Normalización 2007, en el que se identifica un esquema para la clasificación e identificación del mercado de pilas, cuyo objetivo es detener la piratería. Esta alcanza hasta hoy una inaudita participación de 36% en el mercado.
La nueva norma establece medidas de muestreo y pruebas para determinar la peligrosidad de las 600 millones de pilas que se importan cada año al país. El reto, naturalmente, es para la Administración General de Aduanas.
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La marcha atrás de Mexicana de Aviación en su negativa de restituir las prestaciones escatimadas a sus trabajadores, más que el amago de huelga de la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación que encabeza Francisco Villarreal, la provocó un conminatorio de la Secretaría del Trabajo en que se le advertía la posibilidad de incurrir en desacato.
Como recordará usted, la ASSA, logró que el décimo Tribunal Colegiado en Materia Laboral le otorgaran una suspensión provisional contra el laudo de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje que permitía el desmantelamiento del Contrato Colectivo de Trabajo.
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Firme el dedo en el renglón de su expansión acelerada, la controladora Alsea incrementó durante octubre pasado en 11 unidades su presencia en México y América Latina, para alcanzar 915 tiendas.
Solamente en nuestro país la cadena tiene ya 411 expendios de Domino’s Pizza; 165 de Starbucks Coffee; 101 Burger King; nueve Popeye’s y 20 restaurantes Chillie’s Grill & Bar.
El crecimiento es de 9.2%.
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