CRUEL REALIDAD. Fue uno de los choferes quién al parecer vio a la madre irse.
Un chofer de los autobuses Cuauhtémoc, descubrió en los baños de la central, a un recién nacido abandonado en una de las tazas.
No fue importante
Jesús Gómez Romo, empleado de la terminal de autobuses Cuauhtémoc, comentó a los elementos de Seguridad Pública, que alrededor de las ocho de la noche del domingo, escuchó que una mujer estaba pujando, pero no le tomó importancia.
“El ruido provenía de los sanitarios de damas, ubicados en el interior del estacionamiento de los camiones”, dijo Jesús.
Ante el hallazgo, hablaron a Cruz Roja, y al llegar los paramédicos revisaron al bebé, pero éste ya había fallecido. “Al parecer el recién nacido murió de asfixia, pues tenía el cordón umbilical enredado en el cuello, cuando lo encontramos”, expresó un socorrista.
A la Central acudió también el agente del Ministerio Público, Raúl Zamora, quien dio fe de la muerte del pequeño. Al hacer las entrevistas a los empleados, se dijo que vieron a una menor como de 16 años que iba agarrándose la entrepierna.