El Universal
México, DF.- Aunque el consumo moderado o esporádico de bebidas como la cerveza, el vino, los cavas o los licores no entraña mayores riesgos cuando una persona está sana, si su cantidad es elevada y su consumo muy habitual, puede intoxicar al organismo y perjudicar la salud. En las fiestas, ¡¡¡beba con sentido común!!!
A lo largo de todo el año, pero especialmente durante la Navidad, cuando los desplazamientos en coche y las comidas monumentales aumentan su frecuencia e intensidad, las bebidas alcohólicas no sólo pueden amenazar la salud digestiva sino incluso nuestras vidas y las ajenas, si nos ponemos al volante.
Las “bebidas que nos ponen alegres” están muy presentes en las fechas y mesas navideñas y, al igual que ocurre con ciertos alimentos como las grasas y los dulces que pueden ser problemáticos si se toman en exceso, los expertos no son partidarios de prohibir su consumo, sino de limitarlo a las cantidades recomendadas, para evitar consecuencias negativas.
Se calcula que casi la mitad de los accidentes mortales de tráfico están provocados por el alcohol. Mucha gente cree que al beber es capaz de conducir mejor, pero lo cierto es que controla su cuerpo menos de lo que se imagina, ya que el alcohol disminuye los reflejos, crea una sensación de euforia y una falsa seguridad.
Además, el estado físico y mental se altera mucho y las capacidades humanas se van reduciendo a medida que el cuerpo va asimilando más alcohol. Aunque al principio levanta el ánimo, se trata de una droga depresiva que hace que las reacciones cerebrales sean más lentas. La palabra clave es ¡moderación!
Además de aportar muchas calorías y dañar el estómago, una ingestión alcohólica excesiva puede ocasionar una intoxicación etílica de diversa gravedad, es decir embriaguez y posterior resaca.
Los expertos recomiendan el consumo moderado de alcohol e incluso aceptan que ingerir una pequeña cantidad aumenta la secreción gástrica y estimula la función digestiva.
Pero conviene ceñirse a las dosis máximas recomendadas por lo médicos. Si se excede de estas cantidades, hay que hacerlo sólo en ocasiones señaladas y nunca cuando se conduce un vehículo.
Reglas de oro
Estas son algunas de las “reglas de oro” para beber de forma segura especialmente en las fiestas:
- Manténgase por debajo de los límites aconsejados: Aunque varían según los expertos y países, las cantidades máximas recomendadas son de dos copas de vino al día para el hombre y una para la mujer.
-Cuidado con la borrachera del fin de semana: Si se bebe en esos dos días toda la cantidad permitida para toda la semana, se resiente el hígado y se puede producir embriaguez.
-Evite las mezclas: Si quiere ahorrarse una resaca evite la combinación del vino con la cerveza u otras bebidas alcohólicas.
-Beba a sorbos: Es preferible beber pausadamente en lugar de hacerlo de un trago, no sólo para paladear la bebida, sino además para no provocarse un malestar digestivo.
-Acompañe las bebidas con agua y alimentos: Si va a beber, coma algo primero. También es
conveniente beber el doble de agua que de alcohol, y tomar un vaso de agua antes de irse a dormir para evitar la deshidratación nocturna.
-En algunos casos, evite beber: Las bebidas alcohólicas hay que descartarlas en el caso de que se esté tomando algún medicamento o se padezca una enfermedad crónica, sin haber consultado al médico, o bien si se va a conducir un automóvil u otro vehículo, o a manejar maquinaria.
