Wayne Wang ganó la Concha de Oro. (EFE)
Wayne Wang gana Concha de Oro y la española Blanca Portillo la de Mejor Actriz
SAN SEBASTIÁN, ESPAÑA.- El cineasta norteamericano de origen hongkonés Wayne Wang ganó ayer la Concha de Oro de la 55 edición del festival de San Sebastián con su filme A Thousand Years of Good Prayers (Mil años de Oración), mientras que la española Blanca Portillo logró la de Plata a Mejor Actriz por Siete Mesas de Billar Francés, de Gracia Querejeta.
El tono de los aplausos con que fue recibido el palmarés, por una vez con total unanimidad, subió considerablemente al sonar el nombre de Blanca Portillo, que se suma al premio al mejor guión logrado por Gracia Querejeta y David Planell por la misma película.
El Premio al Mejor Guión, Gracia Querejeta lo recibe ex aequo con el maestro del cine independiente John Sayles, por su labor en Honeydripper, un canto a la música negra de los años 50 firmado por un hombre que se permite hacer el cine que ama escribiendo para las superproducciones más caras de Hollywood. De esta forma, el cine español, con sólo dos películas a concurso, logra dos galardones para el filme Siete Mesas de Billar Francés; mientras que Mataharis, de Icíar Bollaín, se va de vacío.
Si bien las quinielas fallaron a la hora de otorgar la Concha de Plata a la española Maribel Verdú, acertaron de pleno con la película de Wayne Wang, una pequeña joya intimista sobre la incomunicación y las diferencias culturales, que logró también la esperada Concha de Plata al Mejor Actor para el anciano intérprete chino Henry O.
La otra película que figuraba en todas las quinielas, la iraní Buda Explotó por Vergüenza, un retrato de las sucesivas masacres perpetradas contra el pueblo afgano a través de los ojos de una niña, de la directora Hana Makhalbaf, logró el Premio Especial del Jurado.
Y otro filme basado en una matanza real ocurrida en Irak, La Batalla de Haditha, firmada por el británico Nick Broomfield, se alzó con el galardón a la Mejor Dirección. Mientras el de Fotografía fue para la cibernética puesta en escena de Charlie Lam en “Exodus”, del hongkonés Pang Ho-cheung.
El premio Horizontes Latinos, concedido por el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación; y dotado con 35.000 euros, fue para la película uruguaya El Baño del Papa, dirigida por Enrique Fernández y César Chaarlone; y protagonizada por César Troncoso.
Mientras que el Jurado otorgó dos Menciones Especiales: al filme mexicano Párpados Azules, de Ernesto Contreras; y a la cinta colombiana Satanás, de Andrés Baiz.
Paul Auster como presidente del jurado dio lectura al palmarés tras explicar que había sido una discusión de “mentes abiertas”. Mientras Eduardo Noriega, miembro del jurado, explicó a un grupo de periodistas que si bien hubo unanimidad a la hora de elegir las películas que debían obtener los grandes premios del palmarés, no en cuanto al galardón para cada una.
Más de cinco horas de reunión fueron necesarias para llegar a un palmarés que fue el fruto, según confesó otro miembro del jurado que no quiso ser identificado, de “arduas y complejas discusiones” donde no fue nada fácil lograr un acuerdo.
El mayor punto de fricción estuvo en los premios a la mejor fotografía -el más discutido en palabras de Paul Auster- y el de dirección.
Noriega quiso alabar la postura de Paul Auster como presidente del jurado al conceder la Concha de Oro a Wayne Wang, viejo colaborador, quien le introdujo en el cine filmes míticos con Smoke y Blue in the Face, pero que llevan siete años sin hablarse.
Antes de ver la película el propio Auster prometió a un grupo de periodistas “la máxima objetividad” ante la obra de Wang y deseó que fuera “una excelente película”.
Por su parte, Wang dijo a la prensa confiar ciegamente en el criterio de su viejo amigo, mientras dejaba entrever la pena por aquellas desavenencias y el deseo de que un día él y Auster volvieran a encontrarse. “A Paul -explica Noriega- le gustó mucho el filme de Wang y dijo que el arte siempre estaba por encima de todo. Es algo que dice mucho de él y muy poco de las suspicacias que se pudieron levantar”.
La actriz argentina Susu Pecoraro, también miembro del Jurado, explicó a Efe que la Concha de Plata a la Mejor Interpretación Femenina fue una ardua labor, “incluso pensamos en dar un premio ex aequo o incluso uno coral”, dijo. Para luego resaltar, “pero para aquellos que no conocían a Blanca Portillo, su trabajo fue todo un descubrimiento y así lo quisieron dejar patente”.
Feliz y reconciliado
Feliz tras ganar la Concha de Oro hoy con A Thousand Years of Good Prayers, Wayne Wang confirmó que este Festival de San Sebastián le sirvió además para reconciliarse con el escritor Paul Auster, presidente del jurado y antiguo amigo del cual se había distanciado hacía siete años.
“Fue uno de los momentos más especiales para mí, bajé a desayunar y me encontré a Paul. Tuvimos un desacuerdo durante muchos años”, pero en ese momento Paul dijo: ‘Siete años han sido bastante’, y nos reconciliamos”, declaró sonriente el director a los periodistas.
Sin embargo, “no creo que el premio tenga que ver con eso, sino con que el filme le gustó al jurado y al público”, recalcó el cineasta, que realizó “Smoke” con guión de Auster y luego codirigió con el escritor “Blue in the Face”, ambas en 1995.
Wang explicó también que había telefoneado a Henry O, actor de su película premiado con la Concha de Plata a la mejor interpretación masculina y que no se encuentra en San Sebastián.
“Estuvo muy comedido, pero al final empezó a reír, lo que no es frecuente en él”, indicó.
El director estadounidense (Hong Kong, 1949) comentó que, además de su reconciliación con Auster, vivió otro momento especial, tras la proyección del filme: “Vi la cara del público y vi lo que sentían en su corazón. Eso fue lo mejor, junto a la fantástica comida de aquí”.
Pese a su éxito en San Sebastián, Wang no cree que eso vaya a impulsar la película en Estados Unidos, pues “es demasiado sutil para el público de allí, aún no tiene ni distribuidor”.
“Mil años de oración” es, según su director, una historia sobre “comunicación y pérdidas”, una “película pequeña”, por lo que considera la Concha de Oro un “homenaje a este tipo de cine. No todas las películas son grandes historias”.
Obtiene Párpados Azules mención especial
El cineasta mexicano Ernesto Contreras terminó en Europa una semana de ensueño para su cinta Párpados Azules: recibió una mención especial en el Festival de San Sebastián y confirmó el estreno del filme en Francia, el 14 de noviembre próximo.
Vía telefónica desde Madrid, el egresado del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC) manifestó su alegría por el galardón obtenido en España en la sección Horizontes Latinos, donde ganó la uruguaya El baño del Papa.
Cuando se contactó a Contreras, éste no había recibido todavía el comunicado oficial por parte de los organizadores del certamen.
“Cualquier reconocimiento para la película es de agradecerse, no solamente es para mí, sino para todo el equipo. Considerando que había 18 películas latinoamericanas (en el festival) y hubo una mención para nosotros es bueno, es decir: somos un segundo lugar, y se va sumando a la trayectoria del filme”, señaló. “Párpados azules”, protagonizada por Cecilia Suárez y Enrique Arreola, es la historia de dos personas, quienes por soledad y después de años no verse, deciden emprender un viaje a pesar de todas sus consecuencias.
El jurado de Horizontes, donde estaba el director de la Filmoteca de la UNAM, Iván Trujillo, explicó que la Mención era por mostrar con originalidad la soledad de los personajes, transmitiéndola con exquisita ternura. Contreras no pudo estar en San Sebastián en la entrega de galardones ya que estaba llegando de Biarritz.
Precisamente en Francia la cinta se estrenará en dos meses con al menos 20 copias.
“La tomó Colifilms una distribuidora que apoya mucho al cine latinoamericano. Ellos la vieron en Cine en Construcción de San Sebastián el año pasado. La compañía tiene un circuito muy trabajado de autor”, comentó.
Indicó que en la Madre Patria ya también hay ofertas de compra.
A México llegará el primero de febrero de 2008, por lo pronto se presentará en los festivales de Hamburgo, Morelia y Tokio, así como la Casa de las Américas en Madrid.
Otro mexicano ganador es Andrés García Franco, que con su cortometraje La Invención obtuvo una Mención Especial en el seis Encuentro Internacional de Escuelas de Cine, que presidió el director Alfonso Cuarón.