Y fue precisamente Hugo Pelochas Rodríguez el primero en felicitar a Éric Márquez por el triple que le anotó a los Halcones de Xalapa. (Fotografías de Jesús Galindo López)
TORREÓN, COAH.- La vida de Éric Márquez Aguilar cambió radicalmente el pasado martes 30 de octubre; este joven nació en Fresnillo, Zacatecas, hace 18 años y no hace mucho tiempo, sumido en una depresión, decidió dejar el basquetbol, aunque un triple ante los Halcones de Xalapa hoy lo hace pensar en una carrera en el deporte profesional, sin abandonar sus estudios de Administración de Empresas en el ITL.
Originario de la minera Fresnillo, Éric se inició a los ocho años en la práctica del baloncesto, y a los diez ya era seleccionado de Zacatecas en la categoría mini. Con 11 años vino a radicar a Torreón y fue así como encontró al primero de sus maestros: “empecé en el Gimnasio de las Alamedas con Jorge Niño Patiño, él fue uno de mis maestros porque me enseñó los fundamentos, esos que se aplican siempre, por mucha experiencia que uno tenga. Con Jorge Niño estuve toda la secundaria y aprendí cosas muy valiosas”.
Al continuar sus estudios, Éric ingresó a la Prefema, en donde encontró a su segundo maestro: “el profesor Jesús de la Trinidad fue mi entrenador en Preparatoria, también a él tengo mucho qué agradecerle porque fue importante en mi formación como jugador, hasta que terminé, y ahora soy alumno del Tecnológico de La Laguna, ahí ‘Chuma’ García Carrillo nos dijo a todos que fuéramos al try out de Algodoneros, asistí, le puse mucho entusiasmo y junto con Juan Tello fui seleccionado”.
Éric Márquez Aguilar recuerda aquel momento en que Javier Díaz-Castroverde lo eligió como uno de los novatos Sub 20. “Fue algo muy emotivo para mí, de inmediato lo platiqué con mi padre y él me apoyó, me dijo que si eso me hacía feliz lo intentara, y fue así como me quedé en el equipo. Todavía recuerdo el primer entrenamiento, ya junto a los profesionales, sentía un miedo muy grande, pero a nadie le temía, sino a la posibilidad de cometer errores, el inicio fue complicado pero conforme pasó el tiempo gané en confianza”.
Pasaron algunos partidos para que un juvenil de Algodoneros recibiera la oportunidad, y vaya momento en que le llegó a Éric Márquez, nada menos que ante el superlíder Halcones de Xalapa: “nunca pensé que jugaría en ese partido, porque ni Tello ni yo lo hicimos ante rivales de menor jerarquía, sin embargo el destino me lo tenía preparado, el momento ya pasó pero creo que nunca lo olvidaré, para empezar, esa noche no dormí, después vi el video y me di cuenta que mis compañeros me abrazaban, me felicitaban y me daban ánimos para seguir adelante”.
A pregunta expresa, Márquez Aguilar habló sobre aquel momento: “el coach me dijo que iba a entrar y todo el cuerpo me temblaba, es un sentimiento difícil de explicar pero sí muy especial, el cuerpo vibra y de ahí saqué lo necesario para hacer las cosas bien, aunque fuera con pocos minutos en la cancha.
“Ya en la cancha mi mente estaba en tener el balón y tirar a la canasta, el primer objetivo se había cumplido y ahora mi deseo era debutar con puntos, ‘Pelochas’ me pasó la bola y realicé el tiro, la pelota entró a la canasta y por fin sentí que mi sueño estaba realizado, en esos momentos recordé los días difíciles de mi depresión, cuando decidí dejar el basquetbol”.
Éric es muy consciente de su situación y al respecto comenta: “es difícil controlarse cuando todo el cuerpo tiembla, ahora ya tomé confianza pero estoy ubicado, sé que me falta muchísimo camino por recorrer y también sé que las oportunidades no van a ser muy seguidas, por eso en mi mente está aprovechar los momentos que me encuentre en la cancha. Por la regla de los menores y lo que Algodoneros ha cumplido, sé que van a llegar más oportunidades y espero poco a poco demostrar que puedo ser un elemento útil, que en cualquier momento puedo entrar a la cancha a disfrutar el momento y a hacer lo que más me gusta”.
La palabra fue directa, ¿a quién le agradeces haber vivido estos momentos? “A Dios primeramente y a mi familia, que siempre me ha apoyado en los momentos difíciles y ahora dentro del deporte, todos ellos me sacaron adelante, quiero disfrutar este momento, aprovecharlo para crecer como jugador, pero sobre todo como ser humano”.
Sobre su futuro en el deporte profesional Éric Márquez fue claro: “me quiero dedicar a esto, pero mi primer objetivo es terminar mi carrera en el Tecnológico de La Laguna, después de eso me pienso dedicar por completo al basquetbol de la LNBP, siempre he pensado que tener el apoyo de la preparación académica es importante para partir de ahí a otras metas, como en este caso el deporte”.
Cuestionado sobre su jugador o jugadores favoritos, Éric respondió de inmediato: “siempre he admirado a Hugo Rodríguez, el ‘Pelochas’ también jugó en la Prefema y desde entonces lo admiro, es un gran jugador y hoy siento mucho orgullo de ser su compañero, más que fue él quien me dio la asistencia en el triple que le anoté a Xalapa. También admiro a Noah Brown, me gusta mucho su estilo de juego, es un elemento muy cerebral y demasiado inteligente, aparte es un hombre serio y tranquilo a la hora de jugar”.
Aún con la emoción reflejada en su rostro, Éric habló al término del partido frente a Pioneros de Quintana Roo, el sábado por la noche en el Auditorio Municipal de Torreón, en donde el coach Díaz-Castroverde le dio la oportunidad de jugar un minuto y medio más: “desde que me hicieron la falta y sabía que iba a los tiros libres, mi objetivo era meter los dos, otra vez sentía que todo me temblaba, pero al recibir el balón me olvidé de todo, anoté el primero, mis compañeros me felicitaron y después metí el segundo, estoy muy contento porque mi idea siempre que entro a la cancha es ser productivo para el equipo”.
Éric no podía despedirse sin dirigir unas palabras a los aficionados de Algodoneros: “a todos les quiero agradecer el gran apoyo que me han dado, como novato que soy eso me motiva mucho, ojalá sigan con su apoyo al equipo porque es importante, yo en lo personal siempre haré todo lo posible por colaborar el tiempo que esté en la cancha”.