Se dificultará a defensores de derechos humanos el acceso a las estaciones del Instituto Nacional de Migración.
EL UNIVERSAL
MÉXICO, DF.- La Secretaría de Gobernación endurecerá los requisitos para que defensores de derechos humanos y de los migrantes accedan a las estaciones migratorias donde verifican las condiciones en que se encuentran y son tratados los extranjeros detenidos en México para su deportación.
Además, se propone establecer castigos más severos a los detenidos en las estaciones migratorias, como negarles su derecho a recibir visitas hasta por 20 días o aislarlos del resto de los internos por un periodo similar. Las causas para aplicar tales sanciones quedarán a discreción del jefe de la estación migratoria.
Con estas medidas, el Gobierno mexicano tratará a los indocumentados, principalmente centroamericanos, como delincuentes, y facilitará la comisión de violaciones a sus derechos humanos y la impunidad de los agresores, advirtieron en entrevistas por separado Alejandro Solalinde, de la Comisión Episcopal de la Movilidad Humana, y Édgar Cortez, de la Red Mexicana Todos los Derechos para Todos.
Al conocer el proyecto de nuevas Normas para el Funcionamiento de las Estaciones Migratorias del Instituto Nacional de Migración (INM), advirtieron que se irá en contra de la transparencia que debe regir en ese tipo de centros de detención, y se obstaculizará el trabajo de quienes se dedican a defender y proteger los derechos de los migrantes.
La Secretaría de Gobernación envió a la Comisión Federal de Mejora Regulatoria (Cofemer) el proyecto con las nuevas normas el 22 de noviembre, todavía con la firma del entonces titular, Carlos Abascal Carranza.
El 18 de enero, la dependencia envió un oficio a Cofemer para hacer sólo el cambio de nombre del titular de la Secretaría para registrar el de Francisco Ramírez Acuña, sin modificar en nada el texto de las nuevas normas.
ESTACIONES MIGRATORIAS
El INM cuenta con 45 estaciones migratorias en el país, en las cuales diversas organizaciones no gubernamentales y eclesiásticas hacen labor humanitaria para ayudar a los extranjeros detenidos en territorio mexicano, y proteger sus derechos humanos.
Las normas con que operan las estaciones migratorias están vigentes desde el 26 de noviembre de 2001, cuando Santiago Creel era el secretario de Gobernación, y en ellas se estableció que los extranjeros podían ser visitados por familiares, amistades, cónyuge, autoridades, representantes consulares, organismos no gubernamentales, representante legal y ministros de culto religioso acreditados.
La visita es autorizada por la Coordinación de Control y Verificación Migratoria o el jefe de la estación, en determinados horarios.
Las visitas se suspenden, bajo las actuales reglas, en caso de disturbios que pongan en riesgo la seguridad de la estación, si el visitante intenta introducir objetos prohibidos, o si el detenido está sujeto a medidas disciplinarias, o por cuestiones de seguridad. Además, se especificaron los caso en que se podía aplicar las medidas disciplinarias.
PROYECTO
En cambio, el proyecto de nuevas normas que está por entrar en vigor, impone nuevos requisitos para los visitantes a las estaciones migratorias:
Presentar identificación oficial vigente; registrarse en un libro de gobierno; someterse a revisión exhaustiva; en algunos casos se tomará fotografía y huellas dactilares.
Además de esos requisitos, los ministros de culto deberán presentar petición por escrito en la que señalen los objetivos de su visita, las actividades que realizarán y que deberán ser congruentes con el objeto señalado en su acta constitutiva, el nombre de las personas autorizadas, adjuntar copia certificada del acta constitutiva de la agrupación religiosa y copia certificada del registro constitutivo de la misma.
Las organizaciones no gubernamentales deberán a su vez añadir su petición de acceso por escrito, los objetivos de la visita, describir detalladamente las actividades que harán en la estación, el nombre de las personas que ingresarán, copia certificada de su acta constitutiva o instrumento público que acredita su legal existencia, sus modificaciones y su constancia de inscripción en el Registro Público de Comercio.
?Veo (en el Instituto Nacional de Migración) miedo a los derechos humanos, a las acusaciones, a ser señalados, pero sobre todo miedo al ser humano?, afirmó el padre Alejandro Solalinde al conocer las nuevas normas para las estaciones migratorias.
?Deploro que el instituto, en vez de facilitar que haya más transparencia, pone más obstáculos. Parece inexplicable que limiten la ayuda humanitaria para estas personas que son tan vulnerables, y parece que con esas acciones quieren incomunicarlos?, agregó.
En opinión de Édgar Cortez: ?Pareciera una estrategia para poner más limitantes al trabajo de visita y monitoreo de las condiciones de las estaciones migratorias?.
?Tienden a homologar a los detenidos en estaciones migratorias con delincuentes, pero sólo son personas pobres que migran por necesidad económica, que buscan un trabajo y mejorar sus condiciones de vida?, añadió.
Una vez que la Cofemer otorgue su visto bueno, Gobernación publicará las nuevas normas en el Diario Oficial de la Federación para que entren en vigor.