Los restos de un dinosaurio semejante a un ave, pero tan alto como el temible tiranosaurio, han sido hallados en China, un descubrimiento sorprendente que indicaría que el proceso evolutivo de las aves fue más complejo de lo que se creía.
Los huesos fósiles hallados en la Cuenca de Erlian, en la región de Mongolia Interior, corresponden a un especimen de unos ocho metros (26 pies) de longitud, casi cinco metros (16 pies) de altura y mil 500 kilos (tres mil libras) de peso, dijo Xu Xing, paleontólogo en el Instituto de Paleontología y Paleoantropología de Vertebrados de la capital china.
La altura es similar a la del tiranosaurio, un carnívoro. Pero el dinosaurio, llamado Gigantoraptor elrianensis, también tenía pico, patas delgadas y probablemente plumas. Era 35 veces más grande que su probable pariente Caudiperyx, un pequeño dinosaurio emplumado, dijo Xu.
La existencia de Gigantoraptor contradice las teorías predominantes de que los dinosaurios perdieron talla al evolucionar hacia las aves, y que los dinosaurios más graves tenían menos características de aves, añadió.
"Es como hallar un ratón del tamaño de un caballo o una vaca", dijo Xu, coautor de un trabajo publicado en la revista Nature. "Es una información muy importante para el trabajo de rastrear el proceso evolutivo de dinosaurios a aves. Es más complejo de lo que imaginábamos".
Caudiperyx y Gigantoraptor pertenecen a un grupo de dinosaurios llamados ovirraptores, que tienden a ser de la misma o menor talla que un ser humano. Ultimamente los paleontólogos habían descubierto representantes emplumados del grupo, del tamaño de un pavo, pero nada parecido a Gigantoraptor.
La evolución tiende a acrecentar la talla de los animales, porque así es más fácil obtener alimentos y parejas, además de evitar a los depredadores.
Pero el gigantismo tiene sus desventajas, como la necesidad de más alimentos y territorio. Los grandes tienen menos cría y reproducen con menor frecuencia que los pequeños. Eso los vuelve más vulnerables a los cambios ambientales, como los que sucedieron bruscamente hace 65 millones de años.
Los periodistas pudieron observar los restos de Gigantoraptor: dos huesos amarillentos de pata de unos 98 centímetros (3.2 pies) de longitud, probablemente de un adulto joven.
No se ha determinado si Gigantoraptor era herbívoro, de cabeza pequeña y cuello largo, o carnívoro, de garras afiladas. El dinosaurio tiene las dos características, dijo Xu.