Entre la reubicación y la jubilación
La estrategia de modernización laboral, uno de los obstáculos.
MÉXICO, DF.- Las negociaciones contractuales entre Petróleos Mexicanos (Pemex) y el sindicato petrolero se encuentran estancadas por los temas que la paraestatal ha puesto sobre la mesa, pero que los trabajadores no aceptan.
Fuentes consultadas de las partes en negociación informaron que entre los aspectos que han frenado un pronto acuerdo sobresale la estrategia de modernización de las relaciones laborales, en la que la empresa pretende negociar el destino que podrían tener alrededor de tres mil 500 trabajadores de la industria petroquímica que actualmente se encuentran sin materia de trabajo, por el cierre total o parcial de 16 plantas, como es el caso de las petroquímicas Camargo, Independencia, Tula o Escolín.
Según Pemex, la liquidación o reubicación de esos tres mil 500 trabajadores sindicalizados redundaría en mejoras operativas, pues su inactividad le cuesta a la empresa alrededor de tres mil 900 millones de pesos anuales, es decir, 1.1 millones de pesos por trabajador.
No obstante, las fuentes consultadas reconocen que movilizar al personal a otras áreas de la empresa tendrá costos importantes por las condiciones del Contrato Colectivo de Trabajo.
El sindicato petrolero ya externó que para concretar este plan la empresa tendrá que respetar el Contrato Colectivo de Trabajo vigente 2005-2007, y que no está dispuesto a modificar el capítulo XIII, Movimiento de Personal, cuyo clausulado le fija a Pemex una serie de obligaciones para realizar las reubicaciones correspondientes.
MÁS PRODUCTIVIDAD
Por otro lado, la petrolera también ha sugerido en las reuniones elevar la productividad de los casi 142 mil trabajadores de la empresa, entre sindicalizados y de confianza para obtener mayores oportunidades de mejoras operativas. Los representantes de la petrolera en las negociaciones hicieron saber al sindicato que la optimización de la plantilla laboral puede representar ahorros o la liberación de recursos del orden de seis mil 300 millones de pesos por año.
Otro de los temas que obstaculizan una salida antes de la fecha límite de las negociaciones -el viernes 31 de agosto-, es el relacionado con una probable reforma al esquema de pasivos laborales que crece sistemáticamente y representa una fuerte presión para las finanzas de la firma petrolera.
La propuesta de Pemex es establecer dos formas para resolver esta problemática: la primera, es garantizar a los 67 mil jubilados sus pensiones y prestaciones para lo cual podría incluso solicitar a Hacienda una aportación financiera equivalente al 50 por ciento del pasivo total, que al 31 de marzo de 2007, ascendía a 473 mil millones de pesos, equivalente a la paridad actual a 42 mil 900 millones de dólares.
Y, establecer una nueva forma de contratación en la cual estaría inmersa el sindicato: los trabajadores de nuevo ingreso aportarían un porcentaje de su salario para crear su propio fondo de retiro, lo que le daría un respiro a la paraestatal.
El único problema para Pemex es que el sindicato petrolero se niega a perder el control total de las contrataciones, aunque todavía falta un mes para que venza el plazo, el fantasma de la huelga empieza a rondar la mesa de negociaciones entre empresa y sindicato.
Alcanza récord petróleo europeo
El crudo Brent, de referencia en Europa, cerró ayer al alza en el mercado de futuros de Londres, donde el barril para entrega de agosto acabó en 72.63 dólares, 1.21 dólares más que al cierre de la jornada anterior.
Esta considerable subida sitúa al Brent por encima de la barrera de los 72 dólares por barril, algo que no ocurría desde el 25 de agosto de 2006, cuando el crudo de referencia en Europa cerró en 72.70 dólares.
La escalada del Brent está marcada por las preocupaciones de los mercados internacionales ante el aumento de la demanda de petróleo de los países consumidores que no se ve refrendada, de fomento, por un incremento en las exportaciones y reservas de crudo.
Si ya la semana pasada inquietó la sorprendente caída de los inventarios de gasolina en EU, la predicción anunciada ayer por el máximo órgano de planificación económica de China, segundo mayor consumidor de petróleo del mundo, no termina de calmar los ánimos.
El Instituto de la Energía de la Comisión Nacional de Reforma y Desarrollo del gigante asiático prevé que China consumirá este año 350 millones de toneladas de crudo, diez millones más que el año pasado.
Hace sólo diez años China era un exportador neto de petróleo, pero, en cambio, el año pasado casi un 50 por ciento del consumo de crudo tuvo que ser importado del exterior, recordó ayer Jiang Xinmin, analista de la citada institución china.
Esta necesidad de petróleo, que parece que va a más con el paso de los meses, no se remite sólo al gigante asiático: la Agencia Internacional de la Energía (AIE) prevé que el consumo de crudo crecerá en términos generales en el tercer y cuarto trimestre de 2007 más de lo que lo hiciera en 2006.
Así lo aseguró el director de la AIE, Claude Mandil, quien en una conferencia de prensa organizada en Madrid por el Club Español de la Energía señaló la falta de capacidad del refino como uno de los grandes problemas para cubrir la demanda de productos petrolíferos.
A este ambiente de preocupación contribuye también el estado de las reservas de gasolina, que descendieron en 749 mil barriles la semana pasada, la primera bajada en aproximadamente sesenta días.
Este descenso dejó el volumen almacenado un 4.4 por ciento por debajo del promedio de cinco años y un 4.2 por ciento menos que la semana anterior.
Esa circunstancia repercutió notablemente en el mercado, puesto que los expertos esperaban un alza de las existencias cercana a los 1.04 millones de barriles.
El informe del Departamento de Energía de Estados Unidos de la semana pasada constató también un incremento del ritmo de actividad de las refinerías, que operaron al 89.4 por ciento de capacidad.
Ese dato supone un 1.8 por ciento más que la semana anterior y representa un aumento más fuerte del esperado, que tranquiliza relativamente a un país que teme que algún huracán y/o problema geopolítico pueda provocar inesperados cortes de suministros.
En este sentido, el Petróleo Intermedio de Texas, referente para EU, superó el viernes los 70 dólares por barril por primera vez desde finales de agosto de 2006, una barrera que ayer seguía superando con una nueva subida.
