PUEBLO NUEVO, DGO.- Hay apatía en el Ayuntamiento para atender las necesidades del Cuerpo de Bomberos de El Salto, aun cuando esta ciudad es vulnerable a los incendios, por ser de madera la mayoría de las viviendas.
Las fábricas de madera y aserraderos predominan en la cabecera municipal de Pueblo Nuevo; de hecho, es el sector más importante en materia económica o de empleo, pero prácticamente está desprotegido en materia de incendios.
Ayer la ciudadanía manifestó la incongruencia de que ni los bomberos escapan de los incendios, ya que la estación de estos tragahumo resultó afectada por el fuego, en una clara manifestación del olvido en que se encuentran por parte del Ayuntamiento.
Sobre tal incidente, El Siglo de Durango intentó entrevistar al Alcalde, pero no se encontraba en la oficina, según su secretario particular, José Rojas, quien comentó que se hallaba en la ciudad de Durango.
El secretario del Ayuntamiento, Juan Manuel Lares Rodríguez, se negó atender al reportero, señalando su secretaria que estaba muy ocupado en una llamada telefónica, mostrando la incapacidad y falta de voluntad en atender la problemática del municipio.
Los ejidos forestales que laboran dentro del casco urbano de El Salto lamentan la falta de atención al Cuerpo de Bomberos, están conscientes de las carencias de equipo e instalaciones por las que atraviesan estos héroes anónimos.
Al respecto, Juan Vargas Rocha, secretario del ejido La Victoria, recuerda que hace 15 años el aserradero fue consumido por las llamas; desde entonces procuraron utilizar estructura metálica y colocar tubería de agua alrededor de las instalaciones para protegerse de otro siniestro, pues saben que los bomberos carecen de equipo.
Por principio de cuentas, los bomberos están mal ubicados, sólo han recibido promesas de un nuevo edificio, inclusive de la integración de un patronato, pero de eso no se ve nada claro, pues los funcionarios no dan la cara.
Para Vargas Rocha los bomberos necesitan espacio para movilizarse en llamadas de urgencia, pues su ubicación, como casi todas las de El Salto, se da en callejones, por lo que es difícil para estos servidores dar pronta atención a quienes así lo soliciten.
Las quemas de desechos maderables realizadas por las empresas forestales de El Salto son un constante riesgo de incendios, pero se carece de un plan definido al respecto, señala Vargas Rocha, como ciudadano, más que como directivo del ejido La Victoria.
Promesas falsas
Por décadas, los bomberos de El Salto esperan que los políticos y funcionarios cumplan sus promesas de campaña en atención a mejorar el servicio contra los incendios.
-Los bomberos carecen de salarios decorosos; la mayoría son voluntarios sin ingresos. Lo hacen más por vocación que por dinero.
-Debido a la ubicación de la Estación de Bomberos frente a la plaza principal, no pueden realizar una rápida movilización.
-No tienen uniformes adecuados para enfrentarse al fuego; desde hace dos décadas no reciben estos implementos.
-La labor de los bomberos no solamente es apagar fuego, sino auxiliar a los viajeros y realizan otras actividades ajenas a su misión.
-Se carece de equipo para atacar un incendio deltas magnitudes, pues El Salto es vulnerable al fuego debido a su estructura de madera y actividad forestal.
-Las autoridades municipales están por concluir su trienio y no han remediado este problema que data de hace muchos años.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Durango.