A unos días de que se conociera la existencia de una presunta red de traficantes de personas para llevarlas a trabajar en condiciones infrahumanas a las islas Bahamas, fue denunciada la salida de otro grupo de queretanos con destino a dicho lugar.
Aproximadamente veinte queretanos -la mayoría del municipio de Pedro Escobedo- fueron “enganchadas” esta semana por Yolanda Olvera Torres, para viajar a la isla de Bimini Bay, denunció el diputado local, Jaime Escobedo García.
“Se están yendo cada mes y se los llevan a trabajar dos o tres meses; no les pagan absolutamente nada... y bueno, ya no es mano de obra barata; es mano de obra regalada. Se van y no les pagan”, sostuvo el legislador.
Alrededor de seis queretanos que lograron huir del cautiverio, denunciaron que con engaños fueron “contratados” por una persona de nombre Leonarda Olivera Torres, quien les prometió que ganarían 13 mil pesos al mes trabajando para la empresa Arg. Construction Limited, ubicada en dicha isla caribeña que de manera extraoficial se supo es propiedad de un ciudadano de origen cubano que radica en la ciudad de New York.
Sin embargo, denunciaron que nunca les pagaron sus salarios, que trabajaban jornadas de once horas al día y que no tenían posibilidad alguna de salir, hasta que lograron contactar con sus familiares, quienes les ayudaron a regresar.
El diputado en la 55 legislatura del estado de Querétaro, Jaime Escobedo, confirmó la información en el sentido de que la semana anterior salió otro grupo de personas a trabajar a la isla; incluso saben ya que se está reclutando más gente.
Hay otro contratista
Uno de los queretanos que logró regresar a su tierra, David Alejandro González, reveló que además de Yolanda Olvera Torres, hay un segundo “contratista” que desempeña exactamente las mismas funciones, de nombre Felipe López Estrada, quien es del Distrito Federal. David Alejandro comentó que es tan común el tráfico de personas a la referida isla, que quienes están en ella siempre le dicen a los recién llegados: “ Bienvenidos al infierno” porque es parecido a una prisión.
“No puedes hacer otra cosa más que trabajar y trabajar”, dijo.
“Para poder salir de la isla se supone que otorgaban un permiso que costaba dos mil dólares más mil por el costo del vuelo. Tres mil dólares para poder salir de la isla. Y si no tenías el dinero, te decían que trabajaras tres meses sin goce de sueldo para poder salir”, recordó David Alejandro.