Los bancos han desarrollado programas para evitar riesgos financieros. (Archivo)
Los bancos llevan la delantera en la puesta en marcha de programas para administrar riesgos de manera eficaz e invierten más tiempo, recursos y educación en este proceso, que compañías de otras industrias, aseguró Ernst & Young.
De acuerdo con la cuarta encuesta anual de Comités de Auditoría aplicada por la consultora sólo nueve por ciento de los consejos en empresas no bancarias han creado un comité de riesgos independiente, comparado con el 54 por ciento de los consejos en los bancos.
El titular de la práctica de Bancos y Mercados de Capital de Ernst & Young Global, James Fanning, señaló que las compañías en la industria bancaria enfrentan un grupo específico de riesgos.
Por ello, dijo, contar con un buen programa de auditoría diseñado para supervisar la administración de esos riesgos es esencial para las entidades financieras, las cuales operan en una industria que exige un alto nivel de cumplimiento, revelación y transparencia.
Resaltó que los Comités de Auditoría de los bancos dan prioridad al riesgo de manera diferente y los cuatro riesgos más importantes son la reputación, tecnología de información, crédito y fusiones y adquisiciones y desposeimiento.
De acuerdo con la encuesta, los cuatro riesgos más importantes para los no bancos son: reglamentación, dinámicas del mercado, fusiones, adquisiciones y desposeimiento y recursos de gente-humanos.
Fanning apuntó que los bancos asignan muchos más recursos a sus Comités de Auditoría en todas categorías, además de que sus comités tienen más miembros respecto al resto de las firmas de otros sectores y reciben indemnizaciones más altas.
No sólo son mayores los recursos para los miembros de comités de auditoría de los bancos, sino que nos dimos cuenta de que la capacitación y la educación en trabajo se toman muy en serio en los Comités de Auditoría de los bancos, agregó.
En ese sentido, opinó que si los bancos continúan siendo el modelo para otras industrias, es probable que sean los primeros en juntar sus actividades de riesgo y cumplimiento en un proceso que ofrece una administración de riesgos más eficaz para toda la compañía.
