“Los procesos electorales en México nos permiten ver una vida política cada día más empobrecida”
Alfonso Zárate
Analista Político
Al arribar Vicente Fox a la Presidencia de la República se suprimió el autoritarismo de una época en que los poderes públicos coparon a la sociedad y a su vez nosotros aceptamos de forma conformista y hasta indiferente esta realidad; acostumbrados también a que el aparato de Gobierno disponía sin ningún límite en la conducción del país, de igual forma nos vimos inmersos de una euforia triunfalista porque también así nos lo marcaron, de que habíamos transitado a una verdadera democracia cuando en realidad, se trataba de un primer paso y que en mi concepto salvo algunos aspectos generales estamos viendo que lo anterior no es cierto.
Lo que estamos viviendo en la actualidad en el ámbito político, nos muestra que hasta cierto punto hay más conciencia cívica y hasta crítica pero hay que reconocerlo, desafortunadamente es en una baja proporción, leía recientemente la encuesta Nacional sobre Cultura Política y Prácticas Ciudadanas, patrocinada por la Secretaría de Gobernación que revela que nueve de cada diez connacionales afirmaron estar poco o nada interesados en la política mientras que apenas 10% dijo estar muy interesado.
Independientemente de lo anterior seguimos asistiendo a una arena pública que poco difiere de las anteriores, el constante intercambio de ataques y descalificaciones de todo tipo entre los actores políticos sin distinción alguna, han creado un ambiente enrarecido también propiciado por los medios y en especial por las televisoras, quienes por cierto deben de estar muy preocupadas de que se frene los gastos en campañas por la merma que esto significa en sus ingresos, de tal manera que en conjunto se dificulta cualquier solución o consenso en las iniciativas relevantes como actualmente sucede con la Reforma Fiscal.
Para respaldar lo expuesto anteriormente, basta detenerse en la reflexión de lo sucedido en el último tramo del primer año de gestión del Presidente Calderón:
¡ El Primer Informe como era de esperarse fue una simple parodia como resultado de una negociación entre el PRI y el PRD desde luego agradecemos que no se volviera a repetir el lastimoso y bochornoso acto de tomar la Tribuna en el Palacio Legislativo pero si en cambio presenciamos un proceso de entrega por escrito del Informe por parte del Presidente de la República en manos del vicepresidente en turno de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados ante el retiro de la Presidenta Ruth Zavaleta lo cuál es criticable, como también lo es el hecho de que el canal oficial encargado de la transmisión de este acto al suprimir la declaratoria de la Diputada Zavaleta y que el propio Secretario de Gobernación declarara que se debió a “fallas técnicas”, lo cuál nos recuerda otras épocas impositivas y autoritarias.
¡¡ El propio Presidente Calderón no pudo escapar a buscar su lucimiento personal y escenificó su propio ritual al día siguiente en el Palacio Federal para presentar el mencionado Informe ante una nutrida concurrencia del mundo político, empresarial y representantes de diversas corrientes sociales que aunque era más selecto no difiere tampoco en mucho de la fórmula presidencialista de antes. De que el formato del informe Presidencial ya esté acabado o no es irrelevante, lo cierto es que el fondo no cambia y por ello la población es cada vez menos receptiva a estos actos.
¡¡¡ Más criticable aún el reciente acuerdo para el cambio de los Consejeros del IFE en conjunto con la iniciativa de una Reforma Electoral, no entiendo cuál es el fondo de que el Congreso vulnere la autonomía de esta Institución ya que pone en evidencia dos aspectos que enturbia este procedimiento: El Consejo del IFE no actuó transparentemente en los procesos Electorales o bien los partidos políticos quieren tener un Consejo más cómodo para sus intereses partidistas lo que nos conduce nuevamente a un retroceso hacia nuestra democracia, pretextando la soberanía del Congreso.
Para evitarle el tedio de seguir enumerando fallas políticas a todos los niveles que afectan continuamente el desarrollo de nuestro país a pesar de las declaraciones por parte de los dirigentes de los partidos políticos en las Cámaras de que se trata de una Legislatura muy productiva en su gestión, esperemos pronto una resolución sobre la Reforma Fiscal y Electoral que de antemano sabemos en el caso de la primera, nuevamente será insuficiente y que aunada al segundo tema que sin duda busca satisfacer los intereses partidistas, nuestra democracia no avanza … la transparencia y rendición de cuentas quedan al margen o en duda y el perfeccionamiento de un buen Gobierno queda frenado y desalienta nuestras posibilidades de un mayor desarrollo sostenido y equitativo para todos los mexicanos.
Nuestro desafío y nuestra oportunidad como país, consiste en cerrar la brecha que nos separa a los mexicanos en lo político, social y económico, pero al parecer no encontramos rumbo ni claridad en la dirección y gobernabilidad que deben de ser propios de una sociedad libre que aspire a una mayor prosperidad y equidad en todos los ámbitos de la misma.
