AUTOESTIMA| Tu pareja debe ayudarte a crecer, no tratar de crecer por ti.
MÉXICO, D.F.- ¿Te preguntas por qué muchas de tus relaciones se van "al caño"? ¿Desconoces la causa por la que aquel niño nunca te volvió a marcar, o por qué esa niña dejó de contestar tus llamadas? ¿Te angustia la idea de "quedarte solo (a)"?
Muchos de nosotros pensamos, erróneamente, que el formar parte de una pareja resolverá mágicamente todos, o por lo menos la mayoría, nuestros problemas emocionales, y es así que colocamos, aún inconscientemente, la responsabilidad de resolverlos en nuestra contraparte.
¡No solamente eso!, si no lo logra nos enojamos con él (ella) por mostrarse incapaz de hacerlo, o terminamos por alejarlo (a) con nuestras irracionales exigencias.
La verdad es que antes que poder entablar una relación enriquecedora y mutuamente satisfactoria, debemos tener una vida emocional lo bastante sana como para enfrentar con madurez las inevitables negociaciones y conflictos de pareja.
Si ponemos en manos de nuestro amado (a) la responsabilidad de resolver nuestra vida, terminaremos frustrados porque nos seguiremos sintiendo igual aunque tengamos galán o novia, y además, es muy probable que hagamos daño al otro, quien en ningún momento es responsable de nuestro equipaje sicológico y emocional.
La siguiente lista de características y patrones de comportamiento puede servirte para identificar situaciones que debes resolver por ti mismo (a), antes de pretender conectarte íntimamente con alguien más: Patrones de negación:
1. Tengo dificultad para identificar lo que siento.
2. Minimizo, modifico o niego lo que siento realmente.
3. Me percibo como una persona totalmente desinteresada y dedicada al bienestar de los demás.
Patrones de baja autoestima:
1. Tengo dificultad para tomar decisiones.
2. Juzgo duramente todo lo que pienso, digo o hago, como algo que no es "lo suficientemente bueno".
3. Me siento avergonzada (o) al recibir reconocimiento, elogios y hasta regalos.
4. No le pido a los demás que satisfagan mis necesidades o deseos. 5. Valoro más la aprobación que me dan los demás por mi comportamiento, ideas y sentimientos que la que me doy yo misma.
6. No me percibo como una persona valiosa o digna de recibir amor.
Patrones de conformidad:
1. Actúo en contra de mis valores e integridad para evitar el enojo o el rechazo de otras personas.
2. Soy extremadamente sensible a los sentimientos de los demás y los incorporo como propios.
3. Soy sumamente leal y permanezco en situaciones dañinas demasiado tiempo.
4. Le doy más valor a las opiniones y los sentimientos de los demás que a los míos y frecuentemente temo expresar mis opiniones y sentimientos cuando difieren de los de los demás.
5. Dejo a un lado mis propios intereses y pasatiempos para hacer lo que otros desean hacer.
6. Acepto una relación sexual como sustituto del amor.
Patrones de control:
1. Creo que la mayoría de la gente no es capaz de cuidarse a sí misma. 2. Trato de convencer a los demás de lo que deben pensar o sentir. 3. Me resiento cuando los demás no me dejan ayudarlos. 4. Ofrezco consejos y orientación a los demás, sin que se me pida. 5. Me desvivo por hacer regalos y favores a quienes quiero. 6. Utilizo el sexo para ganar aprobación y aceptación. 7. Tengo que sentir que "me necesitan" a fin de tener una relación con los demás.
Si ya estás en una relación de pareja, es importante que te quede muy claro que debes ser tú quien procure dar solución a tus limitaciones y que identifiques los problemas de pareja causados por tus propios problemas emcionales, de forma que no le hagas al otro pagar los platos rotos de lo que es una limitante tuya.
Por supuesto que puedes beneficiarte de su amor y buscar su apoyo, pero ten siempre presente que no debes responsabilizarlo. Tu pareja debe ayudarte a crecer, no tratar de crecer por ti. Mucho menos debes buscar que él o ella, hagan tu trabajo emocional por ti. Si estás solo, ve en éste un buen momento para dedicar todas tus energías a ti mismo y buscar la mejor forma de superar tus conflictos, ya sea con la ayuda de un profesional, o adoptando las acitudes que sabes que son las correctas ante tal o cual situación.
Si conoces a alguien y sientes que aún no estás listo para compratir a nivel de iguales, por más que te duela, es mejor que lo dejes ir por el momento y que lo busques después, ya que puedas ofrecerle lo mejor de ti, si no, corres el riesgo de perderlo definitivamente sin haberle dado la oportunidad de conocer quien eres en realidad.