En caso de contractura o desgarre, acuda al médico
Evite los remedios improvisados cuando sufra algún problema muscular.
EL SIGLO DE TORREÓN
CD. LERDO, DGO.- Con la llegada de la temporada vacacional es común un incremento de las actividades que se realizan al aire libre y en centros deportivos, por lo que el riesgo de padecer desgarres y contracturas musculares es común. Según el médico ortopedista Carlos Romo Cruz, del Hospital General de Lerdo, la mayoría de las personas recurre primero a remedios que lejos de ayudar, empeoran sus males.
Romo asegura que es importante diferenciar entre ambas y sobre todo acudir con el médico. “El paciente, a veces, provoca que una lesión mínima se complique, llegan hasta con infecciones, ampollas y un mayor daño en los músculos porque fueron, por decir, con ‘Don Juanito’ a que los sobe, que son precisamente esos masajes lo que no se debe hacer porque provocan lesiones en las fibras musculares”.
Un desgarre consiste en la rotura parcial del músculo a partir de un esfuerzo brusco, produciendo la sensación de un corte o de un latigazo, hay hinchazón, dolor y suele surgir un hematoma (moretón) tiempo después debido al sangrado interno y por ello imposibilita la actividad física cotidiana de quien lo presenta. Algunos músculos son más propensos a desgarres como los de: tendón de la corva, ingles y pantorrilla (extremidades).
La contractura muscular, dice Romo, es un mecanismo de defensa del cuerpo que paraliza una zona y produce ardor y dolor en menor grado que un desgarre. Aparece esencialmente cuando se exige al músculo un trabajo superior al que puede realizar. Muchos de estos cuadros se dan en la columna cervical, dorsal y lumbar debido a posturas incorrectas o movimientos. El paciente se suele quejar de una sensación de pesadez en la zona afectada y dificultad para mover articulaciones cercanas.
El tratamiento para un desgarre consiste en no efectuar masaje alguno. Debe aplicarse frío (hielo) las primeras 24 horas, acudir con el médico (traumatólogo u ortopedista) y guardar reposo durante semanas para que la rotura cicatrice. El médico suele prescribir medicamentos antiinflamatorios para aliviar el dolor. Puede incluir el uso de compresas calientes.
Para una contractura se puede aplicar calor y analgésicos. Cuando la persona padece dolor y rigidez acentuada y permanente se le puede inyectar en la zona algún anestésico local además de permanecer en reposo o no realizar actividades físicas que requieran de un esfuerzo mayor como el ejercicio.
El ortopedista menciona que se puede formar un círculo vicioso en el caso de las contracturas, pues el músculo que ha padecido uno puede comprimir arterias disminuyendo su riego sanguíneo y de esta manera tiende más a contracturarse cada vez con mayor facilidad. En esa situación se recomienda hacer actividad física moderada para romper esa tendencia. “Lo más importante es acudir con el médico para una valoración y ofrecer el tratamiento adecuado, no con personas que se hayan formado de manera empírica”, acotó.
Prevención
Los factores de riesgo (algo que incrementa la posibilidad de adquirir una enfermedad o condición) para el desgarre y contractura muscular es la práctica de actividades atléticas, fatiga, esfuerzo excesivo y un clima frío. Para reducir la posibilidad de padecerlos:
*Aprenda las técnicas apropiadas para las actividades deportivas. Después de un pequeño periodo de calentamiento, estire bien los músculos, especialmente los que han estado lesionados previamente.
*Pare cuando esté cansado, pues los músculos fatigados no funcionan bien y no reaccionan adecuadamente a una tensión repentina.
*Disminuya el estrés y no permanezca demasiado tiempo en una posición incómoda.
FUENTE: Hospital General de Lerdo