José Luis Luege Tamargo, Director General de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), estimó que en un lapso de 15 días podría descender el nivel del agua en la zona centro de Villahermosa.
Señaló que en la medida que se bombea el agua al río Grijalva, algunas zonas del Centro de la capital del estado vuelven a la normalidad.
En rueda de prensa que encabezó el secretario de Gobernación, Francisco Javier Ramírez Acuña y en compañía de los secretarios de Sagarpa, Sedesol, Educación y la esposa del presidente de la República, Luege Tamargo indicó que se registra un avance importante en la extracción de agua estancada desde hace 12 días, y son siete las colonias libres del líquido.
Sin embargo, el director general de la Conagua dijo que el panorama para el resto de las colonias de Villahermosa que tienen inundaciones superiores a los dos metros, podría tardar hasta un mes o más la extracción de agua.
Hallan cadáver de mujer
A 11 días de la peor inundación en Villahermosa, Tabasco, anoche fue encontrado el cadáver de Rosa María Cortina Peralta, de 82 años, quien quedó atrapada por las aguas en la zona céntrica de esa ciudad.
Este es el primer deceso que se confirma oficialmente luego de las fuertes anegaciones que azotaron la entidad, consideradas las más severas en los últimos 50 años.
Luego de una búsqueda que los hijos de la víctima realizaron por albergues y casas de parientes, al anochecer de ayer ingresaron al domicilio de Cortina, en la calle Madero, una de las más importantes de esa zona, que se localiza a tres manzanas del río Grijalva, y la encontraron muerta.
No obstante, la Procuraduría General de Justicia de Tabasco expuso que la causa preliminar de la muerte de la mujer es un traumatismo craneoencefálico severo y no ahogamiento.
El titular de la dependencia, Gustavo Rosario Torres, informó que en las instalaciones del Servicio Médico Forense (Semefo) se realizó una primera inspección ocular, que permitió determinar que el cuerpo presenta “claras huellas de violencia”.
El procurador detalló que el médico legista observó que la mujer presentaba un golpe contundente en la frente que le causó un traumatismo craneoencefálico severo, lo cual, se presume, le originó la muerte; además de que tiene un corte en el cuello cuyo origen se investiga.
MÉRIDA, YUCATÁN
‘Lo peor está por venir’
La gran angustia y el temor que enfrentaron por más de una semana, motiva la afirmación rotunda y seca: “No, no vamos a volver a Villahermosa. O nos quedamos en Cancún o buscamos qué hacer en Mérida...”.
Todavía con el fresco recuerdo del hambre y la sed que padecieron, María Eugenia Reyes San Lucas y su madre María Elena, relatan su “triste experiencia” tras las inundaciones en su natal entidad y añaden que “lo peor está por venir, ya que la pestilencia no se soporta en los albergues donde está tanta gente en estos momentos”.
Poco después de arribar a Mérida y sentirse como ella misma dijo: “En piso seco y seguro”, las dos mujeres reiteran su decisión: “no regresamos más”.
María Eugenia aseguró que ama a su tierra, a su natal Tabasco, pero refiere que hace tres años se fue a vivir a Cancún, donde labora su esposo, pero el pensamiento era algún día regresar a la tierra del edén como es conocida esa entidad.
Dijo que estaba de visita en Villahermosa. Fue unos días con su madre y se albergó en casa de una de sus tías, en tanto le daban tratamiento médico a su progenitora, pero nunca imaginó que ese viaje temporal se convirtiera en una pesadilla.
La casa de su tía, doña Marina, se inundó y tuvieron que refugiarse en unos de los albergues en donde había comida y agua, pero el hedor no se soportaba. “Muy triste nuestro regreso a Tabasco, solamente vimos cómo llegaba y llegaba agua y no había para dónde hacerse... todo quedó arrasado”, relató la tabasqueña, quien tras esta experiencia dice que valora más a Cancún y Mérida. Ambas localidades que pudieran ser su asiento de por vida, ya que para ella, “Tabasco seguirá siendo un peligro por la crecida de los ríos, así que mejor ni volver”.
Las dos mujeres, fueron parte de una delegación de 27 familias tabasqueñas que llegaron a Yucatán, auxiliadas por el Gobierno del Estado y buscando refugio después del gran drama vivido en Tabasco. “Lo peor no ha ocurrido; vendrán pestilencias, enfermedades e infecciones cuando el agua baje. La cosa se pondrá peor”, indicó María Eugenia.
