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MÉXICO, DF.- El estado de Nuevo León es estratégico para los cárteles de la droga: además de colindar con los centros de operación de estas organizaciones criminales, que se ubican en Coahuila y Tamaulipas, es paso en la ruta de tránsito de cargamentos que se hacen llegar a Estados Unidos.
Así lo revela un informe de la Procuraduría General de la República (PGR) que detalla que el crimen organizado no se limita a las operaciones del narcotráfico, pues su capital, Monterrey, es considerada un lugar de operaciones de bandas dedicadas al secuestro, que en ocasiones sirven a los capos de la droga.
Frente a este diagnóstico, la incidencia criminal revela que durante 2006, de los casi cuatro mil delitos federales que se denunciaron en la entidad, dos mil 952 (74.8 por ciento), fueron delitos contra la salud.
No obstante, en un análisis de las cifras de la PGR sobre los ilícitos federales, destaca que 95 por ciento de los delitos contra la salud son por posesión de droga, lo que indica la ausencia de denuncias por las operaciones de narcotráfico de mayor nivel de los cárteles, pues el año pasado sólo se reportaron 93 casos de transporte y suministro de narcóticos.
Lo cierto es que en Nuevo León, reconoce la propia dependencia en su informe, “el tráfico de drogas ha encontrado condiciones óptimas para su desarrollo”.
Se indica que la región, encabezada por la capital, Monterrey, está conectada a importantes puntos de tránsito de drogas en la entidad como son los municipios de Linares, Lampazos de Naranjo, Anáhuac, Sabinas, China y General Bravo.
Además, detalla el documento, “la región noreste del estado también se caracteriza por el frecuente empleo de instalaciones que fungen como bodegas de almacenamiento o resguardo de drogas”, que después son distribuidas en el mercado interno o son llevadas a la frontera, para que los cargamentos ingresen a territorio estadounidense.
La ubicación geográfica de Nuevo León es estratégica, al considerar que es colindante con Coahuila y Tamaulipas, donde se localizan los centros de operaciones de cárteles como el del Golfo.
En este escenario sobre las operaciones del crimen organizado en la entidad, el informe de la PGR advierte de la presencia de bandas de plagiarios: “el secuestro aparece como actividad ilícita característica de la ciudad de Monterrey y municipios aledaños”, donde se ha detectado un incremento en la comisión de éste.
El fenómeno se asocia a la existencia de los cárteles de la droga en la región, y se indica que se han registrado casos en los que las bandas de plagiarios sirven a los capos para privar de la libertad a integrantes de grupos rivales o sujetos que tienen deudas con las organizaciones; en los últimos años se ha reportado que sicarios de estos grupos han diversificado sus actividades al secuestro.
