Un amplio operativo especial de 200 policías busca a los cinco hombres se fugaron de los calabozos de la comisaría de Skarzyska-Kamienna (sur de Polonia), tras limar los barrotes de una de las ventanas sin que los agentes se diesen cuenta hasta una hora después.
Los detenidos estaban recluidos en la misma celda y no dudaron en escapar cuando cedieron los barrotes.
La central de la policía de esta región garantizó que los fugados "no llegarán muy lejos" porque, además del amplio despliegue de agentes "por cada lugar por el que puedan pasar, contamos con la colaboración ciudadana", aseguró el portavoz de la policía de la zona, Krzysztof Skorek.
Los fugados, que tienen edades comprendidas entre 26 y 29 años, y están acusados de robo y tráfico de drogas, no tienen un perfil muy peligroso y tampoco están armados.
No obstante, la policía pidió a los ciudadanos que extremen las precauciones y no suban a ningún autoestopista que encuentren en la zona.
Desde la comisaría todavía no se explican cómo es posible que los presos puedan haberse fugado limando los barrotes y culpan de la huida a las malas condiciones del edificio, viejo y en mal estado.