El Siglo de Durango
CANATLÁN, DGO.- La Feria de la Manzana se ha convertido en un evento riesgoso y en una fecha con antecedentes fatales, con un registro de 2003 a la fecha de siete muertos, de los cuales seis han sido ultimados con arma de fuego y uno con arma punzopenetrante.
Estos incidentes que se han presentado en la Feria Regional de Canatlán han evidenciado la falta de vigilancia y lo común que resulta a quienes participan en dicha festividad la portación de armas, pues no se realizan maniobras de revisión.
Lejos de acabar las rencillas familiares en Canatlán, siguen causando problemas e incluso la muerte, como el caso que se presentó apenas el pasado miércoles por la madrugada en una conocida discoteca en el marco de la fiesta de la manzana.
Jorge Alberto Hernández, de 40 años de edad; José Rafael Ruiz Gurrola, de 27, y David Gil Contreras Hernández, de 30 años, murieron al enfrentarse a tiros los dos primeros con este último, logrando acertarse balazos que resultaron mortales por necesidad.
Como respuesta a estos hechos de sangre, el Comité de Feria y el Municipio decidieron clausurar el lugar donde ocurrió el fatal enfrentamiento, el cual no funcionará más como antro para estas festividades, mientras que su permanencia como centro de diversión tendrá que ser analizada por la autoridad competente, según comentó el alcalde Eugenio Rodríguez del Campo.
PRECEDENTES
Hace un año, falleció en accidente carretero Miguel Iván de la Paz Montes, hijo del ex secretario del Ayuntamiento, alrededor de las 03:00 horas de ayer en el tramo carretero La Granja-Canatlán, luego de que presuntamente había participado en una riña en la discoteca Bandoleros, en hechos ocurridos el 11 de septiembre.
El 14 de septiembre de 2005, Juan Manuel Aguirre Guardado, de 22 años, fue encontrado muerto de seis balazos; tres en la cabeza, uno en el cuello, otro en el hombro y el último en el brazo izquierdo.
De acuerdo con lo señalado por las autoridades que hicieron el hallazgo, el cuerpo se localizó en la parte posterior del panteón de Canatlán, cuando horas antes había salido de su hogar anunciando que acudiría a la Feria y que regresaba más tarde, lo que ya no hizo.
El 16 de septiembre del mismo año se registró el asesinato del joven Jesús Rodríguez Reyes, de 15 años, a quien se le vio por primera vez en la Feria, acompañado de varios sujetos, siendo encontrado posteriormente sin vida, con un navajazo en el tórax, en las inmediaciones de Canatlán.
Por este caso, fueron detenidos ocho jóvenes, luego se liberó a dos, hasta que las indagaciones señalaron como responsable a un jovencito de 20 años; según trascendió, el móvil para asesinar a Jesús fue por causa de una muchacha y aprovechó una riña campal para ultimar a su rival de amores.
Un caso que tuvo mucho eco en Canatlán y Durango fue el homicidio de Carlos León del Campo Valles, quien era hijo de un regidor, y Miguel Alsauza Rodríguez, hijo de Fidel Alsauza “El Español”, también asesinado presuntamente con la intención de asaltarlo en mayo del año pasado.
Estas dos muertes se registraron el 8 de septiembre de 2003, víctimas de varias lesiones que les provocaron al dispararles con un arma de las conocidas como “cuerno de chivo”.
Este incidente tuvo lugar a las tres de la mañana frente a una discoteca denominada Tequila, en la cabecera municipal de Canatlán, en donde minutos antes se había escenificado una pelea en la que participó Miguel Alsauza Rodríguez, quien tenía 28 años.
El otro fallecido que no tenía qué ver en la confrontación, Carlos de León del Campo Valles, de 20 años, quien acompañaba a Miguel, también recibió los impactos de bala que acabaron con su vida.
Más recientemente el pasado 9 de septiembre se suscitó un ataque con una navaja contra un joven de veinte años en plena Feria de la Manzana, del que las autoridades dijeron en una primera instancia no tener conocimiento del incidente.
LAS REACCIONES
Luego de las tres muertes que han sido el tema de conversación de los habitantes de Canatlán, las autoridades municipales buscan tomar las medidas adecuadas para evitar que fatalidades como ésta no se repitan más.
La ciudadanía por su parte se muestra preocupada por la manera como ocurrieron los hechos, ya que en una balacera así pudieron haber resultado muertos o heridos inocentes, por lo que hay quienes tienen temor de participar de la Feria, pues se sienten desprotegidos.
Eugenio Rodríguez del Campo lamentó lo ocurrido y dijo que por fortuna ninguno de los que presenciaron el enfrentamiento resultó lesionado; sin embargo, refirió que es preocupante el hecho de la portación de armas dentro del lugar sin que nadie lo haya impedido.
Enfatizó que el hecho de que el incidente se haya dado justo en el marco de la Feria de la Manzana es meramente fortuito, ya que las rencillas entre estas personas hubieran provocado el enfrentamiento en cualquier fecha y lugar.
No obstante, hay señalamientos de que la convocatoria que tiene la Feria es motivo de que los rivales se encuentren, situación para la cual no hay medidas preventivas.
El munícipe de Canatlán refirió que la Feria fue concesionada al Comité Organizador en su totalidad, inclusive en cuanto a seguridad; sin embargo, tras los hechos lamentables ocurridos recientemente, se han reunido para tratar la intervención del Municipio.
Pedir apoyo al Municipio representaba un costo para el Comité Organizador, razón por la cual decidieron no hacerlo, pero a raíz de lo ocurrido se dio una reacción inmediata en la cual no sólo se valorará la seguridad de la Feria, sino también la venta de bebidas embriagantes y se redoblará la vigilancia policial en las calles de la ciudad.
No solamente mientras permanece la Feria se aumentará la vigilancia, pues es necesario evitar que la portación de armas continúe dándose de manera tan libre en las calles de Canatlán y demás localidades del municipio.
Timadores
La Feria de la Manzana no solamente carece de vigilancia policial, sino también se incurre en actividades fraudulentas de los antros al anunciar la presentación de determinado artista y a la hora de los hechos son otros los que actúan, generando el malestar de los asistentes.
Esta Fería en su edición 58 fue concesionada a los funcionarios Juan Alberto Martínez Álvarez, titular del Registro Civil, y a Luis Gurrola, asesor jurídico de la Presidencia Municipal, por un monto de 120 mil pesos por la administración pasada.
En cada Feria los funcionarios muestran interés en el dinero, mas no así en la vigilancia, para garantizar la seguridad de las familias asistentes.
Con los hechos de sangre registrados en los últimos cuatro años, se pone en evidencia esta fiesta anual, ya que lejos de organizarla para diversión y esparcimiento de los canatlenses lo hacen con fines lucrativos las administraciones en turno.
La presente Feria la prtendía organizar el Club de Leones; inclusive, ofrecía mejorar el espectáculo con actividades culturales, deporte y arte, pero a los funcionarios les interesaba el dinero a toda costa, pues estaban a días de dejar el cargo.