Ernesto Saro Boardman, presidente de la comisión de salud en el Senado, dijo que la falsificación de medicinas es una práctica que genera ganancias por 35 mil millones de dólares anuales en el mundo, mientras que en México se ha constituido como una de las industrias ilícitas más lucrativas en el país, con ganancias de entre 650 y mil 500 millones de dólares al año.
Ante esta situación, senadores panistas solicitaron la aplicación de 12 a 24 años de prisión a quien suministre un medicamento adulterado, falsificado, contaminado o alterado; así como de seis a 15 años de cárcel a quienes adulteren, falsifiquen, contaminen o alteren un fármaco.
Actualmente la pena es de uno a nueve años de prisión y multa equivalente a cien mil días de salario mínimo general vigente en la zona económica de que se trate.
Saro Boardman dijo que se trata de un negocio muy lucrativo que es un riesgo muy grave para la salud pública, además de que han ocurrido muertes y enfermedades por consumir un medicamento falsificado, por lo que no se debe permitir que esta práctica siga creciendo.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la falsificación de medicamentos representa el diez por ciento del comercio de medicinas en el planeta. De los casos reportados a la OMS, entre los medicamentos más falsificados se encuentran con un 28% los antibióticos, seguidos de antihistamínicos con un 17%, hormonas en un 12% y esteroides con un 10%, medicamentos para el tratamiento del SIDA, la tuberculosis o la malaria, o parches anticonceptivos que simulan el producto original aunque su efecto es nulo, pudiendo causar embarazos no deseados.
“Hoy en día la falsificación de medicamentos es parte del fenómeno más amplio de la difusión de fármacos que incumplen las normas establecidas en materia de seguridad, calidad y eficacia. En las etiquetas de esos medicamentos se incluye, de manera deliberada y fraudulenta, información falsa acerca de su identidad o su fabricante.
Esta práctica afecta tanto a productos de marca como genéricos; en algunos casos, la composición es correcta pero el envase o empaque ha sido falsificado, mientras que en otros, la composición es incorrecta o bien no incluye el principio activo o éste es insuficiente”, explicó.
El senador dijo que, de acuerdo con estudios realizados en Estados Unidos, el comercio de medicamentos falsificados alcanzará los 75 mil millones de dólares para el año 2010. Este problema preocupa no sólo a la industria farmacéutica que sufre importantes pérdidas, también a las autoridades sanitarias por la seria amenaza que ello representa para la salud.