Hay quejas respecto de la poca labor de investigación que realiza la DEI en Canatlán.
EL SIGLO DE DURANGO
CANATLÁN, DGO.- El trabajo que debe hacer la Dirección Estatal de Investigación (DEI) parece ser responsabilidad de los ciudadanos, pues los policías no hacen nada, según quedó demostrado tras la denuncia presentada el jueves 27 de diciembre ante el agente del Ministerio Público por la señora María del Rayo Graciano.
La denuncia fue interpuesta por la ciudadana, encargada de un bazar en el Centro de la ciudad de Canatlán, misma que presentó después de los hechos del miércoles 26 de diciembre; una persona que se identificó con el nombre de Jaime Félix acudió hasta dicho negocio para vender una gargantilla supuestamente de oro.
ENGAÑO
Sin embargo, la pieza no era de dicho material, por lo que luego de darse cuenta, en el bazar, denunciaron los hechos a la DEI para localizar al timador, del cual sólo se tenía su nombre y sospechas de que su posible domicilio era el poblado Ricardo Flores Magón.
Después de interponer la denuncia, María del Rayo confió en que los agentes realizarían su trabajo, pero al regresar a las oficinas de la dependencia se encontró con que supuestamente ya habían buscado en una calle Ricardo Flores Magón, pero ni existe una vialidad con ese nombre en Canatlán y lo que se les anticipó como pista era que probablemente vivía en el poblado, lo que muestra que simplemente no hicieron nada.
POR MANO PROPIA
Ante la ineficiencia de la DEI, María del Rayo se dio a la tarea de buscar al timador, sólo preguntando, por lo que en poco tiempo ubicó a un sujeto, que es un joven del poblado Ricardo Flores Magón.
Tras una investigación de dos días dio con la casa de un muchacho de 17 años, de nombre Jaime Félix; sin embargo, aunque el nombre concordaba con quien buscaba no se trataba del sujeto que acudió a vender la joya apócrifa.
Pero de manera sorpresiva éste identificó la joya como de su propiedad e informó que le había sido robada semanas atrás, y sospechaba de su propio primo, otro joven de 16 años de edad de nombre Humberto Rojas, por lo que se dirigieron al domicilio de este último y así fue identificado plenamente por la encargada del local como quien vendió la joya sin valor.
Retira la demanda
El timador ya había gastado el dinero obtenido por la venta de la gargantilla en la compra de un costoso celular, mismo que tuvo que entregar como garantía para pagar al bazar.
Por su parte, María del Rayo se presentó a retirar los cargos al no haber ya delito qué perseguir, puesto que ella misma se encargó de investigar y solucionar el caso.