La caída empezó justo después que un estallido dentro de la mina de carbón Pasta de Conchos, propiedad de Industrial Minera México, acabó con la vida de 65 trabajadores, el 19 de febrero de 2006.
EL SIGLO DE TORREÓN
NUEVA ROSITA, COAH.- De lejos asemeja a un gran cadáver de piedra, al casco desvencijado y polvoriento de una hacienda minera en ruinas. Por dentro, con sus gruesas y descuidadas paredes de adobe y sus techos de cinco metros de alto agrietados por el sol, el edificio de la Sección 13 del Sindicato Minero Nacional en la localidad refleja la devastación por la que atraviesa el gremio.
Otrora poderoso e influyente, el organismo obrero se encuentra ahora condenado al abismo. A sus líderes se les acabó la trinchera de lucha y desapareció el parapeto con el cual accedieron desde principios del siglo anterior, a lujos y comodidades amparados en la defensa de los intereses de los trabajadores.
Todavía hace un año, los dirigentes de la Sección 13 mantuvieron sus prerrogativas. Pero la debacle empezó justo después que un estallido dentro de la mina de carbón Pasta de Conchos, propiedad de Industrial Minera México, acabó con la vida de 65 trabajadores, el 19 de febrero de 2006.
Veinticinco eran miembros del Sindicato y el resto subcontratados por la compañía General de Hulla.
Un minero que fue despedido y recontratado como eventual y que pidió omitir su nombre, dijo que antes del accidente, contando su salario normal, más tiempo extra y bonificaciones establecidas en el desaparecido contrato colectivo de trabajo entre IMMSA y la Sección 13 del Sindicato Minero Nacional, cada semana llegaba a su casa hasta con mil 200 pesos en la bolsa.
Ahora, recontratado como eventual, ?eso no lo saco ni trabajando 12 horas, como andamos aquí desde que nos volvieron a contratar. Además ahora ando en el retiro de escombro, trabajando con pico y pala?, lamenta.
?Lo bueno de todo esto es que no me tocó el accidente. Cuando pasó yo andaba en el segundo turno, esa noche salí y me fui a la casa y en la mañanita un hermano me despertó para avisarme de lo que había pasado. Gracias a Dios no me tocó y gracias a Dios sigo con trabajo?, cuenta.
?TRAGEDIA LABORAL?
A la tragedia humana producto de la explosión le siguió otra, de carácter político y laboral, pues a juicio de los trabajadores la empresa incorporada a Grupo México, la principal firma minera en América Latina, aprovechó la confusión e incertidumbre posteriores al accidente para deshacerse del Sindicato al despedir a cada uno de los trabajadores.
?IMMSA diseñó rápido una estrategia para romper con la Sección 13 y con el Sindicato Minero. Aprovechó la tragedia de Pasta de Conchos para liquidar a los compañeros y terminar con ello con cualquier compromiso establecido en el contrato colectivo de trabajo?, dice José Antonio Rodríguez Pecina, secretario de Propaganda y Estadística de la desaparecida Sección minera.
?Al principio los despidos fueron paulatinos, para que la gente no se diera cuenta. Fueron despidos hormiga, uno a uno fueron saliendo, recibiendo liquidaciones por debajo a las establecidas por la Ley y después vino el golpe final?, añade.
A principios de noviembre de 2006, trabajadores sindicalizados realizaron una huelga de ?brazos caídos? en protesta por malos tratos de supervisores y directivos de la compañía.
?Íbamos a la empresa, nos presentábamos a trabajar, pero no bajábamos a la mina, Paralizamos las operaciones. En total fueron cuatro días y la instrucción que teníamos de parte del Sindicato era no realizar ninguna actividad, simplemente estar presentes durante las ocho horas de nuestro turno y retirarnos de la empresa?, señaló José Luis Jiménez, uno de los trabajadores despedidos.
?El primer día los representantes de la empresa nos advirtieron que si no trabajábamos no nos iban a pagar, pero el Sindicato nos presionaba para mantener el paro. Después de los cuatro días, cuando la situación se normalizó, regresamos a nuestro turno, pero a muchos compañeros ya no los dejaron entrar a la empresa. Les dijeron que pasaran a Recursos Humanos por su liquidación?, añadió Miguel de la Cruz, otro ex obrero.
Desde que comenzaron los despidos y hasta la fecha, IMMSA ha sostenido que el motivo no es la protesta realizada por los trabajadores, sino la improductividad de la mina que explotó y se colapsó la madrugada del domingo 19 de febrero del año anterior.
PUGNA SINDICAL
Pero las pugnas entre empresa y Sindicato tienen otro ingrediente, que se aderezó las semanas siguientes a la tragedia en Pasta de Conchos, cuando el entonces titular de la Secretaría de Trabajo, Francisco Javier Salazar Sáenz, desconoció el liderazgo de Napoleón Gómez Urrutia, secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Similares de la República Mexicana y nombró en su lugar a Elías Morales Hernández, bajo el argumento de que el primero defraudó a los trabajadores con más de 55 millones de dólares.
Desde entonces se han registrado pugnas y enfrentamientos entre seguidores de Gómez Urrutia y de Morales Hernández. A juicio de los primeros, la causa de su despido ha sido su apoyo al ex dirigente.
?Los despidos no han sido otra cosa que una revancha, puesto que la empresa apoyó la imposición de Elías Morales y se dio cuenta que la mayoría de los compañeros son de la corriente de Gómez Urrutia?, consideró Juventino Mares Martínez, secretario de Trabajo de la Sección 14 del Sindicato, cuyos más de 700 trabajadores prestan sus servicios en la planta procesadora de carbón que IMMSA tiene en Nueva Rosita.
Mares expresó temor de que la Sección 14 corra la misma suerte que la Sección 13, pues en los últimos meses han sido despedidas ocho personas.
Al respecto, el abogado Manuel Fuentes, quien representa los intereses legales de algunos familiares de los mineros muertos en Pasta de Conchos, consideró que Industrial Minera México aprovechó la tragedia para desincorporarse de un contrato laboral que le resultaba caro.
En entrevista, consideró que a la empresa le resulta más cómodo el hecho de que la relación laboral la lleven compañías subcontratadas ?pues así se desentiende de tener que cubrir prestaciones y compromisos salariales?.
?Hoy en día los trabajadores de Pasta de Conchos siguen expuestos a amplio riesgo y lo peor del caso es que trabajan más duro para ganar menos y más lamentable resulta que ya no cuentan con prestaciones extraordinarias a su salario?, dice.
