Educación y libertad
Una de las características de los sistemas modernos educativos es el énfasis que ponen en la libertad del alumno para aprender. Se idealiza la motivación que un joven o niño tiene para hacerse de los conocimientos y habilidades necesarias que la vida cotidiana le exige. Hoy, un maestro deja de serlo, para convertirse en guía que acompaña o dirige los deseos de los chicos , que le dice cuál es el camino para llegar a donde él quiere.
Se idealiza demasiado un sistema donde no se da la piedra fundamental en la cual se basa el sistema: La motivación personal. Si no hay motivación no se va a generar el deseo por el aprendizaje. En otras palabras, si el alumno quiere aprender va a aprender; pero ¿si el alumno no quiere aprender? ¿Qué no aprenda?
De alguna manera hay que impulsarlo para que por lo menos por obligación obtenga conocimientos que él considera no tienen ninguna importancia.
El maestro lucha con otros sistemas que muchas veces son opuestos a lo que los sistemas educativos defienden o debieran defender. En un mundo donde los principales valores son tener cosas materiales y donde el la superación personal se traduce en qué tan llena tienes tu cartera y la problemática cotidiana se reduce a las recetas de la superación personal, la vida parece fácil sin complicártela demasiado. La fantasía del consumismo a los chicos les parece cosa fácil, en una sociedad que cada vez es más difícil acceder a una fuente de trabajo que te permita generar lo necesario para consumir. En este mundo el estudiar se vuelve un mal necesario para acceder a futuros puestos que ya no pertenecen al nivel laboral que antes pertenecían , que ahora, por el exceso de personas que estudian ciertas profesiones, se han convertido en una especia de obreros calificados. El hombre, en estos días, se está convirtiendo en una cosa de la que se puede prescindir, su producción en serie hace mucho de lo mismo, al Haber mucho de lo mismo, se le puede pagar poco.
¿Dónde queda el valor del hombre en una sociedad consumista? ¿Cómo se recupera esa dignidad?
Por el momento el joven inexperto considera que los verdaderos valores son aquellos que se generan fuera del sistema educativo, y fuera de su casa. Que la felicidad se construye generando riqueza para gastarla en cosas materiales. Existe un fetichismo para hacerse de cosas con tecnología de avanzada y curiosamente, la tecnología avanzada no corresponde a los contenidos que soporta.
En ese mundo donde viven, las grandes riquezas culturales que la civilización ha ido construyendo a lo largo de los siglos se pierde, o se puede dejar perder; en ese mundo la calidad de los contenidos no tiene ninguna importancia; lo único que importa es aquello que puede comercializarse con poco esfuerzo, que genera máximas ganancias con mínima inversión.
En algún lugar se tendría que recuperar la dignidad humana; y muchas veces , para recuperarla hay que ir con contra de la libertad del alumno, a quien lo han engañado diciéndole que ciertas materias escolares no tienen más valor que se parte de la cultura general, como si se quisiera minimizar su valor. Con ello se demuestra que no se sabe que es la cultura general ni para que sirve.
El problema actual es que es muy difícil llevar a buen puerto las pretensiones del maestro de que el alumno aprenda, porque son este subrayado de la libertad lo que se ha conformado es una rebeldía que algunas veces se sale de cause. Rebeldía para oponerse al maestro y a la institución que después se traduce en rebeldía para oponerse a los sistemas sociales.
Esta rebeldía se convierte en transgresora. Lo vivimos a diario. La inseguridad es provocada por personas egoístas que piensan que la libertad es salirse con la suya en contra del bien común. El alumno libertino será un ciudadano libertino.
Habría que reconsiderar este punto. Con el joven que tiene una motivación interior para aprender ha de funcionar. Pero con aquellos que no la tienen fracasa. Estos últimos son la mayoría. En teoría parecen muy bonitos los sistemas; en la practica es donde pongo mis dudas.
Para el bien común se necesita orden, regla y eso debe de ser enseñado desde la escuela. Si no hay orden y reglas, se produce el caos. Esto es en contra de la sociedad misma.
JOLHE