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Pensilvania, EU.- Criado en las viviendas públicas de un viejo pueblo siderúrgico, Edward ?Willie? Carman vio el Ejército como una posibilidad de forjarse una vida mejor.
?No lo hago por ti, lo hago por mí?, dijo el entonces muchacho de 18 años a su madre, Joanna Hawthorne, un día al regresar de la escuela secundaria y sorprenderla con la noticia.
Cuando Carman murió en Irak hace tres años a los 27, había ahorrado dinero para la universidad y tenía una novia y dos hijos, incluyendo un bebé al que nunca conoció. Sus vecinos en el barrio de casas rodantes donde vivía Hawthorne recaudaron 400 dólares y se los dejaron en un sobre en la puerta.
El duelo no es exclusivo de este pueblo de Pensilvania. Casi la mitad, de los más de tres mil 100 soldados estadounidenses muertos en Irak, proviene de pueblos como McKeesport, con menos de 25 mil habitantes, según un análisis. Uno de cada cinco proviene de pueblos de menos de cinco mil pobladores.
La Oficina del Censo dijo que el 56 por ciento de la población en 2005 vivía en pueblos de menos de 25 mil habitantes y en pueblos no incorporados, pero que no podía discriminar la cifra entre unos y otros. El censo de 2000 reveló que el 16 por ciento de la población total vivía en zonas rurales no incorporadas.
En Estados Unidos, un pueblo no incorporado es un barrio rural sin ayuntamiento propio, al contrario que el pueblo incorporado que tiene una carta orgánica recibida del Estado, similar a una ciudad.
Muchos de los pueblos de donde provienen las víctimas fatales de la guerra no son solamente pequeños, sino también pobres. El análisis halló que casi tres cuartas partes de los muertos en Irak viene de pueblos donde el ingreso per cápita es inferior al del promedio nacional. Más de la mitad provenía de pueblos donde el porcentaje de gente que vive en la pobreza superaba el promedio nacional.
Algunos son viejos pueblos de fábricas como McKeesport, en el pasado sede de la empresa National Tube Works de la siderúrgica U. S. Steel que llegó a emplear a ocho mil personas, donde el 12.5 por ciento está por debajo de la línea federal de pobreza.
En base al ingreso per cápita, los estados con poblaciones mayormente rurales han padecido el mayor número de fatalidades en Irak. Vermont, Dakota del Sur, Alaska, Dakota del Norte, Nebraska, Wyoming, Delaware, Montana, Louisiana y Oregón encabezan la lista, según el informe.
Hay una ?injusticia básica? sobre el número de soldados muertos en Irak que provienen de áreas rurales, dijo William O?Hare, del Instituto Carsey de la Universidad de New Hampshire, que examina cuestiones rurales.
La escasez de oportunidades es uno de los factores del enrolamiento militar más elevado en las zonas rurales. De 1997 a 2003, un millón y medio de trabajadores rurales perdieron sus trabajos debido a cambios en industrias como la manufacturera que tradicionalmente empleaban trabajadores rurales, según el Instituto Carsey.
A las comunidades rurales ?se les pide que paguen un precio más elevado por esta ?aventura militar? que sus contrapartes urbanos?, dijo O?Hare.
Como consecuencia, en más de mil pueblos pequeños en todo el país -desde Glendive (Montana) hasta Barnwell (Carolina del Sur), pasando por Caledonia (Misisipí), Hardwick (Vermont) y Clinton (Ohio)- amigos y familiares han tratado de encontrar sentido a la muerte de un ser querido en Irak. Es una lucha que se libra con particular intensidad en pueblos pequeños y unidos.
Las tradiciones y el patriotismo militar están muy arraigados en el sector rural de Estados Unidos y para algunos, servir a la patria es una misión que va más allá de lo económico. A veces, el llamado es algo que ni siquiera los padres de los voluntarios comprenden completamente.
Aunque el apoyo a la guerra en las zonas rurales era elevado inicialmente, ha habido una fuerte declinación en los últimos tres años. Las encuestas revelan que los encuestados de las zonas rurales que consideraban que había sido correcta la decisión de ir a la guerra cayó del 73 por ciento en abril de 2004 al actual 39 por ciento. En las zonas urbanas, bajó del 43 por ciento en 2004 al 30 por ciento actual.