Entre 10 y 12 años, edad de inicio en el tabaquismo
Adultos jóvenes que comenzaron a fumar en la adolescencia es frecuente que padezcan males de la tercera edad.
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) brinda atención especializada a los derechohabientes que padecen tabaquismo, cuyas tendencias indican que ahora las personas inician con la adicción entre los 10 y los 12 años de edad.
En los adultos de entre 35 y 40 años de edad que comenzaron a fumar en la adolescencia es frecuente que padezcan enfermedades propias de la tercera edad, tales como deterioro de la actividad respiratoria, problemas cardiovasculares, gastritis, obesidad e hipertensión, entre otras.
En la actualidad se han detectado alrededor de 4 mil sustancias químicas en un cigarrillo, algunas de ellas son: nicotina, arsénico, metanol, amoniaco y monóxido de carbono; las cuales, al inhalarlas, circulan por la sangre en todo el organismo y, de manera trascendente, por los pulmones.
Algunos de estos químicos, como la nicotina, además de generar la adicción, son cancerígenos y contribuyen al endurecimiento de las arterias (arterosclerosis), que afecta de manera grave al corazón; por otra parte, el tabaquismo a temprana edad puede afectar el desarrollo pulmonar, el cual concluye entre los 16 y 18 años de edad.
En las Clínicas de Atención al Fumador del Seguro Social se le ayuda al paciente en primera instancia con un estudio de espirometría, el cual determina la afectación del flujo de oxígeno hacia los pulmones.
El IMSS cuenta en su cuadro básico con medicamentos que contienen nicotina como parches y gomas de mascar para que gradualmente se supere la adicción; de manera complementaria, se prescriben fármacos ansiolíticos especiales para las personas fumadoras.
Se habla de tabaquismo cuando la persona fuma por lo menos un cigarro al día y mantiene el hábito durante un mes, y de acuerdo a estimaciones del Sector Salud, en la actualidad hay 14 millones de fumadores en el país, de los cuales cerca de un millón son jóvenes menores de 18 años de edad.
El tabaquismo es un problema de salud grave, ya que genera alrededor de 53 mil muertes anuales por padecimientos asociados a la adicción como tumores de vías respiratorias, enfisemas y bronquitis, enfermedad cardiovascular y cardiopatía isquémica.
Además del tratamiento a base de fármacos, el Seguro Social complementa la atención al derechohabiente con terapias cognitivo conductuales para identificar los motivos que tiene la persona para fumar.
Al respecto, se sabe que la nicotina estimula ciertas zonas del sistema nervioso central y por ello las personas le atribuyen propiedades de placer; también inhibe el apetito. En el caso de los menores de edad es particular, porque además de estos supuestos beneficios, encuentran en el tabaco pertenencia a un grupo.
Cuando la persona se acostumbra a estas sensaciones e intenta dejar el tabaco, se presenta lo que se conoce como el síndrome de abstinencia, en el que la persona experimenta ansiedad generada por el abandono súbito de la nicotina.
Químicos
En la actualidad se han detectado alrededor de 4 mil sustancias químicas en un cigarrillo, algunas de ellas son:
Nicotina.
Arsénico.
Metanol.
Amoniaco.
Monóxido de carbono.
FUENTE: IMSS