ENTRETENIMIENTO
Para divertir a tus amigos, consíguete tres dados y 21 cerillos, luego pídele a un amigo que los coloque los tres dados, uno encima de otro estando tú de espaldas. Luego pídele que sume los números que están en las caras de los dados que se tocan entre sí, y la cara interior del dado que está debajo de los demás y trata de adivinar la suma sacando de tu bolsillo un número igual de cerillos. Si no puedes hacerlo, más adelante te lo diré al igual que esta adivinanza: Soy cuerpo que nadie vio, y existo entre los mortales; soy causa de muchos malos y fui creado por Dios, pero si faltare yo, mueren hombres y animales. ¿Quién soy? Pregunta: ¿Sabes cuál es el colmo de una costurera?
CONOCIMIENTOS
Helen Adams Keller.- Nació en 1880 en un pueblo de Alabama, E. U. Quedó ciega y sorda a causa de una enfermedad cuando tenía 19 meses de edad. De adulta era vista casi como una santa debido a su gran optimismo y dones intelectuales.
De niña, no pudiendo expresarse ni entender, su frustración aumentó con la edad y la expresaba rompiendo, mordiendo, pegando, protestando de forma airada constantemente, lanzando los platos llenos de comida o infligiéndose golpes a sí misma ante la desesperación de sus padres. Esta situación hizo que se viera claramente la necesidad de hacer algo. Justamente antes de cumplir siete años, la familia contrató una tutora privada. Anne Sullivan, quien había perdido la visión a los cinco años de edad, pero la recuperó parcialmente gracias a las intervenciones de los médicos.
Anne fue, poco a poco, educando a la pequeña Helen. Primero con simples enseñanzas sobre el lenguaje manual; después, explicando a su aventajada alumna cómo era el mundo que la rodeaba y, finalmente, actuando como guía y traductora en las escuelas donde Helen empezó a instruirse. Aquella niña que había crecido salvaje se transformaba ahora en una adolescente dominada por su interés de aprender y saber más y más. Al fin pudo cumplir su sueño y, tras un mes de preparación, consiguió pronunciar sus primeras palabras.
Desde entonces ya no pararía. En 1903 escribió su primer libro testimonial Historia de mi Vida utilizando el método braille de escritura para ciegos. En ese texto hablaba sobre sus años de juventud, así como de la fuerte amistad que le unía a su profesora, a la que llamaba cariñosamente Teacher. El libro tuvo gran éxito y gracias a él pudo comprarse su propia casa.
LOS LEONES
Se puede decir que a los Leones les fue revelada su misión a través del discurso de una mujer que trazó el destino de esta organización humanitaria. Helen Keller tenía 45 años de edad y ya era célebre en todo Estados Unidos, cuando entró paso a paso a la gran sala, asida del brazo de Anne Sullivan Macy, su maestra desde que era niña y casi igual de famosa.
Los tres mil Leones e invitados que colmaban el recinto en Ceder Point esperaban impacientes y ruidosos oír el discurso de Helen. No se podía culpar a los espectadores por la algarabía. El recinto tenía pésima acústica, al punto que el día anterior un orador de Carolina del Norte resolvió bajar del podio y plantarse sobre una mesa en la mitad del recinto para hacerse oír.
Pero con las primeras palabras de Helen cundió el silencio en el gran salón. De acuerdo con uno de los titulares del periódico del día siguiente. “Los Leones escucharon el discurso en total silencio y atención”. “Los Leones se congregaron el 30 de junio de 1925”, esta pequeña ciudad veraniega del Estado de Ohio para asistir a la novena Convención Anual de la Asociación Internacional de Clubes de Leones, con apenas ocho años de existencia.
No eran pocos los Clubes de Leones que asistían a los ciegos, pero eran muchos más los que ayudaban a los niños minusválidos de las familias más pobres. Por ese tiempo se establecieron normas y fórmulas para ayudar a la niñez carente. Ya en la convención, varios Leones trataron de convencer a los demás delegados a unirse tras la causa de la niñez. Uno de ellos insistía que no podremos cumplir plenamente con nuestro deber mientras no veamos a la sociedad o alguna organización, como la nuestra, proporcionen la mayor atención posible a los niños discapacitados.
Pero no había entre los Leones un consenso general sobre la manera de emplear sus energías y recursos. Sabían que su misión era servir al prójimo, pero no tenían un propósito concreto. Esto cambiaría muy pronto. (El discurso, la próxima semana).
Entretenimiento: la respuesta de los dados es: primero pon en tu bolsillo los 21 cerillos y al sacarlos dejas solamente un número de cerillos igual al número que se ve en el dado que está arriba. ¡Sorpréndete, te dará la suma exacta! ¿Sencillo no? Adivinanza: (el aire). Pregunta: Perder el hilo de la conversación. Agradezco tus comentarios y sugerencias al e-mail:
clubleonesgp@prodigy.net.mx
¡Hasta la próxima! Nosotros servimos.
